El origen del conflicto mereció versiones contrapuestas de la policía y los familiares de los internos, que coincidieron en una pelea entre dos grupos diferenciados. Para la CTC, el estado es responsable de no haberlo prevenido.
Un motín de internos alojados en la comisaría 5ª, ubicada en Italia al 2100, dejó ayer como saldo 13 personas heridas por quemaduras, intoxicación por monóxido de carbono, y lesiones cortantes. Dos de ellos fueron trasladados al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA), tres al Centenario, y el restante al Baigorria. Sobre los motivos que originaron los incidentes, por los cuales se establecieron medidas de seguridad para evitar fugas, se escucharon versiones contrapuestas. Desde la policía aseguraron que la revuelta comenzó a las 10.30, cuando por causas que no fueron aclaradas, los 30 internos que estaban separados en dos penales se cruzaron. Según los familiares de los detenidos, todo empezó a las 8 durante la ronda de recuento, cuando cinco internos, a quienes llaman refugiados, y que están separados del resto, atacaron con facas y palos a los del penal grande, quienes decidieron amotinarse incendiando colchones. Para Lilian Echegoy, integrante de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC), existe "una responsabilidad del Estado porque no previnieron el conflicto, no se pueden mezclar a dos grupos de internos de calidades diferentes que por algo están separados, hubo una falla de la organización y los internos sufren las consecuencias".
El Jefe de Orden Público, Daniel Corbellini, dijo que el incidente entre los 30 detenidos alojados en la comisaría 5ª "arrancó a las 10.15 con una pelea entre los internos, pero no sabemos el por qué. Hace 48 horas habían pedido el traslado, se los cumplimos, y en el día de hoy (por ayer) estalla esta situación. Hay seis personas que tienen lesiones producto de esa reyerta y el foco ígneo que iniciaron los mismos reclusos. Las heridas no son de mayor consideración, pero sí requieren de una atención en un efector público y fueron trasladados".
Corbellini precisó que una vez normalizada la situación, siete internos quedaron fuera del penal en la cuadra, aislados, y 17 en el penal, alguno de los cuales pidieron ser trasladados. Ante las denuncias de los familiares, quienes plantearon las diferencias entre dos grupos, el Jefe de Orden Público indicó que "algunos hablan de refugiados y no es así. Es un penal que tenía 30 personas, si la policía hubiese sabido de una situación de éstas que se les venía encima no la iba a permitir, los tres traslados que pidieron se cumplieron en un plazo de seis horas".
Consultado sobre si había algún nexo entre lo ocurrido el pasado jueves en la Comisaría 1ª, cuando siete internos fueron trasladados luego de una protesta que incluyó quema de colchones, y el de ayer en la 5ª, Corbellini dijo que los incidentes suceden "producto de la época del verano, realmente en los penales hace un calor distinto por la seguridad y el encierro a otros lugares. Las condiciones de detención no son las mejores, tampoco son las peores, pero estamos hablando de personas mayores de edad con conflicto con la ley penal, y las conductas individuales o colectivas que se puedan generar acá adentro escapan a la contención que puede dar Policía que es la seguridad para que no fuguen, porque hoy (por ayer) también hubo un intento de fuga que fue evitado".
Rosario/12 pudo comunicarse con uno de los internos amotinados que dio otra versión de los hechos. "A la hora del recuento, los policías le abren la puerta a los refugiados que están atrás y se aparecieron con facas y palos que les dieron los policías. A un compañero le cortaron la oreja y a otro la boca y por eso tuvimos que reaccionar, pero los mismos policías empezaron a tirar balas de goma para defenderlos", relató.
Para los familiares de los reclusos, ayer al mediodía todo era desesperación. La falta de información sobre lo que sucedía en el interior de la comisaría, y el no tener acceso a la identidad de los internos que fueron trasladados con heridas de distinta consideración por las ambulancias del Sies los obligó a estar atentos ante cada movimiento de oficiales en la puerta del penal. "Quiero saber si es mi hijo el que van a sacar", se quejaba una señora a la que no la dejaban acercarse hasta la puerta del penal.
La primera información la brindó el médico del Sies, Adrián Pafundi. Sin precisar los nombres de los heridos, Pafundi señaló que "fueron evaluados 13 pacientes, de los cuales seis necesitaron ser trasladados. Dos al Heca, con quemaduras en diversas partes del cuerpo y uno con compromiso de vía área que está en estado crítico, y que va a necesitar asistencia en terapia intensiva. Otro paciente fue al Hospital Baigorria con quemaduras y compromiso de vía área, y tres al Hospital Centenario, uno de ellos con una herida en el pabellón auricular".
Desde la CTC fueron confirmando las identidades de las personas que fueron trasladadas a los diferentes efectores. Mario Arévalo y Juan Cruz Jaime fueron derivados al HECA. Allí informaron más tarde que los dos quedaron internados en la Unidad de Quemados, mientras que Leandro Marini, Lionel Estrella y Roberto Herrera quedaron internados en el Hospital Centenario. Alberto Quiroga, en tanto, fue el interno trasladado al Hospital Baigorria.
"La situación está tranquila, hay internos que han pedido salir a limpiar el lugar", señaló Echegoy luego de participar de una ronda de recuento. "La situación es general a todas las comisarías, hay un montón de gente en una piecita para 12 personas. Acá había 30 y quedaron 18 porque hubo traslados. Es como una catacumba de la Edad Media, el baño está tapado, lleno de humedad, el patio que tienen es cerrado por lo tanto nunca tienen sol, la comida eran unos pedacitos de carne con mal olor, es una situación inhumana que se reproduce en todas las comisarías y que se van a repetir porque están hacinados", precisó la referente de la CTC.
De todos modos, Echegoy apuntó a la falta de prevención de las autoridades de la comisaría 5ª por una situación concreta y de sentido común. "Si tengo que limpiar, sacar y hacer el recuento en un penal, cierro el otro con llave. Acá algo pasó que se mezclaron y no había que mezclarlos, como mínimo es una irresponsabilidad y las explicaciones que me quieren dar no me cierran", abundó. La referente de la CTC dijo que la mayoría de los internos les comunicaron que querían permanecer en el penal, mientras que tres solicitaron ser trasladados a otras comisarías.
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