LA JOVEN. JUNTO A LAS ARGENTINA JULIETA PONCIO Y YANINA MACCALLINI EN KISS.
El incendio de una discoteca en Santa María (Brasil), que dejó un saldo de más de 230 víctimas fatales y otros tantos heridos, trajo a la memoria de todos los argentinos lo ocurrido en República de Cromañón el 30 de diciembre de 2004. Virginia Ibañez, una estudiante de 22 años de Santo Tomé que realiza un intercambio en esa ciudad, dialogó con Diario UNO sobre lo ocurrido y las semejanzas con la tragedia argentina.
Virginia realiza el profesorado y la licenciatura en Letras en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el año pasado obtuvo una beca para realizar un intercambio durante un cuatrimestre en la Universidad Federal de Santa María (UFSM). Debería haber regresado en diciembre pasado pero una extensa huelga generó que el cursado se extienda hasta marzo de este año.
El sábado por la noche, junto a un grupo de intercambistas argentinos, estaban por ir a la fiesta universitaria que se desarrolló en el boliche Kiss, que queda apenas a cinco cuadras de su residencia, pero finalmente desistieron porque algunos estaban cansados y otros tenían poco dinero. A la madrugada se despertaron con la noticia de la tragedia y una gran cantidad de sirenas de los equipos de emergencia que se dirigían al lugar.
“Somos seis argentinos intercambista los que estamos acá. Dos chicas de Córdoba, un chico de Resistencia, una chica de La Plata y un chico de Casilda. Por causa de un paro que duró más de 115 días, se corrió el calendario las clases, la fecha estimativa de finalización es el 2 de marzo. Me quedo acá hasta final de semestre, vuelvo y a la semana empiezo a cursar el quinto año en Santa Fe”, contó la joven.
Una decisión con mucha suerte
El grupo de intercambista vive en departamentos ubicados a cinco cuadras del local bailable por eso era habitual que vayan a disfrutar de las fiestas universitarias que se desarrollan todos los sábados. “La verdad es que andábamos cansados y muchos no tenían plata. Quedamos en ir todos el próximo jueves para festejar un cumpleaños”, relató la universitaria.
El grupo de intercambista vive en departamentos ubicados a cinco cuadras del local bailable por eso era habitual que vayan a disfrutar de las fiestas universitarias que se desarrollan todos los sábados. “La verdad es que andábamos cansados y muchos no tenían plata. Quedamos en ir todos el próximo jueves para festejar un cumpleaños”, relató la universitaria.
“Nosotros fuimos unas cinco veces a ese boliche y nunca pasó nada. Lo que sí, la semana pasada fuimos a la fiesta mexicana y en el medio de la noche aparecieron chicos con las bengalas que se ponen en la torta de cumpleaños. Mientras caminaban tenían en alto eso pero no pasó nada. Nunca vimos nada raro, el trabajo del personal siempre fue muy organizado. Por eso no podíamos creer que haya pasado eso”, contó sobre el lugar de la tragedia.
Y agregó: “Fue muy igual a lo que pasó en Cromañón, por lo que pudimos escuchar en la radio gaúcha, que es la local. La gente pisaba a la gente caída para salir, se confundían las salidas de emergencia con los baños y dicen que no se veía nada. Todos los chicos que tengo de amigos acá comparten fotos de amigos muertos o de gente de la que todavía no se sabe nada. Ahora, por ejemplo, se siguen escuchando ambulancias y acá ya son las 17 (ayer a las 16, hora de Santa Fe)”. Al respecto contó que antes el lugar era una cervecería, no se había pensado como un boliche. Y señaló que había una única puerta para el ingreso y egreso de la gente que tenía unos 2,5 metros de ancho por 3 metros de alto. Aunque remarcó que nunca antes había habido problemas.
“En Argentina antes de Cromañón no había controles y creo que acá pasa más o menos lo mismo. Nosotras conocimos cuatro boliches más y todos hubieran terminado en tragedia ante un acontecimiento así”, aseguró la joven de Santo Tomé.
Cabe mencionar que el incendio se desató a partir del show de la banda Gurizada Fandangueira que encendió elementos de pirotecnia que hicieron contacto con un material inflamable en el techo y generaron un espeso humo negro. El grupo era muy popular y actuó junto a Pimenta e sus Comparsas en una fiesta que organizaban, en conjunto, alumnos de las carreras de Tecnicatura en Alimentos, Veterinaria, Agronomía y Pedagogía de la UFSM entre otros.
Cómo era la salida
Virginia brindó algunas precisiones sobre cómo se desarrollaban habitualmente las fiestas en ese local bailable y cuáles eran las características del inmueble.
Virginia brindó algunas precisiones sobre cómo se desarrollaban habitualmente las fiestas en ese local bailable y cuáles eran las características del inmueble.
“En cuanto a los shows todos los fines de semana hay por lo menos una presentación en vivo. Casi seguro sertanejo que es la música que se escucha acá”, indicó y añadió: “Luego hay que tener en cuenta que la salida es empinada lo cual siempre tuve que salir muy despacio porque sino con los zapatos podía caerme. De ahí pasás a los box donde te cobran la tarjeta de consumición. Una vez que pagás subís unas escaleras con unos seis escalones y recién ahí tenés la salida que, generalmente, tenía una de las puertas abiertas. O sea que no hay una salida directa. Creo que entre las escaleras y esa bajada se complicó todo mucho más”.
Además confirmó que en la ciudad se habla de que los patovicas no quisieron abrir la puerta a los primeros chicos que salieron porque no les creían que había fuego. “Eso es porque hay una pared que no les deja ver el interior del boliche”, marcó y contó que un amigo suyo, que estuvo en el lugar publicó esto en Facebook: “Y fui registrado! Yo fui uno de los primeros 50 al salir, a principios del tumulto trataron de sostener las puertas con guardias de seguridad y mantener a las personas allí que no salieran del boliche! No sé si pensaban que se trataba de una pelea y no querían que salgan sin pagar! Sólo después de que la multitud derribó a los guardias de seguridad es que vieron la mierda que hicieron. Todo el mundo vio eso ahí”.
También dijo que hasta ayer a la tarde se vivían momento de mucha confusión porque se daba por muerta a gente que no lo estaba y la cola para identificar a las víctimas tenía más de 500 metros de largo.
Una ciudad conmocionada
Santa María, según comentó Virginia, es una ciudad muy parecida a Santa Fe donde viven muchos jóvenes universitarios, la gran mayoría llega del interior para cursar sus estudios en la UFSM. Ayer el panorama era poco habitual para un domingo, mucho más tránsito en las calles y todo el mundo pendiente de la información oficial y de los medios.
Santa María, según comentó Virginia, es una ciudad muy parecida a Santa Fe donde viven muchos jóvenes universitarios, la gran mayoría llega del interior para cursar sus estudios en la UFSM. Ayer el panorama era poco habitual para un domingo, mucho más tránsito en las calles y todo el mundo pendiente de la información oficial y de los medios.
“En Facebook, hay fotos de policías sosteniendo vestidos y carteras pidiendo si alguien sabía de quienes podían ser para identificar a las víctimas”, contó y agregó que la información se conoció enseguida en la zona. “Nosotros sabíamos por lo menos dos horas antes de lo que salió en la Argentina el número de muertos”, finalizó.
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