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lunes, 13 de febrero de 2012

PROV. STA FE: Reforma sí, suba tributaria no

Desde Apyme y Festram se manifestaron a favor de cambio impositivos en la provincia, pero sólo para grandes contribuyentes. “Que tributen los grupos económicos que mantienen exenciones desde los 90”, dijeron.
 
A propósito de la intención del gobierno provincial de reavivar la discusión en torno a un proyecto de reforma tributaria, desde Apyme Rosario, organización que nuclea a pequeñas y medianas empresas, dijeron estar a favor de una modificación integral de la estructura impositiva santafesina, siempre y cuando se fije una carga mayor para los sectores productivos que obtienen más rentabilidad y con rebajas para los pequeños contribuyentes, según indicó el presidente de la entidad, Juan José Sisca. En la misma línea, desde la Festram, federación que agrupa a sindicatos municipales de la provincia, rechazan “enérgicamente” cualquier propuesta de aumento de impuestos, aunque acuerdan con una reforma equilibrada para que tributen grandes grupos económicos, tal como lo afirmó el secretario general de la organización, Claudio Leoni. Tras finalizar el ejercicio 2011 con déficit en sus cuentas públicas, el gobierno de Santa Fe reconoció la necesidad de aumentar la recaudación en un contexto de apertura de negociaciones salariales con los trabajadores estatales. Y para ello buscó reinstalar el debate político-económico que habilite una reforma tributaria, proyecto negado por sectores agroindustriales y la oposición justicialista en dos oportunidades durante la administración Binner, por considerar a la iniciativa como “un mero aumento de impuestos”. El gobernador Antonio Bonfatti admitió que el tema está “en estudio” y hasta propuso abrir una discusión a nivel nacional. El mandatario se colocó por un rato el delantal de cocinero de la Cada Gris y apeló a la metáfora “hay que dar vuelta la tortilla”, para reconocer que el actual sistema impositivo “es injusto”, ya que “perjudica a los menos tienen”. Apyme Rosario sentó posición: “Hablar de pagar más es siempre antipático, pero hay que impulsar un equilibrio fiscal. La reforma debería rebajar a pequeños y aumentar a grandes empresas. Una reforma tributaria en la provincia y a nivel nacional debería apuntar a que tributen quienes más ganan, con una diferenciación hacia las pymes, que son las mayores generadoras de puestos de trabajo, tienen un impacto en el producto interno nacional de más del 50 por ciento y, en la mano de obra, de más del 70 por ciento. El debate sobre una reforma tributaria integral es una materia pendiente”, sostuvo Sisca ante la consulta de este diario. Ingresos Brutos es un tributo que el fisco provincial percibe de manera integral, pese a que la actividad industrial está exenta. Otros ingresos directos a las arcas de la Casa Gris se conciben a través del impuesto Inmobiliario, Sello y Patente, ya que el resto de los recursos provienen de la Nación. “Deberían pagar más los que mayor rentabilidad tienen”, insistió Sisca, y agregó: “El mismo criterio se debería aplicar en Ingresos Brutos. Las grandes empresas y las cerealeras deben pagar este tributo, incluso rebajando la alícuota a pequeños comercios”. En igual sintonía se pronunciaron desde la Federación de Sindicatos Municipales de la provincia de Santa Fe (Festram), que viene denunciando una “distorsión” de las cargas tributarias “a favor de los sectores con mayor rentabilidad y concentración económica, en desmedro de las pequeñas y medianas empresas, profesionales, comerciantes, trabajadores y sectores populares de menores ingresos”. El titular de la federación, Claudio Leoni, expuso la postura de la entidad gremial con relación a una eventual reforma tributaria: “No queremos que los impuestos lo sigan pagando los mismos de siempre. Reclamamos una participación activa del Estado provincial para que tributen los grandes grupos económicos que mantienen exenciones impositivas desde la década del 90”, señaló el sindicalista. Al mismo tiempo, propuso “que el Ejecutivo y la Legislatura examinen con responsabilidad institucional y justicia social las exenciones impositivas establecidas a los sectores de alta rentabilidad, como exportadores, terminales portuarias, grandes industrias vinculadas a la actividad primaria y al sector financiero, entre otros, que se quedan con más de 2.900 millones de pesos”. Y completó: “En este grupo hay más de cien empresas multinacionales que operan en la provincia sin pagar un solo peso de impuesto”. “Irracionalidad tributaria” Tanto Apyme como Festram coincidieron, además, en la necesidad de actualizar a valores del mercado los impuestos Inmobiliario Urbano y Rural. En este último caso, entidades ruralistas, como la Federación Agraria, volvieron a rechazar –como en 2009– la idea impulsada por el gobierno provincial, al argumentar que los productores están hoy ante un escenario de “pérdida de rentabilidad” como consecuencia de la sequía que afectó el normal desarrollo de los cultivos de soja y maíz. La FAA planteó que acuerda con un cambio del actual “modelo regresivo en el cobro de gravámenes”, pero consideraron “inoportuna” la iniciativa lanzada por el gobernador Bonfatti de aumentar la alícuota del Inmobiliario Rural. La cuestión genera una feroz resistencia en los hombres de campo, siempre audaces a la hora de esquivar al fisco. En este sentido, el Ejecutivo santafesino entiende que no hay relación entre la valuación patrimonial de un pedazo de tierra fértil en la Pampa Húmeda con el tributo correspondiente. Al respecto, Sisca opinó: “Debería haber una suba en el Inmobiliario Rural, para las grandes extensiones, sobre todo en la provincia de Santa Fe en los lugares de mayor producción. En la denominada zona núcleo la rentabilidad de las tierras es muy elevada, y en algunos casos el impuesto Inmobiliario que se paga es ridículo en función de lo que vale la tierra y de lo que produce, diferenciando a los sectores más pequeños”. Y continuó: “No tiene que ser un aumento de impuestos, sino una reforma integral. Se intentó hacer con el Inmobiliario Rural y ante las presiones de los grandes productores se frenó. Pero… si no pagan ellos, ¿quién va a pagar?, ¿el trabajador en detrimento del mercado interno?”. Por su lado, Festram pidió que “no se sigan ocultando los valores reales de las propiedades urbanas y rurales. El impuesto Inmobiliario se aumenta en porcentajes para ocultar el patrimonio efectivo de sus propietarios, fomentando la evasión a toda tributación vinculada con la riqueza”. Para la organización gremial, “la irracionalidad tributaria queda expuesta con la siguiente comparación: un acoplado con tres años de antigüedad que transporta la producción y cuyo costo es de 60 mil pesos paga 600 de Patente anual, mientras que una hectárea, cuyo valor en zona fértil supera los 90 mil pesos, sólo abona 100 al año de impuesto Inmobiliario. Un trabajador que percibe el salario mínimo pagará 6.300 pesos anuales sólo por impuestos al consumo. Nosostros no queremos aumento de impuestos, exigimos la equidad tributaria”. Leoni aseguró que en la provincia de Santa Fe, “las corporaciones se siguen imponiendo sobre la política” y solicitó que se dejen de lado la “pirotecnia partidaria, porque al final el resultado siempre es el mismo: a los trabajadores bajos salarios y a los grupos económicos exenciones impositivas”.

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