sábado, 24 de marzo de 2012

INT. Benedicto XVI llegó a México en medio de la alegría y fervor de los fieles

Tras 14 horas de vuelo, fue recibido por el presidente Calderón con bailes y cantos típicos. "Este país y este continente están llamados a vivir la esperanza en Dios", dijo.

Acompañado por una comitiva de 30 personas, entre ellos cuatro cardenales, y 75 periodistas internacionales, Benedicto XVI inicia su primera gira por países de habla hispana en América Latina, que también lo llevará a Cuba.

"Me siento muy feliz de estar aquí y agradezco a Dios por permitirme cumplir un deseo que llevaba en mi corazón desde hace mucho tiempo", fueron las primeras palabras de Benedicto XVI, quien se mostró muy emocionado.

Recordó que su antecesor, Juan Pablo II, siempre quiso viajar a Guanajuato por ser el centro de México y contó que él decidió hacerse "eco de sus palabras".

"Agradezco el afecto, con esta breve visita deseo estrechar la mano de todos los mexicanos y de todos los pueblos latinoamericanos", dijo el Papa, quien aseguró que el pueblo mexicano se acoge a la constante bendición de Cristo.

En sus palabras, destacó que varios países celebraron, o lo harán este año, sus bicentenarios. Celebró que en sus conmemoraciones se incluyan actos religiosos.

"Nuestra Madre María desde el cielo ha seguido velando por sus hijos, a quienes acompañó en la creación de las naciones y ahora, en los momentos difíciles", subrayó.

"Vengo como el peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Ningún poder tiene derecho a olvidar o desechar la dignidad de las personas. No se entristezcan por los que no tienen esperanza, la creencia en Dios ofrece la certeza de encontrarla", agregó.

Benedicto XVI afirmó: "Este país, este continente, están llamados a vivir la esperanza en Dios, con una conexión profunda, que la convierte en un compromiso de caminar juntos hacia un mundo mejor".

En su discurso de recepción, Calderón le dio la bienvenida y le aseguró que el pueblo está regocijado con su visita. "Significa algo enorme en momentos en que nuestra patria atraviesa por situaciones difíciles y decisivas", dijo.

"Son muchos los desafíos que nos tocaron enfrentar en los últimos tiempos. Lo recibe un pueblo que ha sufrido mucho y que, a pesar de ello, hace enormes esfuerzos todos los días para salir adelante", prosiguió. Agregó que el país "ha sufrido la violencia descarnada de los delincuentes".

"El crimen organizado muestra un siniestro rostro como nunca antes, pero México está de pie porque los mexicanos somos fuertes", afirmó el mandatario.

"Nos esforzamos con ahínco para superar problemas como la pobreza y la desigualdad y para generar mejores posibilidades. Su visita reconfortará las almas de los mexicanos, es un gesto de solidaridad con nuestro pueblo que nunca olvidaremos", indicó.

Efectivos del Estado Mayor Presidencial y de las policías federal, estatal y municipal montaron un gran operativo de seguridad que incluye la utilización de perros adiestrados y tecnología de punta.

En minutos más, el Papa se reunirá con el presidente Felipe Calderón, en un encuentro que será animado por mariachis.

Durante el vuelo de Roma a Guanajuato, habló sobre el narcotráfico, que causó 50 mil muertos en México en los últimos cinco años. "Nuestra gran responsabilidad es educar las conciencias, educar la responsabilidad moral", dijo tras pedirle a los católicos que hagan "todo lo posible contra ese mal destructor de la juventud".

"El problema del narcotráfico y de la violencia es una gran responsabilidad para la Iglesia de este país con 80% de católicos", subrayó.

El arzobispo emérito de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval, consideró que el viaje del Sumo Pontífice constituye "el pago de una deuda con América Latina".

El anterior viaje de Benedicto XVI al subcontinente fue en mayo de 2007, cuando estuvo en Brasil, el mayor país de habla portuguesa del mundo, para asistir a la Conferencia General de Obispos de América Latina y el Caribe.

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