La propuesta fue realizada por las cadenas de supermercados. Pero sería limitada para una serie de productos.
Primero eran 60 días, pero se extendió. Y cuando parecía que el congelamiento de precios llegaba a su fin, los mismos supermercados propusieron extenderlo a partir de junio, aunque con algunas modificaciones.
En las últimas horas, el propio secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dejó en claro que la continuidad o no del acuerdo de precios firmado en febrero dependería exclusivamente de una decisión de supermercadistas y mayoristas. Y la propuesta de los primeros es no remarcar unos 500 productos, y liberar el resto. De esa manera, afirman que el acuerdo sería “más sostenible y controlable”.
En realidad, admiten funcionarios cercanos a Moreno, los supermercados deberán afrontar en las próximas semanas la suba salarial derivada de las paritarias. Y por eso, afirman, necesitan salir del actual sistema de precios. Además, la semana pasada, Moreno autorizó la suba a una serie de empresas mayoristas, alzas que los supermercadistas deberían absorber.
Según trascendió esta mañana, los empresarios proponen tener algo de margen de maniobra en productos que no integren la canasta básica, como en bazar, textil, ferretería, etc. Todos estos productos, en un negocio de estas cadenas, alcanzan a unos 20 mil, mientras que los de la canasta básica llegan a los 9 mil.
“Ése es un tema que están discutiendo los supermercados con sus proveedores ”, dijo el secretario de Comercio, esta semana, cuando fue consultado sobre cómo será el comienzo del descongelamiento.
Él aprobó ya aumentos a varios fabricantes, con alzas de entre 3,5 y 9% a compañías como Vicentín, Revlon, Lheritier, Dánica, La Virginia, Colgate Palmolive, Paladini o Coca Cola. El “freezer” comenzó a principios de marzo y debía regir, en teoría, hasta fin de junio.
En los últimos años, cuando el funcionario aprobaba una lista con aumentos, los fabricantes sólo las remitían a los súper, y el trámite terminaba automáticamente, sin discusión, en una remarcación en las góndolas. Pero ahora no.
“Los supermercados están rechazando algunos aumentos”, dicen los fabricantes. El planteo de las cadenas es que no tienen espalda para aplicarlos sin trasladarlos a los precios, y que el congelamiento está vigente. “Hay negociaciones, es cierto, pero todavía no están cerradas”, reconocen desde una de las principales cadenas.
En las últimas horas, el propio secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dejó en claro que la continuidad o no del acuerdo de precios firmado en febrero dependería exclusivamente de una decisión de supermercadistas y mayoristas. Y la propuesta de los primeros es no remarcar unos 500 productos, y liberar el resto. De esa manera, afirman que el acuerdo sería “más sostenible y controlable”.
En realidad, admiten funcionarios cercanos a Moreno, los supermercados deberán afrontar en las próximas semanas la suba salarial derivada de las paritarias. Y por eso, afirman, necesitan salir del actual sistema de precios. Además, la semana pasada, Moreno autorizó la suba a una serie de empresas mayoristas, alzas que los supermercadistas deberían absorber.
Según trascendió esta mañana, los empresarios proponen tener algo de margen de maniobra en productos que no integren la canasta básica, como en bazar, textil, ferretería, etc. Todos estos productos, en un negocio de estas cadenas, alcanzan a unos 20 mil, mientras que los de la canasta básica llegan a los 9 mil.
“Ése es un tema que están discutiendo los supermercados con sus proveedores ”, dijo el secretario de Comercio, esta semana, cuando fue consultado sobre cómo será el comienzo del descongelamiento.
Él aprobó ya aumentos a varios fabricantes, con alzas de entre 3,5 y 9% a compañías como Vicentín, Revlon, Lheritier, Dánica, La Virginia, Colgate Palmolive, Paladini o Coca Cola. El “freezer” comenzó a principios de marzo y debía regir, en teoría, hasta fin de junio.
En los últimos años, cuando el funcionario aprobaba una lista con aumentos, los fabricantes sólo las remitían a los súper, y el trámite terminaba automáticamente, sin discusión, en una remarcación en las góndolas. Pero ahora no.
“Los supermercados están rechazando algunos aumentos”, dicen los fabricantes. El planteo de las cadenas es que no tienen espalda para aplicarlos sin trasladarlos a los precios, y que el congelamiento está vigente. “Hay negociaciones, es cierto, pero todavía no están cerradas”, reconocen desde una de las principales cadenas.
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