En su alegato final, el represor dijo que el Gobierno tiene "animosidad" contra los acusados de delitos de lesa humanidad. "Se busca venganza", afirmó.
Con críticas a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y asegurando que es "un perseguido político" el represor y ex marino Alfredo Astiz dio hoy su alegato final en el juicio que se le sigue por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA). Al tiempo que dijo que es víctima de "un acto linchamiento" promovido por el Gobierno que "busca venganza". Así, y tal como lo hizo ayer en el mismo juicio el represor Adolfo Miguel Donda (tío de la diputada Victoria Donda), Aztiz atacó al Gobierno al dar sus últimas palabras antes del veredicto en el juicio, que pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles próximo: "El Gobierno no vacila en la venganza de las personas que combatimos el terrorismo. Se busca la venganza a través del martirio y la muerte en prisión". Al final de las dos horas que invirtió en leer su alegato, el ex capitán de fragata se acercó hasta el juez Daniel Obligado, presidente del Tribunal Oral Federal 5 (TOF5), y le entregó un ejemplar de la Constitución nacional con el pedido de que "se lo haga llegar al presidente de la Corte (Suprema), el abogado Ricardo Lorenzetti". Además, el represor apuntó contra la mandataria, al asegurar que "Cristina Fernández ha manifestado públicamente su animosidad hacia nosotros y su deseo de que sigamos privados ilegítimamente de la libertad por tiempo indeterminado". Luego, denunció que "la Presidenta ha dicho públicamente las penas que nos deben ser aplicadas, en violación del artículo 109 del Código Procesal Penal". Tras estas palabras, Astiz se proclamó "un perseguido político" por el Gobierno nacional y por la Justicia, a la que denominó "el terrorismo judicial". Y hasta aseguró que hay "grupos de persecución y venganza", en referencia a los querellantes -familiares de las víctimas más organismos defensores de los Derechos Humanos-. Finalmente, calificó a este proceso como "una persecución disfrazada de un acto judicial". "La ilegal condena que va a dictar el tribunal especial es parte del plan del Poder Ejecutivo", desafió Astiz, que tiene pedidos de prisión perpetua por parte de la fiscalía y las querellas, y consideró que "el Gobierno no vacila en la venganza de las personas que combatimos el terrorismo. Se busca la venganza a través del martirio y la muerte en prisión". El marino que en la ESMA era llamado por sus alias de "Cuervo" y "Rubio" diagnosticó que lo que dio en llamar "falsas condenas" contra él y sus camaradas de arma se basan en "el terrorismo judicial, la colonización judicial, la imprescriptibilidad y los testigos necesarios". "Este acto es un linchamiento, este acto no es Justicia", se quejó y hasta sonó amenazante cuando, dirigiéndose a los jueces como "los abogados que tengo a mi izquierda", les dijo que "esto que están haciendo algún día va a ser considerado delito de lesa humanidad". Luego les advirtió: "Lo que empieza mal termina mal. Todo esto va a terminar peor". Luego de las últimas palabras de Astiz, que en verdad fueron un alegato por su extensión desde las 10 hasta las 12, el juez Obligado llamó a un cuarto intermedio hasta el miércoles 19, a las 9, cuando los acusados Antonio Pernías, "Rata" o "Trueno", y Alberto González, "Gato", tendrán la oportunidad de hablar antes de la sentencia. Los otros acusados son Adolfo Miguel "Gerónimo" Donda Tiguel, Carlos Antonio "Tomy" Capdevilla, Jorge Eduardo "Tigre" Acosta, Ricardo Miguel "Sérpico" Cavallo, Raúl "Mariano" Scheller, Juan Carlos "Juan" Rolón, Pablo "Dante" García Velasco, Julio Coronel (ejército), Oscar Antonio Montes, Jorge Carlos "Ruger" Radice, Manuel García Tallada, Ernesto "220" Weber (policía), Juan Carlos "Lobo" Fotea (policía), Juan Antonio "Piraña" Azic (prefecto). Los miembros del Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA son juzgados por 85 casos de delitos contra la humanidad -tormentos y privaciones ilegales de la libertad-, entre ellos, los secuestros y desapariciones de la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de Devicenzi, Maria Bianco, Esther de Careaga; el periodista y escritor Rodolfo Walsh; y las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon. Por el campo de concentración que funcionó en la ESMA se calcula que pasaron alrededor de 4.500 prisioneros, los cuales en su mayoría terminaron siendo arrojados vivos y dopados al mar desde los "vuelos de la muerte", que hacían los aviones Electra de la aviación naval. Este juicio oral empezó en diciembre de 2009 y es el segundo por los crímenes perpetrados en la ESMA, pues el primero tuvo por acusado en 2007 al represor y prefecto Héctor Febres, que cuatro días antes de su último alegato en el proceso antes de la sentencia fue encontrado muerto en su celda envenenado con cianuro.
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