Ezequiel Villalba dijo que no
estuvo en el lugar del ataque a Maximiliano Rodríguez el 1º de enero. Lo
hizo ante el juez Donnola, que investiga ese ataque y el triple crimen
de villa Moreno que lo sucedió.
Ezequiel Emanuel Villalba,
conocido como El negro Eze, declaró ayer a la mañana ante la Justicia en
el marco de la causa que se le sigue por la tentativa de homicidio en
perjuicio de Maximiliano El hijo del quemado Rodríguez, hecho ocurrido
la madrugada del 1º de enero pasado y que derivara en el triple crimen
de villa Moreno cuando el padre del joven atacado quiso buscar venganza y
asesinó a tres pibes inocentes. En su relato, el muchacho acusado se
desligó de la imputación, dijo no conocer a Rodríguez y no haber estado
en el lugar del hecho. Sin embargo, el juez de Instrucción Juan Andrés
Donnola dispuso que siga detenido bajo la imputación de tentativa de
homicidio y dispondrá nuevas medidas en torno al avance de la causa.
"Mi cliente hizo una declaración
bastante concreta, contó cómo vivió los hechos y lo que hizo durante
estos meses en que la policía lo buscaba. Pero aseguró que no conoce a
Maximiliano Rodríguez y mucho menos haber estado en el lugar del ataque a
ese joven la madrugada del 1º de enero", aseguró ayer la abogada Mirna
Segré, representante de El negro Eze. En síntesis, el muchacho sólo
repitió lo que había dicho en un DVD que le había hecho llegar desde la
clandestinidad al magistrado los primeros días de febrero y a través de
su madre.
Sin embargo, para el juez Juan Andrés
Donnola Villalba fue uno de los jóvenes que llegó en una moto hasta la
esquina de Garay y Vera Mujica a las 3 de la mañana del primer día del
año y disparó contra Rodríguez, quien estaba en ese lugar a bordo de un
BMW en compañía de su novia y otra chica. Así lo aseguraron algunos
testimonios recogidos en la causa. Incluso, dicen que quien acompañaba a
Villaba era un muchacho al que se conoce como Danonino, quien aún
permanece prófugo al igual que un tal Chuky, que sería menor y habría
participado del ataque.
"Yo estaba tomando fernet con un vecino
cuando pasaron El negro Ezequiel y Rodrigo S. en una moto IBR negra.
Rodrigo manejaba la moto y Ezequiel tenía un fierro en la mano, una
pistola no muy grande. Detrás de ellos en otra moto iban Chucky y
Danonino tirando tiros", explicó un testigo del ataque en su momento.
Mientras que otros testimonios aseguran que tras ese episodio, Ezequiel y
Rodrigo S. estuvieron a pocos metros de la canchita de Presidente
Quintana y Dorrego cuando se desató la tremenda balacera del triple
crimen.
Rodríguez es hijo de Sergio Gustavo El
quemado Rodríguez, un hombre con pesados antecedentes penales. Cuando se
enteró de lo ocurrido con su hijo y éste le dijo en el Hospital de
Emergencias quiénes le habían disparado, el hombre salió a buscar al El
negro Eze, quien vive en cercanías de una canchita de fútbol de
Presidente Quintana y Dorrego, en la villa Moreno. Lo hizo en compañía
de un par de laderos y fuertemente armado.
Poco después de las 4 de la mañana de
aquel día, en ese predio de fútbol infantil, El quemado descargó una
pistola ametralladora contra Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián
Rodríguez matándolos en el acto. Varios testigos sostuvieron, incluso,
que El negro Eze estaba en su casa al momento del hecho y que
intercambió algunos disparos con quiénes lo buscaban. Pero que,
acorralado, huyó rápidamente del lugar y el jueves se entregó ante la
Justicia.
Por el triple crimen fueron apresados
El quemado Rodríguez, de 41 años; Brian Pescadito Sprio, de 23; Daniel
Alejandro Teletubi Delgado, de 21; y Brian Damián Damiancito Romero, de
20 años. En tanto, Gerardo Jeta M., de 18 años, permanece en libertad
pero sigue vinculado a la investigación.
Informes
El diputado provincial y titular de la
Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara baja, Eduardo Toniolli,
presentó un pedido de informe para conocer las razones por la que no ha
sido nombrado aún el secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad.
El legislador sostuvo su pedido en “el crecimiento exponencial de
muertes por «ajustes de cuenta» y del comercio de drogas, lo que
encuentra ramificaciones en miembros de las fuerzas de seguridad”. Y
atribuyó la situación a “la falta de conducción política de la policía,
que redunda en un virtual autogobierno de la fuerza”.
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