SANTA FE: En un relevamiento del municipio, el 17% de los niños tuvo sobrepeso
Más de 700 niños fueron
evaluados en el ciclo “Divertite en la ciudad”. El porcentaje de
obesidad es similar al de los países desarrollados. El 0,3% de los
chicos tenía bajo peso.
El 17,7 % de los 713 chicos evaluados en la carpa de la Secretaría de
Salud municipal presentaron sobrepeso. Los controles antropométricos,
donde se pesó y midió a cada pequeño, se realizaron en el marco del
ciclo “Divertite en la Ciudad”, organizado por el municipio durante las
vacaciones de invierno.
La Secretaría de Salud instaló una
carpa para la promoción de hábitos saludables en los más pequeños. En
ese marco, 408 niñas y 305 chicos (en total 713) accedieron al control
antropométrico.
El 81,9 % presentó una relación peso-talla
que está dentro de los parámetros esperables para su sexo y edad,
mientras que un 17,7 % se encontraban con sobrepeso y tan sólo el 0,3 %
estaba por debajo de lo esperado. En esos casos, se aconsejó a la
familia la consulta al pediatra.
Se considera obeso al niño
que tiene un peso corporal 20 % superior al que le corresponde por su
edad. Los números obtenidos en Santa Fe están en consonancia con lo que
ocurre mundialmente: el 20 %, tanto de los países desarrollados como de
los que están en vías de serlo, tienen sobrepeso u obesidad.
Mediante charlas interactivas y juegos para las distintas edades, se
buscó reforzar los hábitos de alimentación saludables, con fuerte
hincapié en los alimentos nutritivos que deben ser de elección en los
niños. También se enseñaron hábitos de higiene bucal, lavado de manos y
el valor de una vacunación completa para un crecimiento sano y adecuado.
En cada exposición, la lactancia materna fue el tema de inicio: se
remarcó su importancia como alimento esencial para un crecimiento y
desarrollo adecuado, y la preponderancia del vínculo madre-hijo.
Para finalizar, cada niño recibió una fruta, a modo de premio por su
participación y con la finalidad también de incentivar hábitos
saludables.
Recomendaciones
Desde
la Secretaría de Salud se sugirió el compromiso de toda la familia en
el tratamiento del pequeño. Aunque muchos padres no ven los kilos de más
de sus hijos como un verdadero trastorno, reconocer el problema es el
primer paso para solucionarlo.
Se aconseja buscar ayuda
profesional. Un especialista de la nutrición marcará las pautas a seguir
para cambiar los hábitos alimenticios de forma eficaz. También se puede
recurrir a un psicólogo infantil.
Cambiar los hábitos es
otro punto importante: modificar la alimentación, fomentar la práctica
de ejercicio, evitar el sedentarismo son conductas que deben
incorporarse de forma natural a la vida del pequeño. Sin prohibiciones
ni agobios, pues pueden surtir el efecto contrario al deseado.
Brindar apoyo emocional es una de las claves, pues ningún tratamiento
funciona si el niño no se siente apoyado por sus padres. El cariño, el
acompañamiento y la comprensión le darán la seguridad necesaria para
afrontar el problema.
Por último, se recomienda un ambiente
familiar seguro: el estrés en el hogar predispone a los malos hábitos y a
promover la obesidad infantil.
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