El secretario general de la institución sabalera, Marcelo Maglianesi declaró en Tribunales ante el juez penal de la 5ª nominación, Darío Sánchez.
En el marco de la causa que investiga la desaparición de la escultura de la Virgen de Guadalupe que estuvo entronizada en el Estadio de Colón, ayer prestó declaración indagatoria ante el juez de instrucción penal de la 5ª nominación, Darío Sánchez, el secretario general de la institución sabalera, Marcelo Maglianesi.
Durante más de dos horas, Maglianesi relató su versión de los hechos sobre el destino de la imagen religiosa, que fue bajada de su pedestal –ubicado sobre la platea oeste– el 7 de septiembre pasado, lugar que fue ocupado este miércoles por una réplica de la estatua original.
Acompañado por el abogado Luis Rodríguez, Maglianesi se retiró de los Tribunales santafesinos minutos después de las 13 y se negó a dialogar con la prensa. Si bien no se conocieron los detalles de su declaración, trascendió que el secretario general del club no habría negado las hipótesis sobre las que sustenta su investigación el juez Sánchez.
Hasta el momento, lo único que se sabe de la estatua original fue lo expuesto en el relato público que hizo el jugador del club, Ariel Garcé, en el que se hacía cargo de haber sido el responsable de bajar la imagen, aunque aclaraba que se trataba de una decisión de todo el plantel profesional: “El 7 de septiembre, como yo no me encontraba afectado a la práctica deportiva, los compañeros me pidieron que me encargue del operativo y contratamos una grúa para retirar la estatua” y “cuando llegó la grúa al estadio, llamamos desde la guardia al presidente Lerche y le pedí permiso para entrar a sacar la Virgen, y él me autorizó”.
Garcé, además, dijo que la imagen fue cargada en una camioneta y que no fue sujeta de ningún modo ni asegurada con sogas porque supuso que con el peso de la estatua no había riesgos de que se caiga. Sin embargo, no aclaró dónde quedaron los restos de la imagen dañada y eso es justamente lo que intenta averiguar el juez Sánchez.
Durante más de dos horas, Maglianesi relató su versión de los hechos sobre el destino de la imagen religiosa, que fue bajada de su pedestal –ubicado sobre la platea oeste– el 7 de septiembre pasado, lugar que fue ocupado este miércoles por una réplica de la estatua original.
Acompañado por el abogado Luis Rodríguez, Maglianesi se retiró de los Tribunales santafesinos minutos después de las 13 y se negó a dialogar con la prensa. Si bien no se conocieron los detalles de su declaración, trascendió que el secretario general del club no habría negado las hipótesis sobre las que sustenta su investigación el juez Sánchez.
Hasta el momento, lo único que se sabe de la estatua original fue lo expuesto en el relato público que hizo el jugador del club, Ariel Garcé, en el que se hacía cargo de haber sido el responsable de bajar la imagen, aunque aclaraba que se trataba de una decisión de todo el plantel profesional: “El 7 de septiembre, como yo no me encontraba afectado a la práctica deportiva, los compañeros me pidieron que me encargue del operativo y contratamos una grúa para retirar la estatua” y “cuando llegó la grúa al estadio, llamamos desde la guardia al presidente Lerche y le pedí permiso para entrar a sacar la Virgen, y él me autorizó”.
Garcé, además, dijo que la imagen fue cargada en una camioneta y que no fue sujeta de ningún modo ni asegurada con sogas porque supuso que con el peso de la estatua no había riesgos de que se caiga. Sin embargo, no aclaró dónde quedaron los restos de la imagen dañada y eso es justamente lo que intenta averiguar el juez Sánchez.
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