El jefe de Gobierno porteño ya está en campaña para el año próximo. Este viernes, afirmó que tiene "afecto personal" por el Lole pero no lo incluirá en el PRO ni hará una alianza "por toda la gente que lo rodea y que él sigue apostando". Seguridad y educación pública, los ejes de su discurso.
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"Más allá del afecto personal que le tengo, él sigue creyendo que más de lo mismo va a cambiar la historia. Yo creo que con la misma gente, cambiando un sólo nombre no cambia nada. Hace falta gente que tenga otra forma de gobernar", dijo Macri.
Y añadió: "Toda la gente que lo rodea y que él sigue apostando, cada vez que gobernó se creyó dueña del estado".
"Mi convencimiento es que la alianza es que los ciudadanos que entienden que el cambio es posible", afirmó, en diálogo con Sergio Roulier, cuando también desechó un posible acuerdo con el socialismo o algún espacio de centro-izquierda.
Consultado por su candidato para la ciudad, dijo que no hay definciones, aunque no descartó que pueda ser hombre o mujer. "El PRO es un espacio en el que le damos mucho lugar a la mujer", expresó.
Seguridad y educación, ejes de su discurso
El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires está subido al ring. Ayer dijo que estaba “tranquilo” porque su hija estaba fuera del país y generó una fuerte reacción en todo el arco político. Y este viernes, profundizó.
Cuestionó que “los jueces sueltan a los delincuentes con cualquier excusa”. Para eso argumentó que “la Policía Metropolitana está arrestando gente que ya arrestó diez veces”.
“Nuestros equipos entienden que no es una cuestión del Código Penal, las leyes que tenemos son suficientes para interpretarlas de manera que la persona quede detenida”, afirmó Macri.
“La estadística en la Argentina es lamentable. Sólo tres de cada 1000 delitos que se hacen en el país tienen condena. Es un mensaje espantoso para la sociedad”, agregó.
El líder del PRO también culpó al peronismo y al actual gobierno. “Los tipos que han gobernado el país en los últimos 30 años han tenido políticas equivocadas. Hoy tenemos que convivir con el narcotráfico y con niveles de inseguridad fenomenales, por estamos todos preocupados por nuestros hijos”, expresó.
Su discurso estuvo enfocado además en las inversiones y las políticas en seguridad y en educación pública. “Hay una política equivocada. En Buenos Aires tenemos a la Policía Metropolitana con capacitación de primer nivel, buen salario, tecnología y obra social. Queremos que los agentes nos cuiden y por eso los respetamos”, señaló.
“¿Qué podemos pretender si los tratamos como el último orejón del tarro?”, se preguntó Macri. “Lo mismo pasa en las escuelas. Salvo en la ciudad de Buenos Aires, la educación pública ha empeorado en todas partes”, cerró.
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