A poco menos de un año del robo de cuatro computadoras, la sala de Hemodiálisis del hospital Centenario volvió a ser asaltada el último fin de semana. El lunes por la mañana personal que trabaja en el lugar descubrió el faltante de tres computadoras, un televisor sin uso y todavía embalado en su caja original, un nebulizador, una impresora y una cafetera. El hecho fue denunciado a la comisaría 7ª y frente a este nuevo caso –en un sector no exento de polémica que ya cuenta con un importante historial de sospechas de boicots y sabotajes pese a que fue inaugurado hace poco menos de un año y medio– desde el Ministerio de Salud de la provincia anunciaron que ya se iniciaron los trámites para solicitar presupuestos con el objetivo de colocar cámaras de videovigilancia con la finalidad de controlar el área y evitar en el futuro más hechos delictivos.
El ministro de Salud de la provincia, Miguel Ángel Cappiello, no ocultó su malestar frente a lo sucedido. “Según me comentaron entraron por la parte de atrás, por la salida de emergencia, y se llevaron varias cosas, entre ellas tres computadoras y un plasma nuevo que todavía estaba embalado y que había sido repuesto por la empresa de vigilancia del lugar ya que hace un tiempo se habían robado el otro”, relató en diálogo con este diario. El funcionario dijo que el robo de las computadoras no significa que se haya perdido ningún material médico de importancia, en especial las distintas historias clínicas, ya que las mismas están cargadas en una red a la que se tiene acceso desde otras máquinas que se encuentran integradas. “Sí genera un malestar evidente en todos los trabajadores del lugar. Estamos hablando de un robo en un hospital público y uno nunca sabe quiénes son. El tema es que hay policías, hay vigilancia privada, pero las cosas siguen pasando. Es por eso que vamos a pedir presupuestos para colocar cámaras y de esa manera poder vigilar y filmar a cualquier ladrón de que se introduzca en la sala”, añadió. Cappiello comentó que se enteró de lo sucedido por un llamado del representante del Estado en el directorio del hospital situado en Urquiza al 3100. “Es él quien está encargado ahora junto con la policía de averiguar qué fue lo que pasó. Están trabajando y viendo si se puede recuperar algo”, continuó. Más adelante, se lo consultó sobre si había sospechas que el robo hubiese sido realizado por alguien que desempeña alguna función en el centro de salud. “No puedo decir eso ni tampoco negarlo. Lo que sí queda en claro es que, sin dudas, estamos ante un lugar de fácil acceso. Es por eso que junto a la Policía y el Consejo de Administración estamos viendo cómo mejorar el sistema de seguridad para bien de todos los que necesitan usar el servicio. El plasma que se robaron, por ejemplo, iba a ser colgado en una pared para que los pacientes que se dializan puedan ver televisión mientras realizan el tratamiento que suele durar algunas horas. Es por eso que todo esto nos produce mucho dolor ya que se está perjudicando a mucha gente que está enferma”, subrayó. Por su parte la directora del hospital, Aurora Bruno, informó que han mantenido reuniones con la Policía y la gente de vigilancia. “Queremos saber qué pasó y cuál es el papel de cada uno. Hemos decidido intensificar la vigilancia”, afirmó. “Casualmente, el viernes estuve charlando con el jefe de vigilancia y le pregunté si no era necesario cambiar el código de la alarma del lugar donde estaba el plasma y me dijo que no, que era un lugar seguro y termina ocurriendo esto. El robo ocurrió entre el viernes a la noche y el lunes a la mañana. Lo que es inaudito es que se hayan robado tal cantidad de cosas y que nadie haya visto nada Es por eso que nos reunimos también con gente de Buenos Aires y ellos nos van a entregar un proyecto para ver cómo se puede mejorar la cuestión de la seguridad”, continuó. Cabe recordar que la nueva sala de hemodiálisis del Centenario fue inaugurada por el propio gobernador Hermes Binner en febrero de 2010. Desde ese momento estuvo envuelta en diversas polémicas donde no faltaron robos y denuncias de sabotajes producidos dentro de los muros del tradicional centro de salud. En julio del año pasado se registró el robo de cuatro computadoras lo que derivó en una investigación interna que hasta el día de la fecha no arrojó ningún resultado. Un mes antes, en junio, la Dirección de Arquitectura e Ingeniería de la provincia detectó una serie de irregularidades en el desagüe de la sala que habría sido causante de una inundación que trajo una serie de inconvenientes. En esa oportunidad, el mismo personal del hospital encontró dentro de las cañerías bolsas de nylon y ladrillos, por lo que el Ministerio de Salud no se descartó el sabotaje. Por si fuera poco para esa misma época la sala también fue perjudicada por una interna gremial que mantuvo a los trabajadores de hemodiálisis en asamblea permanente y con quite de colaboración. Desde ATE denunciaron a UPCN y acusaron a ese sector de “frenar” un acuerdo logrado en las últimas paritarias y que agregaba un suplemento a los salarios de los empleados de esa área del centro de salud. Además, apuntaron directamente contra el sindicato manejado por Alberto Maguid señalándolo como el responsable de “boicotear” la apertura de la que era en aquel entonces la nueva sala de Hemodiálisis.
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