sábado, 15 de octubre de 2011

Para Lerche no hay delito y se debería archivar la causa

El presidente de Colón dio a conocer en medios locales un escrito que sería con el que contestaría las requisitorias de la Justicia. Hasta ayer, al cierre de Tribunales, aún no había sido presentado.
Finalmente el cerco de silencio se empieza a romper. Si bien no fue con la contundencia y la claridad que todos esperaban, el avance de la causa judicial hizo que desde Colón empezaran a dar algunas explicaciones –hasta el momento sólo mediáticas– sobre lo que se estaría haciendo con la imagen de la virgen de Guadalupe que estuvo entronizada en el Brigadier López.


En su edición del jueves 13 de octubre pasado, Diario UNO publicó que el club del barrio Centenario tenía 48 horas para contestarle a la Justicia dónde estaba la escultura. Si bien hasta ayer, al momento de cerrar Tribunales, eso no había sucedido, algunas radios locales dieron a conocer un escrito firmado por el presidente de Colón, Germán Lerche, que sería el que presentarían los asesores legales del club al juez de instrucción penal de la 5ª nominación, Darío Sánchez.


En el mismo, Lerche, aseguró haber tomado conocimiento de la denuncia y solicitó “el reintegro de la documental retenida” en ese juzgado luego del allanamiento que se realizó el 5 de octubre pasado en la sede de la institución. Puntualmente solicita la devolución del libro de actas de comisión directiva ya que “resulta imposible cumplimentar nuestra obligación legal de actuar nuestras reuniones si no se procede a la inmediata devolución de dichos libros”.


El presidente de Colón también aseguró en el texto difundido que hay información que solicitó el juez que consta en el libro de actas de la comisión directiva que está en el juzgado, “por lo cual dicha información consta en su poder”.


Lerche aseguró en su escrito “que no se advierte en los hechos fundantes de la denuncia delito de acción pública que justifique la prosecución de esta investigación” y que “la imagen de la Virgen que se encontraba en el estadio era de propiedad del Club Atlético Colón como inmueble por accesión”.


Un punto importante del escrito indica que el retiro de la imagen se hizo con su permiso. De esta manera Lerche estaría intentando cambiar la imputación del delito que hasta el momento es de robo calificado por escalamiento. Sin embargo, al mismo tiempo, está asumiendo toda la responsabilidad de lo que suceda con esa imagen.


“Esta decisión no se actuó formalmente de ningún modo por entender que cuento con facultades suficientes para ello”, consta en el escrito y agregó: “Si hubiese disconformidad de socios o miembros de la Comisión con dicha decisión es un problema societario y no penal”.



La restauración
En el texto se deja constancia de que el retiro se realizó con la intención de los jugadores de restaurar y reubicar la imagen “debido al evidente deterioro” y que “en ese proceso se está actualmente”.
Éste es un punto interesante. En el escrito de Lerche se señala textualmente: “El artesano que originariamente realizó la imagen se encuentra trabajando en ella, por orden de los jugadores. Desconozco el lugar físico donde lo hace porque respeto su trabajo y privacidad que pretende”.


Aquí hay varias aristas para analizar. Por un lado el presidente de Colón asegura que la imagen está en poder de su autor. Sin embargo, Diario UNO se comunicó con Milton Miller, hijo de Saúl quien confeccionó la imagen original. En su relato Milton aclaró que él no participó de la construcción de la escultura y que desconoce si algún jugador, dirigente o allegado al club Colón se comunicó con su padre para solicitar una restauración de la estatua. Pero, explicó que Saúl Miller actualmente está viviendo y trabajando en Córdoba. Este dato contradice a las primeras explicaciones que se dieron desde el club donde decían que la restauración se estaba realizando en Buenos Aires.


Por otro lado, no se explica por qué el presidente de Colón desconoce el lugar físico donde se está llevando adelante la restauración. Más allá del argumento del respeto al trabajo y la privacidad del escultor, hay que recordar que la requisitoria la realizó la Justicia. Por lo tanto la privacidad del artista y su trabajo está asegurada. Fuentes tribunalicias aseguran que se trata de una medida dilatoria para ganar un poco de tiempo.


Al entender de Lerche no hay delito. “No hay desapoderamiento, no hay daños cometidos por terceros, y no se advierte dolo ninguno”, dice el escrito y agrega: “Por lo tanto surge a mi criterio con claridad que no puede continuarse la presente causa cuando la Institución propietaria manifiesta expresamente que no ha sido desapoderada ni afectada en sus derechos en modo alguno. Por lo tanto corresponde el archivo de las presentes actuaciones, lo que expresamente solicito”.


Según pudo saber Diario UNO y a pesar del pedido del presidente de Colón, la causa continuará su curso hasta tanto aparezca la imagen original.


La falta de información clara y precisa levantó un manto de sospechas sobre el destino de la figura religiosa. Incluso hubo vecinos de la localidad de Monte Vera que aseguraron haber sido testigos involuntarios de la destrucción de la escultura. Por ese motivo, en el caso de que llegue a aparecer una imagen de la Virgen de Guadalupe, la Justicia realizaría los peritajes pertinentes para determinar si se trata del original o de una réplica.

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