Representantes de cuatro colegios reclamaron que se normalice la situación de profesionales que están en una precaria situación laboral. Y pidieron un porcentaje adicional para sus sueldos.
Representantes de los colegios locales de psicólogos, terapistas, psicopedagogos y asistentes sociales advirtieron hoy que muchos profesionales matriculados que dependen del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia se encuentran en una “precaria situación laboral”, y que hay un “desfasaje remunerativo” que perjudica el poder adquisitivo de sus salarios y afecta la calidad de las prestaciones.
Pidieron un porcentaje adicional que nivele las remuneraciones. Y, además, llamaron la atención sobre la situación de los profesionales de campo, aquellos que trabajan en barrios periféricos —atendiendo conflictos intrafamiliares, de violencia de género y de vulneración de los derechos de niños y niñas, entre otros— los cuales se exponen muchas veces a situaciones de inseguridad y agresiones.
Mónica Niel, del Colegio de Psicólogos, puso en contexto el reclamo: “De los profesionales de la salud, la mayoría es muy joven. Hay muchos que están en planta, aunque hay otros tantos profesionales interinos, contratados y hasta en negro que no tienen ninguna estabilidad”. Además, hay psicólogos que pasaron a trabajar de Salud a Desarrollo Social. “Esos profesionales ganan más trabajando dos horas menos que aquellos que fueron tomados por Desarrollo”. Con todo, “hay una enorme desigualdad y desfasaje salarial. Esto crea una situación de mucho malestar y estrés”.
Retribución
María del Carmen Heit, del Colegio de Terapistas Ocupacionales, completó el escenario: “Queremos ser coherentes con una calidad prestacional en materia de salud mental y comunitaria. Pero también queremos que eso sea reconocido: que el trabajo que se refleja todos los días en la calidad de vida de los ciudadanos se retribuya en el salario y en las condiciones laborales”. Y aclaró: “No estamos en contra del Estado, somos trabajadores estatales. Sólo queremos que nuestra situación laboral se mejore”.
— Esta situación de irregularidad y desfasaje salarial, ¿incide en el trabajo diario, en centros de salud o en intervenciones comunitarias en barrios? -preguntó El Litoral.
— Absolutamente. Hay profesionales que usan sus autos y teléfonos celulares propios para trabajar. Y esto, en un contexto de creciente violencia e inseguridad social -respondió Heit.
“Hay una intención en los profesionales de poner toda la buena voluntad. Pero las condiciones salariales y físicas de trabajo inciden en la calidad de intervención y hacen mella en esa buena voluntad. Sobre todo en aquellos que trabajan en los barrios, y que padecen situaciones angustiosas de inseguridad y agresiones”, añadieron Nerea Tacari y Soledad Erpen, del Colegio de Asistentes Sociales.
EL LITORAL
Pidieron un porcentaje adicional que nivele las remuneraciones. Y, además, llamaron la atención sobre la situación de los profesionales de campo, aquellos que trabajan en barrios periféricos —atendiendo conflictos intrafamiliares, de violencia de género y de vulneración de los derechos de niños y niñas, entre otros— los cuales se exponen muchas veces a situaciones de inseguridad y agresiones.
Mónica Niel, del Colegio de Psicólogos, puso en contexto el reclamo: “De los profesionales de la salud, la mayoría es muy joven. Hay muchos que están en planta, aunque hay otros tantos profesionales interinos, contratados y hasta en negro que no tienen ninguna estabilidad”. Además, hay psicólogos que pasaron a trabajar de Salud a Desarrollo Social. “Esos profesionales ganan más trabajando dos horas menos que aquellos que fueron tomados por Desarrollo”. Con todo, “hay una enorme desigualdad y desfasaje salarial. Esto crea una situación de mucho malestar y estrés”.
Retribución
María del Carmen Heit, del Colegio de Terapistas Ocupacionales, completó el escenario: “Queremos ser coherentes con una calidad prestacional en materia de salud mental y comunitaria. Pero también queremos que eso sea reconocido: que el trabajo que se refleja todos los días en la calidad de vida de los ciudadanos se retribuya en el salario y en las condiciones laborales”. Y aclaró: “No estamos en contra del Estado, somos trabajadores estatales. Sólo queremos que nuestra situación laboral se mejore”.
— Esta situación de irregularidad y desfasaje salarial, ¿incide en el trabajo diario, en centros de salud o en intervenciones comunitarias en barrios? -preguntó El Litoral.
— Absolutamente. Hay profesionales que usan sus autos y teléfonos celulares propios para trabajar. Y esto, en un contexto de creciente violencia e inseguridad social -respondió Heit.
“Hay una intención en los profesionales de poner toda la buena voluntad. Pero las condiciones salariales y físicas de trabajo inciden en la calidad de intervención y hacen mella en esa buena voluntad. Sobre todo en aquellos que trabajan en los barrios, y que padecen situaciones angustiosas de inseguridad y agresiones”, añadieron Nerea Tacari y Soledad Erpen, del Colegio de Asistentes Sociales.
EL LITORAL
Adicional salarial
Las leyes provinciales que se sancionaron sobre protección comunitaria en los últimos años (como la Nº 12.967, de Protección integral de Niños, Niñas y Adolescentes, entre otras) demandaron incorporar más profesionales que trabajen abordando situaciones sociales y familiares muy complejas. “Pero ya es tiempo de que esos profesionales puedan trabajar en el marco de las garantías de lo que indican las leyes. De lo contrario, hoy el profesional termina siendo el “jamón del sándwich” entre leyes que son progresistas y los medios arbitrados para su aplicación, que son muy deficitarios”, clarificó Niel.
En este momento, se está discutiendo a nivel ministerial el otorgamiento de un porcentaje adicional. “Pero nuestros colegios no hemos podido tener participación. No sabemos sobre la base de qué criterios se va a dar mayor porcentaje a algunos por sobre otros profesionales. No se sabe si habrá un porcentaje mayor para quienes concurren a intervención en terreno, con todas las dificultades que implica esto. O también si quienes deben tomar decisiones importantes y asumir responsabilidades lo recibirán también”, cerró la psicóloga.
Desnaturalizar
Este reclamo es para desnaturalizar y revertir la situación actual, y que la comunidad entienda lo que pasa. Nuestros profesionales intervienen en casos serios de problemas de convivencia y conflictos, adopción, protección de niños y derechos de género y de pueblos originarios. Abordan las cuestiones más álgidas y difíciles de la sociedad actual”, coincidieron las representantes de los colegios.
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