En el marco de un trabajo articulado entre el Gobierno de la Ciudad, los vecinos y las instituciones del barrio, los propios habitantes pintaron las denominaciones de las calles que fueron aprobadas por el Concejo en mayo de este año. Como se trata de nombres de pájaros, las denominaciones están acompañadas con el dibujo del ave correspondiente.
A partir de ahora, quienes quieran visitar el Jardín Municipal de Varadero Sarsotti, por citar un caso concreto, podrán dirigirse a la esquina de Benteveo y Hornero.
Según consta en la ordenanza aprobada este año, y tal como había sido propuesto por los propios habitantes del lugar, las calles se referencian con nombres de aves. En este sentido, se determinó la denominación de Gorrión y Cardenilla para definir a los pasajes, mientras que Golondrina, Benteveo, Hornero, Azulinos y Tijereta serán utilizados para las diagonales. En tanto, las calles abiertas de uso público serán nombradas como Tacuaritas, Gallareta y Caracolero.
Proceso participativo
Fue en 2008 cuando se inició el proceso para dar nombre a las calles de Varadero Sarsotti. La medida fue impulsada por el Gobierno de la Ciudad -a través de la oficina de Distrito Suroeste-, los vecinos y representantes de diferentes instituciones que tienen presencia en el barrio. La propuesta fue tomada luego por los concejales Fanny Jara y Esteban Aignasse, y se convirtió en ordenanza en los últimos días de mayo. “Durante todo este tiempo se trabajó en talleres con los habitantes del lugar para la identificación de las calles. En esos encuentros surgió una idea de los niños que concurren al Hogar de Día Cilsa para ponerle además de los nombres de pájaros a las calles, el dibujo correspondiente. La propuesta terminó siendo avalada por los vecinos”, contó Sergio Trevisani, coordinador del Distrito Suroeste.
En esas instancias comunitarias, se acordó graficar cada nombre otorgado dentro de un círculo azul, en similitud a los existentes en gran parte de la ciudad para indicar sentido circulatorio. “Debido a que por el momento es impensado sostener sentido de circulación de las calles, los vecinos aprobaron ocupar el espacio de las clásicas flechas con el dibujo del ave que da nombre a esa calle”, explicó.
Manos a la obra
Durante la última semana, en las reuniones con los vecinos se fueron confeccionando los círculos, se elaboraron los stencil -placas con los nombres calados-, y se trabajó con los dibujos de las aves. Para esto, desde la Secretaría de Cultura del Municipio se ofreció un taller que se direccionó en cómo se pensaba trabajar las aves.
Finalmente, este sábado, con la presencia de alrededor de 50 personas, se culminó con el taller donde además se puntualizaron con características propias de cada una de las aves -sus formas y colores, costumbres, tamaños, etc.-, la forma de representarlas en las paredes. Entonces, se confeccionaron placas de cada una de ellas para que sean volcadas a los círculos azules que previamente se pintaron en los lugares más visibles del barrio. “La ubicación de los círculos también fueron propuestos en muchos casos por los propios vecinos, que encontraron en ésto una parte más de sentirse reconocidos e involucrados con su identidad y la del barrio”, remarcó Trevisani.
La actividad no sólo contó con la participación de representantes de las instituciones involucradas, sino también con el beneplácito y acompañamiento de todos los vecinos.
Entre otros actores, participaron la oficina de Distrito Suroeste; la Secretaría de Cultura Municipal; la Secretaría de Desarrollo Social; el grupo de trabajo del Solar de Varadero Sarsotti; el Hogar de Día de Cilsa; un nutrido grupo de niños y adolescentes de la Iglesia Nueva Vida, y chicos que concurren al anexo de la Escuela Nuestra Señora de Itatí y también del Jardín Municipal de Varadero Sarsotti, junto a vecinas y vecinos.
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