El 87 % de los jóvenes usa
frecuentemente la popular red social, pero cada vez más niñas y niños se
suman a esa tendencia. El 82 % elige programas de mensajería
instantánea para comunicarse.
Las redes sociales e internet son el ámbito en el que niñas, niños y
adolescentes se desenvuelven durante gran parte de su tiempo libre. Un
estudio llevado adelante por Intel –una empresa referente del sector–
marcó que el 87 por ciento de los adolescentes utiliza Facebook de
manera habitual y que el 82 por ciento opta por la mensajería
instantánea para comunicarse. La incidencia de la tecnología es tan
importante que el 80 por ciento de las jugueterías a los nuevos
dispositivos tecnológicos como un juguete más y lo incorporan a sus
estanterías.
A pocos días de que se celebre el Día del Niño y, mientras padres, tíos, abuelos y amigos piensan en las opciones actuales, las computadoras y los celulares se vuelven opciones muy demandadas. Por eso es importante tener en cuenta algunas recomendaciones y asesorarse bien antes de realizar una compra.
Los nativos digitales –niñas, niños y adolescentes que tienen una relación habitual y un gran dominio de la tecnología porque nacieron cuando ya estaba popularizado su utilización– se conectan a los dispositivos móviles a una edad cada vez más temprana. Tal es así que, un 80 por ciento de las jugueterías consideran a los nuevos dispositivos tecnológicos como un juguete más.
“Esos avances no son menores. La clave reside en ser conscientes de lo que los más chicos realizan con ellos, enseñarles cómo deben utilizarlos y acompañarlos para poder conocer qué es lo que hacen con estos dispositivos o dónde radica su interés”, indicaron en el informe, donde se consultó a jóvenes de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Mendoza.
Y agregaron: “Ése es un punto especialmente sensible: los riesgos en el uso de las nuevas tecnologías, y principalmente de internet, son reales. La alta exposición de los chicos a la gran masa de información circulando permanentemente por la web es tan beneficiosa como peligrosa”.
Los peligros on line
Cabe destacar que Facebook establece que los usuarios coloquen su fecha de nacimiento para poder crear una cuenta –más allá de que después puedan ocultar esa información– y pone como requisito mínimo para el ingreso tener 14 años. Sin embargo, cada vez es mayor la cantidad de niñas y niños menores de esa edad que abren sus perfiles y comparten su información con cientos de usuarios.
Esa situación se da, en general, acompañada por el desinterés de los padres o adultos responsables de trabajar en la seguridad on line. Es frecuente que las niñas cuelguen fotos de ellas en bikini y poses sugerentes o que relaten adónde se reunirán, con quiénes pasarán el tiempo y otras cuestiones que las ponen en riesgo. Lo mismo sucede con los varones, aunque en menor medida en relación a las imágenes.
También es muy frecuente que esas niñas y niños agreguen una gran cantidad de contactos sin saber exactamente quienes son o si son quienes dicen ser, ya que existe cierto valor en tener cientos de “amigos” en las redes sociales.
Por otro lado, es muy habitual que ellos ni siquiera utilicen los filtros de seguridad que la misma red ofrece. Por eso es esencial que al momento de abrir el perfil estén acompañados de un adulto que pueda poner límites a los datos que se convierten en públicos y son de acceso sencillo también para quienes no están en las listas de contactos. Otra alternativa sencilla que no suele utilizarse es la conformación de grupos con los cuales se comparte todo y otros con los que no.
Estas cuestiones se pueden consultar a quienes normalmente realizan el mantenimiento de las computadoras o a los vendedores.
Algunas recomendaciones
Por su parte, Intel una empresa especializada en la temática brindó algunas recomendaciones sobre la manera en la que se puede acompañar a los más chicos de la casa en su contacto con las TIC (tecnologías de la información y la comunicación).
En primer lugar proponen: “Sea un buen modelo a seguir. Los niños miran a sus padres como ejemplos y, con relación a los usos de la tecnología, no es diferente. No conteste el teléfono en el momento en el que esté teniendo una conversación con ellos y no escriba mensajes de texto mientras está manejando. También se puede considerar establecer normas en conjunto tales como no enviar mensajes de texto durante el partido de fútbol de su hijo o no realizar llamadas telefónicas durante la noche que la familia optó por ir al cine a ver la película preferida de ellos”.
