La marcha de los hinchas de Colón dejó pintadas en edificios públicos, comercios y domicilios. Las actitudes que arruinan una fiesta.
El pueblo sabalero peregrinó ayer a la tarde por bulevar Gálvez, desde Canal 13 hasta el estadio en barrio Centenario, antes de la inauguración de las nuevas instalaciones. En la marcha varios edificios quedaron manchados con leyendas escritas en aerosol.
La primera escritura se puede leer en la Casa del Maestro (bulevar Gálvez al 900): “Colón manda”, la misma se reitera a lo largo de todo bulevar.
A pocos metros, la casilla del ferrocarril ahora porta un insulto para el recientemente ascendido club Unión, y en otras paredes le dejaron advertencias: “Unión vas a correr” y “Unión prepará la cola”.
Por la vereda norte, hacia el oeste de la ciudad, las pintadas se repiten en la sede de la Secretaría de Deportes de la Municipalidad, en domicilios particulares, en locales comerciales, en el templo evangélico “Hay vida en Jesús”, en la sucursal del banco Macro y en edificios tradicionales como el del colegio San José Adoratrices y el de la Alianza Francesa. “En esta ciudad manda el Sabalero”, escribieron en el frente del Museo de Arte Contemporáneo de la UNL (bulevar al 1500) y no es arte.
Las leyendas “Colón es pueblo” y “Colón es Santa Fe” quedaron estampadas hasta en los huecos más minúsculos de las casas de bulevar.
La caravana de Colón tomó calle Urquiza y llegó hasta el estadio del Centenario. En la vidriera de una tradicional pizzería (en bulevar y Urquiza) una pintada sabalera divide el territorio de las trazas y brinda un espacio al cruce entre las hinchadas de los clubes locales. Es que la semana pasada, los simpatizantes de Unión también celebraron su logro en la vía pública. “Unión es de primera” se opone a “Unión sos de la B”.
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