El Concejo aprobó una modificación en el perfil urbanístico del llamado primer anillo perimetral al área central de la ciudad, que se extiende por fuera de las avenidas Pellegrini, 27 de Febrero, Francia y bulevar Oroño. El cambio está dirigido sólo a los grandes lotes y tiene como objetivo alentar construcción de edificios y amortiguar el incremento en el costo de la tierra.
La Capital |
Ahora, a medida que la zona se aleje del centro se permitirá construir hasta 30, 23 y 19 metros, equivalentes a 10, 7 y 6 pisos, dos más que los estipulados por la ordenanza 8.244 del año 2008.
"Es un escalón más a lo que se permitía y se hace para promover la construcción de viviendas cerca del centro", explicó la portavoz del proyecto que ayer se aprobó en el Concejo, Viviana Foresi. Según la edila socialista, el perfil urbanístico de cada zona se va revisando en forma periódica a fin de ver cómo actúan las normativas vigentes. "En algunas ciudades de Europa se hace cada cinco años", fundamentó.
Al tratar ayer esta modificación de los indicadores urbanísticos (condiciones de construcción) para grandes parcelas, los concejales pidieron incluir cocheras en forma proporcional a los inmuebles edificados. Además de tener en cuenta el tipo de emprendimiento que se autorice, a fin de evitar saturaciones de tránsito.
"Los usos admitidos para estas nuevas delimitaciones contemplan las construcciones de viviendas colectivas, hoteles, centros educativos, auditorios, bibliotecas, galerías de artes, gimnasios, clínicas, sanatorios y restaurantes, entre otros servicios", describió Foresi. Y destacó la iniciativa como "alentadora para vivienda colectiva en altura, cerca del centro de la ciudad".
Lotes más chicos. Según Foresi, los cambios llegan de la mano de una modificación sustancial, la superficie mínima de los lotes. Así, se pasó de 1.500 a 1.000 los metros cuadrados requeridos que, en todos los casos no podrán bajar de 25 metros de frente.
La propuesta también permitirá elevar, dentro de esas parcelas, las alturas de las construcciones en un degradé diferenciado por la distancia al límite con el área central. En la zona más cercana a bulevar Oroño y avenida Pellegrini podrán acceder a una altura máxima de 30 metros. Que se convertirán en 23 y 19 a medida que se alejen de dichos corredores urbanos.
Según la concejala, las modificaciones aprobadas no afectan a los centros de manzana que conservan la altura de seis metros, tal como señala la ordenanza 8244. Además, señaló que se podrá construir en forma de semi torres (sin utilizar las medianeras de los inmuebles existentes).
Otro aspecto que pisó fuerte en el cambio de los indicadores urbanísticos es tratar de desactivar los galpones o depósitos que existan en el área y que no pocas veces tienen "cargas químicas o tóxicas a los que se tratará de llevar hacia las afueras de la ciudad".
¿Por qué se modifica la altura? Para la edila del PS, la respuesta hay que buscarla en la necesidad de conjugar dos variables que a veces operan en sentido opuesto: levantar viviendas y desalentar el incremento en el costo de la tierra. "Es importante que no se vuelva tan cara para que la gente siga viviendo cerca del centro, donde ya tiene a mano la infraestructura que utiliza", comentó. Y consideró que al tratarse de lotes de grandes dimensiones, las construcciones vecinas _a su entender_ no se verían afectadas.
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