En segundo lugar señalan: “Usar la tecnología para interactuar entre padres e hijos”. Al respecto se establecen como alternativas ver juntos videos divertidos en la computadora de la familia o visitar los sitios webs de los programas de televisión favoritos de sus hijos que tienen un gran contenido lúdico.
“Determine las reglas de la casa”, es la tercera opción. En ese sentido, es un buen ejercicio, como familia, discutir las normas sobre cómo cada uno usará (o no) los dispositivos móviles y cuántas horas podrán estar frente a ellos.
Por último, enunciaron que se debe “utilizar herramientas de control parental”. Los padres deben informarse y explorar programas de control y filtros del servidor para proteger a sus hijos e hijas de contenidos de los cuales no queremos que estén expuestos. Desde la perspectiva de la seguridad on line, también puede ubicar la computadora en un lugar abierto y central, para que los niños no estén aislados durante el uso de la tecnología.
Las propuestas tradicionales
En las jugueterías hay una oferta variada de productos, pero los comerciantes advierten que los que se publicitan en los canales de televisión por cable, que generalmente son los de industria extranjera, son los más pedidos por los chicos y no siempre alcanzan para cubrir la demanda. Entre ellos figuran algunos de los modelos de las muñecas Barbie, así como productos de Ben 10 y Hot Wheels.
“Algunos de los padres ya están comprando los regalos o dejan una seña para no quedarse sin el producto”, dijo a Diario UNO Silvia Vallverdú, propietaria de Toys Park. “El problema es que llega mercadería importada pero en poca cantidad y algunos juguetes directamente no los mandan”, advirtió la comerciante y aseguró que redoblaron los esfuerzos para ofrecerle a los clientes otras alternativas, ante la cantidad de juguetes varados en Aduana.
De esta manera, el gasto promedio de un regalo para un niño es de 100 pesos. Por supuesto que de este importe en adelante existe una infinidad de opciones según el gusto y el bolsillo del cliente.
Y para hacerlos más accesibles, los comerciantes apelan a las promociones financieras de los bancos, que estiman se incrementarán en los primeros días de agosto. Hasta el momento, los comercios más grandes ya incorporaron promociones de pago con tarjeta y otros descuentos.
A pocos días de que se celebre el Día del Niño y, mientras padres, tíos, abuelos y amigos piensan en las opciones actuales, las computadoras y los celulares se vuelven opciones muy demandadas. Por eso es importante tener en cuenta algunas recomendaciones y asesorarse bien antes de realizar una compra.
Los nativos digitales –niñas, niños y adolescentes que tienen una relación habitual y un gran dominio de la tecnología porque nacieron cuando ya estaba popularizado su utilización– se conectan a los dispositivos móviles a una edad cada vez más temprana. Tal es así que, un 80 por ciento de las jugueterías consideran a los nuevos dispositivos tecnológicos como un juguete más.
“Esos avances no son menores. La clave reside en ser conscientes de lo que los más chicos realizan con ellos, enseñarles cómo deben utilizarlos y acompañarlos para poder conocer qué es lo que hacen con estos dispositivos o dónde radica su interés”, indicaron en el informe, donde se consultó a jóvenes de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Mendoza.
Y agregaron: “Ése es un punto especialmente sensible: los riesgos en el uso de las nuevas tecnologías, y principalmente de internet, son reales. La alta exposición de los chicos a la gran masa de información circulando permanentemente por la web es tan beneficiosa como peligrosa”.
Los peligros on line
Cabe destacar que Facebook establece que los usuarios coloquen su fecha de nacimiento para poder crear una cuenta –más allá de que después puedan ocultar esa información– y pone como requisito mínimo para el ingreso tener 14 años. Sin embargo, cada vez es mayor la cantidad de niñas y niños menores de esa edad que abren sus perfiles y comparten su información con cientos de usuarios.
