Entre lágrimas, abrazos y la celebración de una misa, las alumnas de 5º grado del Colegio Santa María retomaron el ciclo lectivo. Hubo charlas intimas con la profesora sobre el accidente que sufrieron el 2 de noviembre en Zanjitas, donde murieron 6 nenas y dos docentes.
Las alumnas del 5° grado del Colegio Santa María de San Luis retornaron ayer a clases entre lágrimas, emoción, abrazos, canciones de bienvenida y una misa, para recordar a las víctimas del accidente del 2 de noviembre en Zanjitas. Ese día, seis alumnas y dos docentes murieron cuando el micro en el que viajaban fue arrollado por un tren de carga en un paso a nivel a 65 kilómetros de la capital puntana.
A las 8 izaron la bandera en el salón multiuso y le cantaron el feliz cumpleaños a una de las nenas de otro grado. Tomaron el desayuno con gaseosas, golosinas y globos. Luego, cada una de las nenas habló con la maestra sobre lo que le había pasado durante los últimos días y lo vivido en el momento de la tragedia.
En medio de una profunda congoja, los papás aguardaban en la puerta, algunos con lágrimas en los ojos, otros atentos a la reacción de cada una de sus hijas. Es que durante estos primeros momentos “la idea es que las alumnas y sus padres puedan compartir estos días dentro del colegio”, según indicó la asesora pedagógica Noemí Alvarado.
Del total de alumnas sólo asistieron 17, ya que dos continúan internadas y una fue derivada a la ciudad de Buenos Aires.
“Tenemos que ver que todas las nenas estén bien, por eso se irán reincorporando a medida que los médicos les den el alta a las alumnas que siguen en recuperación”, explicó la directora, Mónica Luna.
A las 8 izaron la bandera en el salón multiuso y le cantaron el feliz cumpleaños a una de las nenas de otro grado. Tomaron el desayuno con gaseosas, golosinas y globos. Luego, cada una de las nenas habló con la maestra sobre lo que le había pasado durante los últimos días y lo vivido en el momento de la tragedia.
En medio de una profunda congoja, los papás aguardaban en la puerta, algunos con lágrimas en los ojos, otros atentos a la reacción de cada una de sus hijas. Es que durante estos primeros momentos “la idea es que las alumnas y sus padres puedan compartir estos días dentro del colegio”, según indicó la asesora pedagógica Noemí Alvarado.
Del total de alumnas sólo asistieron 17, ya que dos continúan internadas y una fue derivada a la ciudad de Buenos Aires.
“Tenemos que ver que todas las nenas estén bien, por eso se irán reincorporando a medida que los médicos les den el alta a las alumnas que siguen en recuperación”, explicó la directora, Mónica Luna.
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