La desinversión afecta a algunos grupos, menos a Clarín. Las ONG aún no tienen espacio. El cupo para los contenidos locales en las señales.
Fue la batalla más importante que libró el Gobierno después del conflicto con el campo. La Ley de Medios se aprobó en octubre de 2009 por una holgada mayoría y permitió al kirchnerismo, que venía de una derrota electoral, avanzar con una de sus principales banderas. Aunque muchos la cuestionaron porque consideraron que estaba diseñada para destrozar al Grupo Clarín, otros la alabaron por ser la primera norma de este tipo aprobada en democracia. Hasta ese momento, los medios audiovisuales estaban regulados por decretos de la dictadura militar y algunos “parches” de la década menemista. Una de las novedades fue una serie de cláusulas antimonopólicas. Sin embargo la Ley de Medios estuvo frenada varios meses hasta que se reflamentó. Desinversión. Es un punto clave ya que planteaba que los grupos oligopólicos o monopólicos debían deshacerse del excedente de licencias para ser cableoperadora (no más de 24) en un año. Hoy Clarín tiene más de 200. Por ello, el Grupo de Herrera de Noble logró frenar en la Justicia el artículo 161, que impide sostener sus licencias. Pero los otros grupos están empezando a adecuarse. De hecho, esta semana vencieron los plazos para que presenten ante el organismo regulador (Afsca) sus planes de desinversión. Otro punto es que tampoco se supera el 35% de los abonados en todo el país (Clarín supera el 56%). Tampoco se puede compartir un canal de aire y uno de cable en el mismo distrito. Está claro que si la Justicia fallara en contra de Clarín lo derrumbará económicamente. Contenidos locales. Otro pilar es la producción de contenidos. Se estableció un porcentaje de 40% de producción local para canales del interior (del cual el 10 por ciento tiene que ser independiente) y el 60% para los de la Capital Federal. Esto se comenzó a aplicar gradualmente, en algunos casos ya empezó a concretarse en el Interior. Derecho a comunicar. Es la tercera pata de la ley. En este punto se establece que cualquiera puede ser radiodifusor, y se reservó un tercio de las licencias de radio para entidades ONG y medios comunitarios. “En algunos lugares se está cumpliendo –dice a PERFIL Gustavo López, subsecretario general del Gobierno y uno de los hombres que más sabe del tema–ocurre que es algo que no se puede armar de la noche a la mañana”. En este marco, en noviembre se licitarán 220 señales digitales de TV que deberán incorporarse a la grilla de los cableoperadores. Al mismo tiempo el Gobierno avanzó con la Televisión Digital Terrestre (TDT) un paquete de 15 señales que se ven de manera gratuita en HD con un codificador Hoy ya llegó a 700 mil hogares. Para la diputada Silvana Giudici, titular de la comisión de Libertad de Expresión, “hasta ahora la ley fue una amenaza para aplicar en caso que el Gobierno quiera, y no tiene controles “porque la comisión que controla el Afsca está trabada y tampoco hay informes de gestión, ni un censo de medios”.
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