Esa situación se da, en general, acompañada por el desinterés de los padres o adultos responsables de trabajar en la seguridad on line. Es frecuente que las niñas cuelguen fotos de ellas en bikini y poses sugerentes o que relaten adónde se reunirán, con quiénes pasarán el tiempo y otras cuestiones que las ponen en riesgo. Lo mismo sucede con los varones, aunque en menor medida en relación a las imágenes.
También es muy frecuente que esas niñas y niños agreguen una gran cantidad de contactos sin saber exactamente quienes son o si son quienes dicen ser, ya que existe cierto valor en tener cientos de “amigos” en las redes sociales.
Por otro lado, es muy habitual que ellos ni siquiera utilicen los filtros de seguridad que la misma red ofrece. Por eso es esencial que al momento de abrir el perfil estén acompañados de un adulto que pueda poner límites a los datos que se convierten en públicos y son de acceso sencillo también para quienes no están en las listas de contactos. Otra alternativa sencilla que no suele utilizarse es la conformación de grupos con los cuales se comparte todo y otros con los que no.
Estas cuestiones se pueden consultar a quienes normalmente realizan el mantenimiento de las computadoras o a los vendedores.
Algunas recomendaciones
Por su parte, Intel una empresa especializada en la temática brindó algunas recomendaciones sobre la manera en la que se puede acompañar a los más chicos de la casa en su contacto con las TIC (tecnologías de la información y la comunicación).
En primer lugar proponen: “Sea un buen modelo a seguir. Los niños miran a sus padres como ejemplos y, con relación a los usos de la tecnología, no es diferente. No conteste el teléfono en el momento en el que esté teniendo una conversación con ellos y no escriba mensajes de texto mientras está manejando. También se puede considerar establecer normas en conjunto tales como no enviar mensajes de texto durante el partido de fútbol de su hijo o no realizar llamadas telefónicas durante la noche que la familia optó por ir al cine a ver la película preferida de ellos”.
En segundo lugar señalan: “Usar la tecnología para interactuar entre padres e hijos”. Al respecto se establecen como alternativas ver juntos videos divertidos en la computadora de la familia o visitar los sitios webs de los programas de televisión favoritos de sus hijos que tienen un gran contenido lúdico.
“Determine las reglas de la casa”, es la tercera opción. En ese sentido, es un buen ejercicio, como familia, discutir las normas sobre cómo cada uno usará (o no) los dispositivos móviles y cuántas horas podrán estar frente a ellos.
Por último, enunciaron que se debe “utilizar herramientas de control parental”. Los padres deben informarse y explorar programas de control y filtros del servidor para proteger a sus hijos e hijas de contenidos de los cuales no queremos que estén expuestos. Desde la perspectiva de la seguridad on line, también puede ubicar la computadora en un lugar abierto y central, para que los niños no estén aislados durante el uso de la tecnología.
Las propuestas tradicionales
En las jugueterías hay una oferta variada de productos, pero los comerciantes advierten que los que se publicitan en los canales de televisión por cable, que generalmente son los de industria extranjera, son los más pedidos por los chicos y no siempre alcanzan para cubrir la demanda. Entre ellos figuran algunos de los modelos de las muñecas Barbie, así como productos de Ben 10 y Hot Wheels.
“Algunos de los padres ya están comprando los regalos o dejan una seña para no quedarse sin el producto”, dijo a Diario UNO Silvia Vallverdú, propietaria de Toys Park. “El problema es que llega mercadería importada pero en poca cantidad y algunos juguetes directamente no los mandan”, advirtió la comerciante y aseguró que redoblaron los esfuerzos para ofrecerle a los clientes otras alternativas, ante la cantidad de juguetes varados en Aduana.
De esta manera, el gasto promedio de un regalo para un niño es de 100 pesos. Por supuesto que de este importe en adelante existe una infinidad de opciones según el gusto y el bolsillo del cliente.
Y para hacerlos más accesibles, los comerciantes apelan a las promociones financieras de los bancos, que estiman se incrementarán en los primeros días de agosto. Hasta el momento, los comercios más grandes ya incorporaron promociones de pago con tarjeta y otros descuentos.
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