Un reconocido negocio
gastronómico de Echesortu fue escenario de un asalto la madrugada de
ayer, poco antes de las 2, cuando un par de hombres armados entraron al
local que ya había cerrado sus puertas al público y se hicieron con la
recaudación del día tras amenazar a los dos mozos y el sereno que
estaban en el lugar, quienes no recibieron maltratos.
La Capital |
Un reconocido negocio gastronómico de Echesortu fue escenario de un
asalto la madrugada de ayer, poco antes de las 2, cuando un par de
hombres armados entraron al local que ya había cerrado sus puertas al
público y se hicieron con la recaudación del día tras amenazar a los dos
mozos y el sereno que estaban en el lugar, quienes no recibieron
maltratos.
El propietario del local, visiblemente
consternado, expresó ayer a La Capital que "no es habitual esa hora de
cierre ni que tengamos el dinero de la recaudación en ese momento", y
sostuvo que "por suerte no fue más que un susto".
Todo ocurrió en El Tony, el tradicional
resto bar de Mendoza y Francia. Según Cacho, dueño del negocio, "pasada
la 1.30 llegaron dos hombres jóvenes y bien vestidos armados con un
revólver cada uno, pidieron la plata ante el asombro de los empleados
que ya habían levantado las mesas y empezaban limpiar". Y agregó que
"esa hora ya no había clientes".
Aunque Cacho prefirió no precisar el
monto de lo sustraído, fuentes policiales aseguraron que la suma con la
que se alzaron los ladrones "estaba entre los 10 mil y 15 mil pesos".
Según expresó el empresario, las
víctimas lo que menos suponían era que podría tratarse de un asalto.
"Como el local estaba cerrado pero aún no estaban puestas las llaves,
supusieron que eran clientes que llegaban a destiempo", contó. Aunque
explicó que lo que habitualmente se hace antes de comenzar las tareas
generales de acondicionamiento para el día posterior es echar llave a
las puertas.
El titular del negocio gastronómico se
mostró temeroso al momento de dar su versión de los hechos. "Prefiero no
comentar lo sucedido por que tal vez de esta forma se estén dando
precisiones sobre el movimiento del lugar o los negocios similares",
dijo. Pero admitió que este tipo de robos "puede venir de cualquier
lado".
Los ladrones no estuvieron más de 5
minutos en el lugar y se retiraron caminando, tal cual habían llegado.
Al respecto, según la denuncia, los empleados salieron a la calle tras
los maleantes pero no pudieron precisar si en las inmediaciones los
esperaban con una moto o un auto para seguir la huida.
Fue tal la velocidad del atraco, que
los malhechores no sustrajeron ni los celulares ni otras pertenencias de
los empleados del lugar y tras tomar el dinero sólo atinaron a
retirarse de manera tan calma a como habían llegado.
Por jurisdicción, la denuncia fue
tomada por la comisaría 6ª, que a primeras horas de la tarde de ayer
comenzó con las tareas investigativas para aclarar el hecho delictivo.
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