En accion. Sandra Arroyo Salgado saliendo esta semana del Juzgado Federal de San Isidro. |
Ahora que retomó el expediente Arroyo Salgado, dio la orden de retomar los cotejos. La magistrada les dijo a las partes que deben conseguirse los datos de tres grupos familiares del ’76 que están incompletos y no pueden cotejarse con los de los hijos adoptivos de la dueña de Clarín. “Con ese argumento, están parando la causa”, explicaron fuentes del Grupo Clarín. Lo que, entienden, debe hacerse es continuar con la comparación de los perfiles genéticos de los años ’77 y ’78. “No se puede tener en vilo a los jóvenes con el argumento de que tres perfiles están incompletos. Porque además es muy probable que no consigan esa información para completarlos”, precisaron.
Sin embargo, Alcira Ríos, una de las abogadas querellantes que sigue en la causa, sostiene que la jueza ya dio esa orden. “Hubo una demora larga porque la jueza estuvo de vacaciones, pero ahora ya dio la orden de que se siga con los cotejos. No queda otra que esperar”, precisó.
La abogada añadió que es un análisis muy complejo. Y que se van a hacer comparaciones hasta el año ’79 inclusive. “El trabajo de los genetistas es muy complejo”, manifestó. Sobre los perfiles incompletos dijo: “Falta que se presenten más familiares para completar esos perfiles. Hasta que no se hagan, no se puede saber si son compatibles o no con estos dos jóvenes”. Ríos representaba a dos familias que, a priori, quedaron excluidas en las primeras comparaciones. “Pero hasta que no se sepa bien si estos chicos son hijos de desaparecidos o no y se hagan todas las comparaciones, nosotros vamos a continuar en la causa”, aseguró.
La causa se inició hace más de diez años. El juez federal Roberto Marquevich demostró que los expedientes de adopción de Felipe y Marcela Noble habían sido adulterados, con testimonios y datos falsos. Claro que si se tratara de una adopción irregular, la causa estaría prescripta. Pero volvió a reactivarse por la sospecha de los organismos de derechos humanos y de familias reclamantes que, por las fechas, podría tratarse de hijos de desaparecidos. En ese caso, se trataría de una apropiación ilegal de niños, un delito de lesa humanidad. Aún cuando se terminen los cotejos con resultados negativos la causa podría cerrarse con una falta de mérito, a la espera de muestras nuevas.
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