En el marco de la primera
jornada de socialización de experiencias estéticas y comunicacionales
colectivas, hoy se presenta en el Museo de la Memoria el libro "La risa
no se rinde", realizado por militantes de la ciudad de Paraná.
La risa, "como la última arma para defenderte". El humor, el negro,
cargado de ironía, como fortaleza ante la presión del dictador. A través
del paso del tiempo, ese mensaje fue compartido por un grupo de presos
políticos y secuestrados, perseguidos, exiliados y militantes populares
de la ciudad de Paraná. La canalización derivó en un libro de anécdotas
que hoy a las 18 se presenta en el Museo de la Memoria de Rosario.
"Creímos conveniente un aporte a la memoria colectiva desde otro punto
de vista. Y como dice el libro, la resistencia mayor que uno tiene ante
momentos tan difíciles es el humor y enfrentar al tirano, al torturador,
al verdugo, fue una de las cosas que más permitió resistir", explicó a
Rosario/12 Gustavo Piérola, uno de las participantes de la experiencia.
"Es una idea que empezamos a trabajar en Paraná hace dos años", cuenta Piérola en diálogo telefónico mientras aguarda salir a la ruta para llegar a Rosario. En ese lapso se sucedieron los "encuentros militantes" en los que siempre surgían recuerdos de aquellos años terribles pero siempre con un denominador común: la risa como elemento de resistencia a la violencia física y psicológica. Con un hermano desaparecido (Fernando), otro preso y él exiliado en Brasil, tuvo que haber mucho humor en la vida de Gustavo como para sobrellevar la trágica última dictadura militar.
La recopilación de historias derivó en este primer libro La risa no se rinde, de la serie "Humor como resistencia". El evento de hoy, que se realizará en Córdoba y Dorrego se da en el marco de la primera jornada de socialización de experiencias estéticas y comunicacionales colectivas que apuntan a la construcción de memorias. La suma de anécdotas resultó tan poderosa que el grupo ya se encuentra trabajando en la edición de un segundo libro. El material que hoy se presenta en la ciudad tiene 31 relatos, contados a través de las voces de Carlos Aranda, Eduardo Ayala, María Claro, Gladys Domínguez, Jorge Giles, Miguel Hynes, Gustavo Piérola, Juan Manuel Ramírez, Hernán Sain y Juan Cruz Varela; además, hay textos de Miguel Bonasso y de las obras colectivas Nosotras, presas políticas y Del otro lado de la mirilla. El libro fue prologado por Norma Barbagelata y los textos fueron ilustrados por Ricardo Jaimovich, Néstor Medrano, Maxi Sanguinetti y Américo Schvartzman.
¿Cuál era la respuesta de los militares al percibir que presos y secuestrados se fortalecían a través de la risa?- preguntó Rosario/12.
Con tanta tortura, tanta represión, sentir que ahí adentro de ese infierno se estaban riendo no podían entenderlo, es una cosa que los ponía locos, fue algo que fortaleció a los compañeros. Una derrota dentro del infierno.
En ocasiones el poder del humor logró que las muecas fueran compartidas entre víctimas y victimarios. El sentimiento no era de alegría, pero generaba "resistencia", esa fuerza necesaria para sostener la lucha "por un proyecto de país sin excluidos ni explotados y con igualdad de oportunidades".
Piérola aportó sus cuentos escritos en Brasil. Querellante en la causa por la masacre de Margarita Belén (donde fueron torturados y fusilados 22 presos políticos, durante la noche del 12 al 13 de diciembre de 1976, entre los que se encontraba su hermano Fernando), encontró mucho ahínco en Chaco, donde viaja "muy seguido", para avanzar en el proyecto literario. "Los chaqueños son muy simpáticos, muy alegres, muy militantes, un pueblo muy diferente a donde yo vivo, Paraná, que es muy conservador. A medida que fuimos haciendo el primer libro nos han ido mandando otras historias que las estamos trabajando para el segundo libro", consideró.
"Es una idea que empezamos a trabajar en Paraná hace dos años", cuenta Piérola en diálogo telefónico mientras aguarda salir a la ruta para llegar a Rosario. En ese lapso se sucedieron los "encuentros militantes" en los que siempre surgían recuerdos de aquellos años terribles pero siempre con un denominador común: la risa como elemento de resistencia a la violencia física y psicológica. Con un hermano desaparecido (Fernando), otro preso y él exiliado en Brasil, tuvo que haber mucho humor en la vida de Gustavo como para sobrellevar la trágica última dictadura militar.
La recopilación de historias derivó en este primer libro La risa no se rinde, de la serie "Humor como resistencia". El evento de hoy, que se realizará en Córdoba y Dorrego se da en el marco de la primera jornada de socialización de experiencias estéticas y comunicacionales colectivas que apuntan a la construcción de memorias. La suma de anécdotas resultó tan poderosa que el grupo ya se encuentra trabajando en la edición de un segundo libro. El material que hoy se presenta en la ciudad tiene 31 relatos, contados a través de las voces de Carlos Aranda, Eduardo Ayala, María Claro, Gladys Domínguez, Jorge Giles, Miguel Hynes, Gustavo Piérola, Juan Manuel Ramírez, Hernán Sain y Juan Cruz Varela; además, hay textos de Miguel Bonasso y de las obras colectivas Nosotras, presas políticas y Del otro lado de la mirilla. El libro fue prologado por Norma Barbagelata y los textos fueron ilustrados por Ricardo Jaimovich, Néstor Medrano, Maxi Sanguinetti y Américo Schvartzman.
¿Cuál era la respuesta de los militares al percibir que presos y secuestrados se fortalecían a través de la risa?- preguntó Rosario/12.
Con tanta tortura, tanta represión, sentir que ahí adentro de ese infierno se estaban riendo no podían entenderlo, es una cosa que los ponía locos, fue algo que fortaleció a los compañeros. Una derrota dentro del infierno.
En ocasiones el poder del humor logró que las muecas fueran compartidas entre víctimas y victimarios. El sentimiento no era de alegría, pero generaba "resistencia", esa fuerza necesaria para sostener la lucha "por un proyecto de país sin excluidos ni explotados y con igualdad de oportunidades".
Piérola aportó sus cuentos escritos en Brasil. Querellante en la causa por la masacre de Margarita Belén (donde fueron torturados y fusilados 22 presos políticos, durante la noche del 12 al 13 de diciembre de 1976, entre los que se encontraba su hermano Fernando), encontró mucho ahínco en Chaco, donde viaja "muy seguido", para avanzar en el proyecto literario. "Los chaqueños son muy simpáticos, muy alegres, muy militantes, un pueblo muy diferente a donde yo vivo, Paraná, que es muy conservador. A medida que fuimos haciendo el primer libro nos han ido mandando otras historias que las estamos trabajando para el segundo libro", consideró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario