Los estudiantes de las escuelas Nº 1336 Combate del Quebracho, Nº 508 Cecilia Grierson y del jardín de infantes Nº 222 no pueden ingresar a los edificios por las profundas zanjas.
Entrar y salir de las escuelas Nº 1336 Combate del Quebracho, Nº 508 Cecilia Grierson y del jardín de infantes Nº 222 de barrio Santa Rita resulta una tarea difícil para los cerca de 1.000 alumnos que concurren diariamente a las instituciones. Es que los edificios están rodeados por zanjas muy profundas y anchas en las que se acumula y pudre el agua. Liliana Berraz, directora de la primaria, explicó que se han hecho reclamos a la Municipalidad porque las tareas realizadas profundizaron el problema pero aún no han tenido una respuesta. Los días de lluvia el lugar se vuelve realmente intransitable. La situación se vive desde hace meses y, pese a que han realizado reclamos, no tuvieron respuestas desde la Municipalidad. “Llamamos mil veces, nos toman el pedido y no hay solución. No vienen o dejan las cosas mal hechas y por la mitad como sucedió ahora”, manifestó. Según relató la escuela tiene problemas desde hace muchos años porque está en un nivel inferior al de las calles. Por lo tanto, cada vez que llueve, el agua entra a la institución. “Se hicieron varias obras para resolver el problema pero como no desaguan las calles no nos salvamos de que el agua entre”, indicó. Peligros para la comunidad Durante los días de lluvia el agua se acumula en grandes cantidades y luego queda estancada por lo que se pudre o se generan grandes cantidades de mosquitos, con los riesgos que todo eso puede suponer para la salud de los integrantes de la comunidad educativa. “A eso hay que sumarle los problemas de ingreso al edificio”, manifestó Berraz y siguió: “Los autos y los transportes no pueden parar para bajar a los chicos, se empantanan. Además hay una importante disminución en la transitabilidad de la calle Alsina y la gran cantidad de autos hace que se vuelva peligrosa”. Al jardín asisten unos 80 nenes y nenas, a la primaria otros 650 y a la secundaria unos 370, se trata de una comunidad grande a la que hay que sumar los docentes y asistentes escolares y a los familiares que todos los días llegan hasta los establecimientos educativos. Por lo tanto, es un muy importante número de personas el que se ve afectado por esta situación. “Éstos son trabajos mal hechos. Estamos circundados por zanjas a cielo abierto que no tienen un sistema de desagüe ordenado y estructural. Nosotros pedimos ayuda la Municipalidad pero la solución terminó siendo peor que la enfermedad. Al dejar las zanjas con montañas de tierra al costado, quitan más espacio a las calles. Además se vuelven peligrosas para los chicos porque son hondas y los días de lluvia están repletas de agua”, remarcó la directora de la primaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario