El ex teniente coronel del II Cuerpo de Ejército manoseó y le mostró sus genitales a la hija de un matrimonio que había alquilado la casa de campo donde estaba recluido. El juez Bailaque decidió su trasladado al Complejo Penitenciario de Buenos Aires.
Mientras gozaba del beneficio de prisión domiciliaria en la quinta La Chacra, el represor José Javier de la Torre fue acusado de abusar sexualmente de una niña de 9 años, el 8 de octubre de 2012. El teniente coronel del Ejército la manoseó y le mostró sus genitales a la hija de un matrimonio que había alquilado dormis en ese lugar para pasar el fin de semana largo, como contó Horacio Verbitsky en Página/12, el 2 de diciembre pasado. Después de reiterados pedidos de la fiscal Mabel Colalongo y una de las querellas, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el juez Marcelo Bailaque le revocó la prisión domiciliaria y decidió que fuera trasladado al Complejo Penitenciario Federal de la ciudad de Buenos Aires. La decisión de Bailaque se hizo esperar: el 10 de octubre del año pasado había rechazado el pedido por "no encontrarse acreditado que el imputado haya violado el régimen de detención domiciliaria dispuesto". De la Torre cumplirá 70 años el próximo 31 de mayo, de manera que ni siquiera cumplía el requisito de la edad para estar en su casa. Recién ahora, los papás de la nena abusada tendrán una respuesta para darle cuando pregunta: "¿Ese hombre está preso?".
De la Torre fue procesado en noviembre de 2011, junto con el ex dictador Jorge Videla y el ex jefe del Ejército en Rosario, Ramón Díaz Bessone. En 1976, era capitán y jefe de la sección de comando y servicios del Destacamento de Inteligencia 121 del Ejército en Rosario. Está acusado de homicidio agravado, privación ilegal de la libertad, imposición de torturas, supresión de estado civil de un menor, sustracción de un menor y asociación ilícita. Ese "menor" es la nieta 103 recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo, hija de los detenidos?desaparecidos Ricardo Klotzman y Cecilia Barral.
Bailaque le permitió a De la Torre que permaneciera en su casa. El domicilio elegido fue la quinta La Chacra, en el camino rural Los Cardales, en Capilla del Señor; que cuenta con cabañas para alquilar. Justamente, entre el 6 y el 8 de octubre del año pasado, cuatro matrimonios amigos alquilaron esas instalaciones, sin saber que allí vivía un acusado por delitos de lesa humanidad. En un momento, uno de los adultos, Daniel Almada, se acercó al sector de juegos para niños para ver si estaba todo en orden, y encontró a De la Torre tocándole los pechos a la nena. Inmediatamente, Almada se llevó a la víctima, que le contó llorando lo ocurrido. El padre de la nena, Luis Alberto Acosta, fue a increpar al represor, y lo quiso llevar a la comisaría. "Estás equivocado, flaco, no me podés sacar de acá, yo maté mucha gente para que ustedes ahora gocen de la libertad que tienen", le respondió el militar, según contó Verbitsky. La causa por delito de abuso sexual hacia una niña de 9 años, cometido en su domicilio el 8 de octubre de 2012, se investiga en el Juzgado de Garantías N° 1 de Campana, a cargo de Graciela Cione.
Ahora, después de dos pedidos de la fiscalía y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Bailaque ordenó la prisión efectiva, tras la realización de un "completo informe médico, psicológico y social del imputado. Para el representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Alvaro Baella, "Bailaque está enmendando una decisión que no debió tomar, que fue otorgar la domiciliaria a un imputado que ni siquiera cumplía con el requisito de la edad, y además, de hacerlo con la sola invocación de certificados médicos particulares, sin pedir pericias oficiales".
Baella también cuestionó el lugar de detención dispuesto por Bailaque. "El juez ni siquiera constató que estando en una zona suburbana, con explotación de cabañas, se garantizara la atención de su salud. Y tampoco resguardó quién iba a llevar adelante el control de esa prisión domiciliaria", apuntó el abogado de la Secretaría.
Como contrapartida, Baella subrayó el minucioso trabajo realizado por los peritos propuestos por la Secretaría, los psiquiatras Oscar Pellegrini y María Gisela Felibert. Los informes son contundentes. "A través del interrogatorio, surge que sus recuerdos aparecen simulados o distorsionados en forma burda frente a preguntas que lo comprometen", dice el examen psicológico que firman los peritos de parte junto a los oficiales. El mismo informe indica que "su discurso está impregnado de connotaciones que apuntan a colocarse en postura de víctima" y que "manifiesta no saber por qué está detenido en su casa, y luego alega motivaciones políticas y se irrita y se pone agresivo cuando intenta explicar las circunstancias judiciales en las que se encuentra inmerso".
En esta resolución hay, además, un dato novedoso: si bien las querellas no participan en la definición de la modalidad del cumplimiento de la pena, Bailaque hizo lugar a la presentación de la Secretaría para revocar la prisión domiciliaria. Esa ampliación en los atributos de las querellas está en línea con la decisión tomada por el Tribunal Oral Federal número 1 en la causa Guerrieri, cuyo veredicto se conoció el 15 de abril de 2010.
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