En un área de 13 mil hectáreas, unas 7 mil están bajo agua. En la zona rural la masa hídrica llega a un metro y baja sólo un centímetro por día. La localidad está en un valle y soportó unos 450 milímetros.
La Capital |
El anegamiento de los campos aledaños y del pueblo de Bauer y Siguel —ubicado en el departamento Castellanos, a 130 kilómetros de la capital provincial— continúa siendo crítico. La situación a 19 días de soportar una intensa caída de agua es muy compleja. La buena noticia fue que en últimos días sólo llovieron —el viernes pasado— unos 30 milímetros y que el canal escurrió algo de la masa hídrica que afecta a toda la zona. No obstante sobre un área de 13 mil hectáreas unas 7 mil hectáreas están bajo agua.
El ingeniero agrónomo Domingo Francisco Novara comentó a LaCapital que "el agua en la zona rural, a unos dos kilómetros del pueblo, llega a un metro y sólo baja uno a dos centímetros por día, producto de la evaporación y gracias a que el canal funciona, pero obviamente no da abasto. Al sur de la localidad el agua cubre los campos y llega a unos 50 centímetros. En el pueblo ya no ingresa el agua a las casas, pero algunas calles están aún anegadas".
La localidad se encuentra en un valle y tras soportar la caída de unos 450 milímetros, luego recibió gran cantidad de agua que llegó de campos de la provincia de Córdoba como San Francisco y Freyre, y de la localidad santafesina de Santa Clara, que están más altos.
El ingeniero agrónomo acotó que en la zona se estima que "las pérdidas ascienden a unos 5 mil pesos por hectárea". Se calcula que el pueblo —que tiene una población de 300 habitantes más otros 160 que viven en zona rural— demorará meses en recuperarse de las fuertes lluvias del 19 de diciembre pasado y que en los campos las aguas terminarán de escurrirse o ser absorbidas por la tierra —si no llueve mucho— recién en febrero o marzo.
"Las napas están más que altas, los campos están «manchados» (con gran cantidad de sal) y en varias zonas se demorará mucho en recuperarlas. En la zona, en 19 días, las aguas sólo bajaron unos 20 centímetros. En la localidad, ya no entran a las casas pero aún hay barro y líquido en calles y accesos", comentó un productor agropecuario, quien acotó que "la ruta provincial 22 —en el tramo de 16 kilómetros hacia el pueblo de Josefina—, en unos dos mil metros está bajo el agua y con huellas en el ripio de unos 50 centímetros de profundidad".
Un dato que no es menor, en Bauer y Siguel muchos de sus habitantes son personas solas y de la tercera edad, un 20 por ciento de la población tiene más de 70 años, y esto agrava la situación, más aún teniendo en cuenta que la parte de la ruta inundada está a unos 500 metros a la salida de la localidad y ello afecta las comuniciaciones.
Fenómeno inédito desde 1981. Domingo, otro productor de la zona —que tiene justamente 70 años— comentó a este diario que "de agosto a enero llovieron 950 milímetros cuando la media anual es de mil, sin duda es una condición climática anormal que no se daba desde 1981. La cosecha de soja y maíz en la zona inundada se estima que se ha perdido totalmente".
Los vecinos del pueblo afirman que "las obras de desagüe desde hace muchos años están virtualmente paralizadas. Los funcionarios de Hidráulica de Santa Fe y Córdoba, no se ponen de acuerdo en cómo terminarla. Hoy, tras lo vivido estas semanas, se demuestra que hay que hacer algo pronto, como pedimos hace décadas".
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