La restos del Puyehue volvieron a la región, aunque con una densidad menor que otras veces. La visibilidad estaba algo reducida pero las partículas no caían a la superficie. En Buenos Aires hubo complicaciones con los vuelos.
La ceniza del volcán chileno Puyehue se dio este jueves una vuelta, otra más, por el cielo de Rosario. La nube de partículas se hizo visible desde cerca del mediodía. Si bien no era espesa, bastaba con ojear el sol –anteojos negros de por medio– para notar como la luz se disfumaba por el fenómeno. Desde Defensa Civil confirmaron la llegada a la ciudad, aunque no representaba riesgo alguno. Y tanto el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) como el Weather Channel indicaban en sus cartillas para Rosario que el cielo estaba “despejado” pero con “presencia de ceniza volcánica”. La visibilidad en superficie estaba reducida a 9 kilómetros, unos cinco menos que en condiciones normales, de modo que prácticamente la nube grisácea pasó desapercibida entre la gente. Es que no era tanta como, por ejemplo, tres semanas atrás, cuando volvió a invadir la ciudad. Ni tampoco se precipitaba a superficie, al menos de forma notoria. Desde temprano se vieron afectados los vuelos de cabotaje en el Aeroparque porteño y también los internacionales desde y hacia Ezeiza por las cenizas. Había demoras en los servicios que se extendieron a lo largo de la jornada. Por su parte, la empresa Lan informó que a las 13 normalizó los vuelos de cabotaje y al exterior como estaban programados, luego de que se vieron afectados por la nube volcánica. El volcán chileno Puyehue emitió desde junio pasado cenizas que afectaron a todo el territorio argentino de acuerdo a la orientación de los vientos. Si bien en las últimas semanas no presentaba actividad, los restos depositados en el suelo, sobre todo en zonas patagónicas, son a menudo levantados por ráfagas y trasladados a otras regiones.
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