LA FICCIÓN ¿QUÉ FICCIÓN?
Jorge Fernández Díaz en su columna “Aguante la ficción… que paga Cristina” realiza una operación intelectual tan graciosa que le encantó a Ernesto Tenembaum quien utilizó la reflexión del columnista de La Nación para completar su propio pensamiento respecto del caso Mike Magnetto. JFD compara allí sin el mínimo reparo el caso Papel Prensa con el caso Schoklender. En su análisis JFD nos requiere que imaginemos lo siguiente: imaginate que el gobierno de Macri pagara una serie para televisión que contara el caso Schoklender. (Pero imaginateló en versión macrista o lanacionista donde Schoklender represente todo lo malo y corrupto que es el kirchnerismo. Yo me lo imagino a Martín Seefeld en una moto, con barba y todo de negro). El columnista deduce que tal producción artística debería considerarse como de “manifiesta intención partidaria”. Ergo y rapidito: entonces, El Pacto, bancado con fondos estatales -básicamente con los impuestos de Luis Majul- es una operación kirchnerista.
BIBLIAS Y CALEFONES
Porque para JFD y Tenembaum es lo mismo un parricida acusado de afanarle plata al Estado que la rara operación por la cual La Nación y Clarín se quedaron con el monopolio del papel de diarios en el país. Que se lo quedaron se puede comprobar fácil, porque PP es de ellos. Ahora faltaría comprobar con algunas pruebas que hay por allí (23.000 fojas, cientos de documentos, más las víctimas y los testigos) cómo se hizo la compra con los genocidas, si negociando con Videla y Martínez de Hoz de manera legal y limpia, o si quizá lo hicieron matando y torturando, cometiendo crímenes de lesa humanidad. Claro que cuando Tenembaum analiza la cuestión Mike Magnetto, dice como al pasar “Papel Prensa, la causa que armó Guillermo Moreno”. Moreno que es un mierda, obvio. Así como los dichos de Aníbal Fernández, quien malició que la cuestión no fue un apriete sino una transacción con Mike: abandonar El Pacto a cambio de publicidad de su Hamlet en el teatro. Y su anibalismo final “a mí da asco igual”, es para Ernesto la opinión de El Gobierno. ¿Ta claro entonces?
VERSIÓN DE BOLSILLO
Resumo la mirada del periodismo independiente: Guillermo -el mierda- Moreno ataca suciamente a La Nación y Clarín con “su” caso Papel Prensa, el Gobierno siente asco por Amigorena y una vez más estamos en presencia de una opereta de Cristina o sea “la pelea que libra hace un tiempo el Gobierno con algunos medios de comunicación críticos de su gestión”, como define candorosamente Marcelo Stiletano, en la misma sintonía y casualmente también en el diario La Nación. Lo que pasó para estos investigadores es que Amigorena dejó un trabajo, como cualquiera de nosotros deja cualquier laburo, y el periodismo militante pagado por la mafia kirchnerista aprovechó esa situación absolutamente normal para montar una operación política.
GENTE ESFORZADA
Qué esfuerzos intelectuales hacen día tras día los periodistas independientes para no cargar sobre sus éticas de qué manera sus patrones se convirtieron en gente poderosa. Porque debe ser muy duro pensar que uno quizá esté laburando para criminales de calibre hitleriano. Sobre todo cuando uno no es un criminal, sino un tipo que hace un trabajo. Y más duro debe ser cuando ese trabajo tiene que ver con contar qué pasa, y sobre todo contar lo que el pueblo no sabe que pasa. Debe ser duro tener que pasar por alto el asesinato, la tortura, el robo, la connivencia y la asociación con genocidas. Debe ser difícil hacerse el distraído con lo más siniestro de nuestra historia y volverse anecdótico, mentiroso, sofista, y patético.
PREGUNTAS FINALES
¿No sería un mejor lugar para el periodismo independiente apoyar la investigación a fondo de cómo fue que dos diarios se hicieron dueños del papel con que se hacen los diarios del país? ¿No es más grave para un periodista independiente la existencia de un monopolio del papel de diario que un Estado que financia ficciones televisivas sean las que fuesen? ¿No es más grave un crimen de lesa humanidad que un ministro que siente asco por lo que parezca? ¿No es grave que un actor desista de participar de un programa de tele por miedo autónomo o inyectado? ¿No los incomoda un poco la sospecha de que sus propios patrones andan asustando gente para que no cuenten sus historias? La respuesta es no. La reacción es minimizar hasta el ridículo la muy probable aunque no probada existencia de un apriete mafioso. Una reacción muy diferente a la del año pasado cuando por unos afiches críticos algunos de estos periodistas llegaron hasta el Congreso Nacional denunciando que los querían matar.
REFLEXIÓN FINAL
Qué serie más aburrida va a ser El Pacto. Imagínense: la historia de unos señores buenos que ahorraron plata y se compraron una empresa que hace papel. Sólo a este gobierno se le ocurre poner plata para financiar semejante embole. Ojalá la pongan a la medianoche así nos dormimos tranquilos y relajados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario