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lunes, 13 de febrero de 2012

NAC. Había ido de vacaciones y está internada en Brasil desde el 31 de enero

Vivian Buchmann Báez viajó para pasar el fin de año con su novio. La afectó el síndrome de Guillain-Barré. No mueve el cuerpo, ni la cara.

 

 Vivian Buchmann Báez, una joven de 27 años, estudiante de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos, permanece internada desde el 31 de enero en el Hospital de Clínicas de San Pablo, tras sufrir durante sus vacaciones el síndrome de Guillain-Barré, el trastorno neurológico que afectó en julio de 2010 a Martín Renzacci en plena luna de miel en la Isla de Tasmania. Según explicó a Tiempo Argentino el padre de la joven, Carlos Buchmann, Vivian no puede mover su cuerpo, ni su cara, aunque se encuentra consciente y logra comunicarse por señas con su madre Edith y su hermana Noelia, que viajaron a la capital brasileña para acompañarla. “Los síntomas de la fase aguda son muy crueles y ahora tiene miedo. Pero sabemos que va a pasar este momento y que no van a quedar secuelas”, aseguró.

Vivian viajó a Brasil para festejar  el Año Nuevo junto a su novio, oriundo de Brasil, y un grupo de amigos que conoció en un intercambio en 2008. Con los primeros síntomas asistió a un hospital, donde subestimaron su malestar, y luego a una clínica privada, donde le dijeron que era emocional. Como la sensación de debilidad seguía acrecentándose, se acercó al Hospital de Clínicas de San Pablo. Según explicó la especialista en neurología del Hospital Italiano de Buenos Aires, Cristina Zurru, es común la dificultad para el diagnóstico porque los primeros síntomas son poco específicos: adormecimiento en las piernas, dificultad para caminar, algún malestar en los brazos y quizá, algún compromiso respiratorio. “La neuropatía suele progresar a lo largo de los días, dentro de la primera semana. Es una enfermedad esporádica que no se puede prevenir. Suele estar asociada a un cuadro infeccioso, del tipo viral, o a la aplicación de alguna vacuna”, explicó Zurru.
Su hermana Noelia contó que la expectativa de los médicos es que salga sin secuelas, aunque tras una larga recuperación. “Va a tener que volver a aprender a caminar, a hablar, a mover los brazos. Pero va a salir adelante”, dijo. El tratamiento para este síndrome se denomina plasmaféresis, un método mediante el cual se extrae toda la sangre del paciente y se procesa de forma tal que vuelva al cuerpo sin el plasma con anticuerpos. El padre aseguró que no tiene intenciones de que haya un traslado a la Argentina, porque la atención de los profesionales paulistas es “excepcional tanto médica como psicológica” y porque “el hospital está reconocido como uno de los mejores de Latinoamérica”.
Pero, mientras tanto, Carlos Buchmann está tramitando un subsidio con el gobierno de la provincia de Entre Ríos para cubrir los gastos de la estadía y los pasajes de los familiares. “Nos dijeron que en los primeros días de la semana íbamos a tener respuesta. Sabemos igual que no somos los únicos que lo necesitan”, aseguró el padre y agregó que el vuelo de la joven lo había pagado su abuela y el de la madre y la hermana, su cuñada. Por su parte, el Consulado argentino está acompañando a la familia y se encargó de pagar la multa por la extensión del pasaje de vuelta de Edith y Noelia.<

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