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viernes, 1 de julio de 2011

Cada vez más docentes piden licencias médicas en Santa Fe

En abril representaron casi el 18% de la causas de ausentismo, mientras que hace dos años eran el 15,6%. Además, el 35,6% de los maestros y profesores enfermos sufren problemas emocionales.
Año a año se incrementa la cantidad de docentes con problemas médicos en la provincia. Así se desprende de los datos del Ministerio de Educación santafesino respecto a la cantidad de educadores que pidieron licencia en los últimos meses por esa causa. Sin embargo, siguen representando un porcentaje relativamente bajo del total de licencias solicitadas por ese grupo de trabajadores.


Entre los problemas de salud que más afectan a los docentes siguen prevaleciendo los problemas emocionales (antes llamados Trastornos Mentales y del Comportamiento), que afectan al 35,41 por ciento del total de enfermos; lo siguen las enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo con el 18,41 por ciento. Esos datos fueron suministrados por la cartera educativa y corresponden a abril de este año.

Ausentismo y enfermedades
En primer lugar, es necesario hacer la distinción entre ausentismo y ausentismo médico. Al respecto se puede mencionar, a modo de ejemplo, que en abril hubo un 25,55 por ciento de ausentismo en la planta docente de la provincia; pero de ese total sólo el 17,52 por ciento fue por problemas médicos.


La cifra alcanzada en esa oportunidad está por encima de los datos del mismo mes en 2010 y 2009, cuando el ausentismo total fue del 23,27 y 22,78 por ciento respectivamente.


En cuanto al ausentismo médico, el porcentaje se calcula sobre el total de ausentes en esos meses, de esa manera este año fue del 17,52 por ciento, en 2009 del 15,69 y en 2010 del 16,06 por ciento. Lo que marca que, paulatinamente con el crecimiento del ausentismo, se han incrementado las enfermedades que sufren los educadores.


Al respecto, se puede destacar que del total de licencias médicas, en promedio, el 37 por ciento se otorgaron por enfermedades de larga duración. Mientras que el 16,24 por ciento fue por enfermedades de corta duración; el 6,33 por ciento por atención a un familiar enfermo; 5,53 por ciento por nacimiento de hijos; el 1,19 por ciento por accidentes de trabajo y el 0,98 por ciento por enfermedad profesional.
Cabe mencionar que los meses en los que se registran más ausentismo suelen ser agosto, septiembre y octubre. Y son los meses en los que se dispara el pedido de licencias médicas entre los docentes. En junio y julio también puede haber un importante número de educadores enfermos como consecuencia de las infecciones propias del invierno.

Problemas habituales
No es una novedad que los problemas de salud que más afecten a los educadores sean psicológicos. El desgaste que genera la profesión y los roles que asume el docente frente a un grupo de alumnos (de contención, asistencia y acompañamiento más allá de lo académico) tienen repercusiones claras en la salud. Una de las patologías más habituales es el bournout docente, un síndrome que tiene como principales causas el continuo y sostenido contacto con el sufrimiento y el dolor; la caída del valor social de la profesión en nuestro país; la sobrecarga laboral debida al excesivo número de alumnos, la presencia de problemas cada vez más complejos, la carencia de recursos y la presión horaria; y la merma en las retribuciones y estímulos de distinto tipo.


Según los datos oficiales, del total de licencias médicas otorgadas en abril pasado, el 35,41 por ciento fue por problemas emocionales, el 18,94 por enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo, el 9,62 por enfermedades del sistema respiratorio, el 7,21 por traumatismos y algunas otras consecuencias de causas externas, el 5,46 por enfermedades del sistema circulatorio, el 5,33 por tumores (neoplasias), el 3,18 por enfermedades del sistema digestivo, el 2,37 por enfermedades del sistema nervioso, el 2,21 por síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, no clasificados en otra parte, el 2,16 por enfermedades del sistema genitourinario y el 8,06 por ciento correspondió a otros factores.


Las cifras están un poco por debajo de las publicadas por Diario UNO en 2007 donde el informe provisto por la gestión anterior indicaba que el 37 por ciento de las licencias médicas eran otorgadas por “trastornos mentales y del comportamiento”.

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