Sabaleros y Granates juegan este sábado desde las 19,15 con arbitraje de Jorge Baliño. Osella no definió la formación. Sosa o Curuchet es una de las dudas y esperará hasta último momento por Bíttolo, aunque se especual que seguirá Saín.
El Litoral |
.Será un choque de estilos. Por un lado, el increíble Colón, sorprendente y victorioso a partir de un esquema en el que no se regala nada y se defiende con uñas y dientes, ante un Lanús que está catalogado —con razón— como uno de los equipos que mejor juega en el fútbol argentino.
Será un choque de estilos por donde se lo mire. Porque si observamos los planteos tácticos de los entrenadores, nos encontraremos con un Barros Schelotto que definía el equipo sobre el cierre de nuestra edición —le dijo a los jugadores que concurran al entrenamiento de esta mañana preparados, todos, para concentrar y que allí elegiría a los 19 o 20— pero que seguramente jugará con tres delanteros netos. Y enfrente habrá un Colón que, por ejemplo, trasladó a Buenos Aires una duda en el ataque: si juega con dos delanteros netos (en ese caso seguirá Curuchet) o si apuesta a tener un poco más la pelota con un media punta (Sosa) y un solo delantero (Alario).
Lanús es uno de los equipos más ofensivos y si bien está jugando Copa Libertadores, llega a este partido con la misma carga que lo hace Colón. Incluso, los sabaleros han tenido muy poco tiempo de recuperación entre partido y partido en esta serie de tres consecutivos que arrancó el domingo con la visita a Arsenal, siguió el miércoles con la gran victoria ante All Boys y culminará mañana con la visita al sur del Gran Buenos Aires. Serán tres partidos en seis días, mucho para tan poco tiempo.
De todos modos, hay tres aspectos positivos para Colón: 1) que viene agrandado y feliz por el gran triunfo del miércoles; 2) que ninguno de los que tenía cuatro amarillas fue amonestado; 3) que tampoco sufre tantas lesiones, a pesar de que Bíttolo viajó esta mañana con el resto de sus compañeros e integrando un plantel de 21 futbolistas, de los cuáles habrá tres que se quedarán afuera.
Lanús viene de perder ante Godoy Cruz, aunque previamente había derrotado a Rosario Central luego de caer ante River. La campaña, como la de la mayoría de los equipos de este torneo, es irregular. El hecho de jugar dos torneos a la vez hace que no pueda repetirse las formaciones. Y si el resultado en Mendoza hubiese sido distinto, seguramente la idea de Barros Schelotto cambiaba para este encuentro, teniendo en cuenta que jugará la semana que viene por Copa Libertadores con la necesidad de no perder (juega el martes en Chile ante O’Higgins).
Delanteros de la talla de Lautaro Acosta, Silva o Blanco, si es que el técnico confirma a los tres, o mediocampistas con mucha vocación ofensiva, componen la estructura de un equipo que viene trabajando muy bien de la mano del mellizo, a quien ya le renovaron su vínculo.
No hay que ser un entendido en fútbol para suponer que el partido tendrá características muy definidas. Lanús saldrá a atacar y Colón esperará en su campo, presionará a través de los volantes (Meli y Videla recuperaron intensidad el miércoles luego de un partido flojo, como el de todos, en Sarandí) y luego intentará replicar con rapidez. Para ello, una cosa es jugando Curuchet (más velocidad) o si lo hace Sosa (más pausa y tenencia). Esta es la duda que se llevó Osella a Buenos Aires, además de esperar la recuperación de Bíttolo, que no está en un ciento por ciento y podría permitir el ingreso de Saín nuevamente, como ocurrió ante los de Floresta.
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