Desde 1851 se fabrica en la ciudad el primer alfajor del país. Luego de varios traslados, en 2012, Merengo inaugurará su nueva fábrica en el puerto local.
Dos años más tarde, en 1853, el mismo local sería el escenario de la producción de dos elementos tan santafesinos como de relevancia nacional. En la planta baja del boliche, Hermenegildo Zuviría fabrica el alfajor santafesino, mientras que en el piso superior, los constituyentes Delfín Huergo, Juan María Gutiérrez y José Benjamín Gorostiaga, daban forma a la Constitución Nacional Argentina.
Fue así como Merengo comenzó a constituirse en la historia misma del alfajor santafesino y de la ciudad. “Antes de llegar al producto final, Hermegildo fabricada bizcochos, galletitas, mermeladas y dulce de leche. Como la gente solía untar el dulce en las galletitas, se le ocurrió confeccionar un mix de ambos productos, llegando a lo que tradicionalmente se lo conoce como alfajor santafesino, el primer alfajor del país, con su inconfundible baño merengado”, recordó en diálogo con Diario UNO, Hipólito Montemurro, presidente de Merengo, con relación a la historia de la empresa, en el año de su 160º aniversario.
“Uno habla de 160 años, y la verdad que son muchísimos. Sin embargo, llevo 60 años trabajando de forma ininterrumpida en la fábrica y significa toda una vida para mí. Cuando mi familia compró la empresa, mucha gente de la ciudad nos comenzó a contar historias y anécdotas sobre el origen de los alfajores Merengo y sobre la vida de Hermenegildo Zuviría, su fundador, dándonos a entender la importancia y la familiaridad de la empresa con la ciudad”, continuó agregando Hipólito.
Luego de comprar la fábrica de Hermegildo Zuviría, hasta la actualidad son tres las generaciones de la familia Montemurro que llevaron adelante los destinos de Merengo y su tradicional alfajor en la ciudad.
El desarrollo de la producción
En materia de producción, no es ninguna novedad asegurar que la tecnificación de las maquinarias fue evolucionando con el correr del tiempo, pero Hipólito Montemurro, titular de Merengo, subrayó que hay procesos que aún requieren de la mano del hombre: “No podemos dejar la producción sólo en manos de las máquinas; por eso podemos asegurar que el tradicional alfajor Merengo hoy se fabrica con un alto porcentaje de técnicas artesanales. Destinar toda la producción a las maquinarias, implicaría cambiar la receta de nuestro producto, una idea que hoy está muy lejos de nuestros objetivos.
“Recuerdo que a los cinco años de edad probé por primera vez un alfajor Merengo. Hoy puedo asegurar con total franqueza que sigue teniendo el mismo sabor y su receta no cambió en nada. La clave de todo está en la fabricación del dulce de leche y en la cuidadosa selección de la materia prima con la que se elabora la masa. Tenemos una receta que nunca cambiamos hasta el día de hoy”, aseguró el presidente de Merengo.
Crecimiento
Una de las principales metas que persigue hoy Merengo, es la finalización de su nueva fábrica en las instalaciones del puerto local. “Estamos encaminados. Nuestro objetivo es poder instalarnos con la nueva fábrica en el puerto a principios de 2012. La idea es enfocar toda la actividad en el nuevo local, desde la fabricación, pasando por la venta al público y terminando con la confección de un museo que refleje toda la historia del alfajor santafesino y su importancia para la ciudad, pensando también en la integración al circuito turístico local existente como el museo de la cervecería, el museo del puerto, entre otros atractivos históricos”, subrayó Mauricio Montemurro, titular del departamento de Marketing y Comercialización.
“Con la fábrica nueva en funcionamiento, la idea es brindar un producto integral. Queremos que todos aquellos que la visiten puedan observar cómo se produce el alfajor santafesino. Además, una vez que esté en funcionamiento, queremos comenzar a expandir nuestro producto al exterior, ya que hemos recibido muchas propuestas de países limítrofes”, continuó agregando Mauricio Montemurro.
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