En un nuevo aniversario, la pintura que en 1636 sudó el agua que curó a los enfermos en el antiguo emplazamiento de Santa Fe fue venerada por una multitud frente al Colegio Inmaculada.
Un centenar de fieles, además de docentes, alumnos y ex alumnos del Colegio Inmaculada Concepción celebraron ayer un nuevo aniversario de la Virgen de los Milagros. Este año, con una particularidad que hizo emocionar a quienes asistieron a la ceremonia: el cuadro de la Virgen pintado por un hermano jesuita en 1934, que sudó agua y que curó a los enfermos en Santa Fe la Vieja, salió en procesión.
El Padre Ildo Rivas, sacerdote del santuario de los padres jesuitas donde se exhibe la pintura, explicó que la intención de sacarlo a la explanada del Colegio, fue para “acercarse a la gente, tal como pidió el Papa Francisco”.
“En Santa Fe la gente es muy devota a la Virgen de los Milagros. El cuadro siempre se toca con algodones y eso se lo regala a los presentes. Muchos fieles dan testimonio de cómo se han curado de sus enfermedades, siempre por su devoción a la Virgen”, comentó a Diario UNO luego de la ceremonia.
Luego de contar la historia del milagro que tuvo lugar en el viejo emplazamiento de la ciudad de Santa Fe, hoy denominado Cayastá, Rivas destacó el acontecimiento que significa que la pintura salga a la calle. “Es un cuadro muy antiguo, pintado por un hermano jesuita italiano, y por eso es necesario tener mucho cuidado al sacarlo del santuario”, explicó.
En la escuela
Los alumnos del Colegio Inmaculada Concepción trabajaron durante toda la semana para que la celebración del 9 de mayo sea una verdadera fiesta. Una de las docentes presentes en la ceremonia comentó que con su curso salieron a misionar por el barrio para invitar a los santafesinos. “Los chicos estaban muy entusiasmados sobre todo porque verían el cuadro fuera del santuario. Salió todo muy lindo”, expresó.
Los alumnos del Colegio Inmaculada Concepción trabajaron durante toda la semana para que la celebración del 9 de mayo sea una verdadera fiesta. Una de las docentes presentes en la ceremonia comentó que con su curso salieron a misionar por el barrio para invitar a los santafesinos. “Los chicos estaban muy entusiasmados sobre todo porque verían el cuadro fuera del santuario. Salió todo muy lindo”, expresó.
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