Los vecinos que viven fuera de los Boulevares rechazaron las modificaciones que ahora permiten levantar edificios de mayor altura por no haber sido consultados sobre el cambio. El crecimiento urbano de la ciudad recobra impulso y el Concejo ya habilitó más altura para edificar.
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"Nos desayunamos a través de La Capital", dijeron desde la Asociación Vecinal Solidaridad Social, ubicada en el primer anillo perimetral al área central de la ciudad, donde desde ahora se podrán construir edificios de hasta 10 pisos en parcelas de mil metros cuadrados como mínimo y 25 metros de frente, con perímetro libre. Por lo pronto los vecinos desaprueban no haber sido convocados para la modificación anunciada ya que antes, por fuera de los llamados corredores (avenidas) sólo podían levantar hasta 6 y 3 pisos, desde Pellegrini a 27 de Febrero.
Por lo pronto, ya incluyeron el tema en la agenda de la reunión del próximo martes. "Nos parece un despropósito que nos enteremos por los medios, ya que en 2008, cuando se aprobó la normativa actual, hasta hubo audiencia pública y varias reuniones", dijo la vicepresidenta de la vecinal, la arquitecta Viviana Bontempo. Además, despegó el impacto fáctico de los pisos que se suman en el barrio El Abasto, delimitado por avenida Pellegrini, 27 de Febrero, Moreno y San Martín, seccional 5ª.
Según la profesional, cinco años atrás, las reglas urbanísticas para el barrio (indicadores de construcción), insumieron varias reuniones entre vecinos y concejales, y el Ejecutivo municipal. Allí quedó definido que se permitían levantar como máximo seis pisos desde Pellegrini a Cerrito y tres, desde esta última calle hasta 27 de Febrero. Y recordó que la búsqueda de consenso insumió un año durante el que siguieron su curso los permisos de edificación solicitados que superaban con creces dichas alturas.
Otro perfil. Para Bontempo, las intervenciones realizadas hasta la actualidad "cambiaron la morfología del barrio que cuando mucho tenía casas de dos plantas". La transformación, aseguró, "sólo trajo dolores de cabeza" que tuvieron su máxima expresión cuando los vecinos del lugar hasta quemaron cubiertas para reclamar por los cortes de luz y la falta de agua de una infraestructura que tiene caños pluvioclocales centenarios.
"Acá se autoriza cualquier cosa, pero no se cambia un caño de agua ni de luz", explicaron desde la vecinal dejando sentado cuál es el eje de la preocupación, más allá de tener dos o tres pisos por encima de lo pactado en la ordenanza 8.244 de 2008. "Llegamos a tener hasta 50 corralitos de Aguas Santafesinas en el barrio por los pozos que surgen al mes de lluvias intensas", argumentaron.
Poco cambio. "Las normativas no están apuntando a mejorar la calidad de vida de quienes viven en esos sectores, sino a las ganancias de los empresarios", dijo Jorge Alvarez Beloso, desde la vecinal República de La Sexta, ubicada en el primer anillo, entre las calles San Martín, avenida Pellegrini, 27 de Febrero y el río, seccional 4ª. Además de ser habitante del lugar, integra la asociación Vecinos Afectados por Obras que también participó en el reclamo para detener la construcción de una cochera subterránea en la plaza San Martín, tal como lo planificó la Municipalidad.
Para Alvarez Beloso, las modificaciones anunciadas "no alteran mucho la situación del primer anillo porque la disposición a construir en grandes lotes ya existía". Claro que las restricciones de superficies eran más altas y no dieron el resultado esperado (ver aparte). Así, las exigencias bajaron de 1.500 a 1.000 metros cuadrados, siempre manteniendo 25 metros de frente.
En opinión de Alvarez Beloso, activo participante en los temas urbanos, los metros de frente, el equivalente a unos tres lotes comunes, impedirán que se haga efectiva la nueva disposición: "Hay muchos lotes grandes, incluso de hasta dos mil metros cuadrados, pero no les da el frente como para respetar el retiro de seis metros para que el edificio quede fuera de la medianera".
Además de la razón geográfica, existe otro dato que Alvarez Beloso juzga desalentador. "Hay muchas cocheras a las que les rinde mucho el alquiler mensual en espacios para 100 o 200 automóviles, no creo que se desprendan de ese inmueble", comentó. Y descreyó que los cambios amortiguen la especulación que permite el incremento en el costo de la tierra.
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