Cuando la cosa no funciona de la mejor manera, los cambios afloran prácticamente por decantación. Hasta aquí Juan Antonio Pizzi siempre metió mano de un partido a otro, pero después de lo que fue la derrota (y sobre todo el funcionamiento) en Mendoza, el técnico canalla mostró más decisión que nunca en esto de cambiar.
Cuando la cosa no funciona de la mejor manera, los cambios afloran prácticamente por decantación. Hasta aquí Juan Antonio Pizzi siempre metió mano de un partido a otro, pero después de lo que fue la derrota (y sobre todo el funcionamiento) en Mendoza, el técnico canalla mostró más decisión que nunca en esto de cambiar. Por eso además de las tres variantes en cuanto a nombres lo que sufrió modificación fue el esquema. Claro que la confirmación del técnico llegará minutos antes del partido, pero el pase del 4-4-2 al 4-2-3-1 ensayado ayer parece cosa juzgada, con Leonardo Talamonti, Federico Carrizo y Martín Rivero desde el arranque. Los mayores críticas, y autocríticas, escuchadas en los últimos días estuvieron relacionadas con la incapacidad que mostró el equipo en los últimos partidos en la generación de juego. Y sobre esos parámetros Pizzi analizó el cuadro de situación para luego llevarlo a la práctica. Un dato importante es que más allá de que el técnico no confirmó que los nombres de ayer serán los que recibirán a Quilmes, varios jugadores quedaron conformes con la manera en que funcionó el equipo. Porque amén del 4 a 0 de los titulares sobre los suplentes (tres goles de Castillejos y uno de Ricky Gómez) la sincronización de tres cuartos hacia adelante fue otra. Sin dudas lo que Pizzi busca con esto es una mayor posesión del balón, pero no sólo eso, sino una correcta y más criteriosa circulación cuando la pelota está en dominio del equipo canalla. Por supuesto las mayores responsabilidades en el manejo recaerán en los tres jugadores que estarán, territorialmente, unos metros por detrás de la línea de Gonzalo Castillejos, quien será el único punta de lanza. Lo que no se perderá con este nuevo sistema es la esencia de lo que Pizzi viene pregonando desde su llegada al club: el desequilibrio por las bandas (con Carrizo por derecha y Ricky Gómez por izquierda, más los aportes de Paulo Ferrari y Germán Rivarola). Sólo que a ello se le sumará la chance de tener otro jugador por el callejón central con buen pie, como lo es Rivero. Además, el Pachi Carrizo y Rivero tendrán la libertad de trocar posiciones de acuerdo a los momentos del partido. Las variantes serían tres: Talamonti por Peppino, Carrizo por Zarif y Rivero por Salinas. Pero más allá de lo estrictamente nominal, lo que queda claro es que Pizzi quedó tocado por la baja producción de los últimos partidos y todos estos cambios apuntan a jugar decididamente por abajo, pero fundamentalmente a hacer que el juego haga su aparición en la forma que se pretende. Talamonti ya vive su vuelta La espera llegó a su fin. Leonardo Talamonti superó el desgarro que lo dejó afuera de las canchas por siete partidos y no ve la hora de volver al ruedo. “Hace ya un par de semanas que estoy trabajando a muy buen ritmo y ahora hay que esperar para ver qué pasará el lunes”, comentó el defensor, a quien le tocará retornar en un momento complicado por los últimos resultados. “Yo estoy contento por volver. Después, presión y ansiedad va a haber siempre. Hace un par de partidos que no encontramos la victoria, pero el lunes, más allá de que será un partido complicado, va a ser un lindo momento para volver a ganar”, señaló. Y agregó: “Más allá de la ansiedad yo pienso disfrutar porque a esta altura de mi carrera disfruto mucho cada partido”. “Nosotros estamos acá para aportar y la predisposición va a ser siempre la mejor. Ojalá que se nos den las cosas”, esgrimió Talamonti, quien hará las veces de primer marcador central (Valentini será el segundo). Después de tanto tiempo de inactividad el nivel futbolístico es la gran incógnita, no así desde lo físico, rubro en el que el zaguero se siente “muy bien”. En el otro rubro “hice dos entrenamientos de fútbol, pero el ritmo de partidos lo voy a adquirir precisamente jugando. Todos sabemos que no es lo mismo hacerlo en una práctica que en un partido oficial”. La Oveja también hizo referencia a lo que imagina para mañana por la noche: “Los últimos partidos nos lo plantearon muy bien y este pienso que va a ser similar, más teniendo en cuenta que Quilmes tiene un técnico (Caruso Lombardi) que trabaja mucho en el aspecto táctico. Pero acá todos los partidos son duros y nadie te regala nada”. “No sé qué es lo que vendrá a plantear Quilmes. No es fácil encontrar equipos que salgan a ganar en el Gigante, pero a este yo lo considero un rival directo y seguramente si quiere ascender va a tener que pelear todos los partidos como nosotros”, concluyó.
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