Los datos corresponden a un
relevamiento privado sobre las noticias publicadas en los principales
medios. Preocupación por el atenuante de la “emoción violenta” en el
fallo del caso Wanda Taddei.
La sentencia en el caso por el feminicidio de Wanda Taddei puso en
alerta a quienes trabajan contra la violencia de género. Si bien se
destacó el hecho de que no se hiciera lugar al planteo de la defensa –de
que fue un accidente– y se lo condenara por homicidio agravado por el
vínculo; que se contemplara como un atenuante la emoción violenta
despertó preocupación. Mientras la Justicia sigue con contradicciones de
esa índole, la violencia machista sigue cobrando vidas. En los primeros
cinco meses del años se asesinó a 12 mujeres en la provincia de Santa
Fe, dos de ellas fueron incineradas.
La muerte de Taddei, el 21 de febrero de 2010 (tras agonizar 11 días), fue el momento de un quiebre. Los medios comenzaron a hablar de eso que muchas mujeres ya venían denunciando desde hacía décadas: la violencia de género. No existen datos oficiales en la Argentina, pero a nivel mundial se señala que una de cada tres mujeres es, fue o será víctima de agresiones machistas en algún momento de su vida. Insultos, violaciones, golpes y ataques son algunas de las expresiones más comunes de ese problema pero la consecuencia última es el feminicidio, el asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres.
Entre esos hechos los que tienen mayor relevancia, en parte por el caso de Taddei y en parte por la violencia que supone el ataque, son aquellos que se producen con fuego. La posibilidad de rociar a una persona con un líquido combustible para luego incinerarla raya lo inverosímil. Sin embargo, en el país 12 de los 95 feminicidios de los primeros cinco meses del año ocurrieron de esa manera. El relevamiento pertenece a Mercedes Pagnutti, una feminista que desde hace años se dedica a reunir las publicaciones en la prensa nacional, provincial y local sobre esos crímenes a fin de delinear una estadística que ningún gobierno realiza.
Un grave problema de seguridad
Las cifras alarman, como lo vienen haciendo desde hace años. Entre enero y mayo hubo 92 feminicidios en el país. La provincia que lidera el trágico ranking es Buenos Aires, con 31 crímenes por violencia machista, y la sigue Santa Fe, con 12 muertes.
Esas cifras no tienen en cuenta los casos de mujeres desaparecidas en las que su pareja es el principal sospechoso, aunque no haya pruebas; ni la cantidad de suicidios que fueron el resultado de años de hostigamiento y amenazas. Tampoco tienen en cuenta la cantidad de mujeres que están agonizando por las heridas recibidas o que tendrán secuelas de por vida como consecuencia de los ataques.
De esas 92 mujeres, 21 fueron asesinadas con armas blancas, 20 recibieron disparos, 38 fueron golpeadas o ahorcadas hasta morir, 12 fueron incineradas y de una se desconoce la manera en la que se la mató. Además, en la actualidad hay cuatro mujeres a las que se las agredió con fuego y que están muy graves. Uno de los casos ocurrió el viernes cuando una joven de 21 años (embarazada de siete meses) sufrió quemaduras en el 60 por ciento de su cuerpo y perdió a su bebé.
Otro dato que llama la atención es que de los 92 feminicidios, 79 fueron cometidos por varones allegados a las víctimas (parejas, ex o familiares); en el resto de los casos no se cuenta con datos sobre el victimario. En ese sentido, hay que destacar que la mayoría de las víctimas tenían entre 15 y 44 años; cinco eran menores de 14 años, y 11 tenían más de 65 años.
En la provincia las cifras son todavía más alarmantes. De los 12 feminicidios, tres se cometieron con armas blancas, cuatro con armas de fuego, tres con golpes o ahorcamientos y dos con fuego. Las muertes de las mujeres incineradas ocurrieron en las ciudades de Rosario y Granadero Baigorria; el departamento Rosario lidera el ranking provincial con cinco muertes en total. Lo sigue La Capital con dos; y Caseros, Constitución, San Cristóbal, San Jerónimo y San Justo con una en cada uno. En cuanto a los victimarios: cinco eran la pareja, tres los ex, uno era pariente, dos conocidos y uno desconocido.
La muerte de Taddei, el 21 de febrero de 2010 (tras agonizar 11 días), fue el momento de un quiebre. Los medios comenzaron a hablar de eso que muchas mujeres ya venían denunciando desde hacía décadas: la violencia de género. No existen datos oficiales en la Argentina, pero a nivel mundial se señala que una de cada tres mujeres es, fue o será víctima de agresiones machistas en algún momento de su vida. Insultos, violaciones, golpes y ataques son algunas de las expresiones más comunes de ese problema pero la consecuencia última es el feminicidio, el asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres.
Entre esos hechos los que tienen mayor relevancia, en parte por el caso de Taddei y en parte por la violencia que supone el ataque, son aquellos que se producen con fuego. La posibilidad de rociar a una persona con un líquido combustible para luego incinerarla raya lo inverosímil. Sin embargo, en el país 12 de los 95 feminicidios de los primeros cinco meses del año ocurrieron de esa manera. El relevamiento pertenece a Mercedes Pagnutti, una feminista que desde hace años se dedica a reunir las publicaciones en la prensa nacional, provincial y local sobre esos crímenes a fin de delinear una estadística que ningún gobierno realiza.
Un grave problema de seguridad
Las cifras alarman, como lo vienen haciendo desde hace años. Entre enero y mayo hubo 92 feminicidios en el país. La provincia que lidera el trágico ranking es Buenos Aires, con 31 crímenes por violencia machista, y la sigue Santa Fe, con 12 muertes.
Esas cifras no tienen en cuenta los casos de mujeres desaparecidas en las que su pareja es el principal sospechoso, aunque no haya pruebas; ni la cantidad de suicidios que fueron el resultado de años de hostigamiento y amenazas. Tampoco tienen en cuenta la cantidad de mujeres que están agonizando por las heridas recibidas o que tendrán secuelas de por vida como consecuencia de los ataques.
De esas 92 mujeres, 21 fueron asesinadas con armas blancas, 20 recibieron disparos, 38 fueron golpeadas o ahorcadas hasta morir, 12 fueron incineradas y de una se desconoce la manera en la que se la mató. Además, en la actualidad hay cuatro mujeres a las que se las agredió con fuego y que están muy graves. Uno de los casos ocurrió el viernes cuando una joven de 21 años (embarazada de siete meses) sufrió quemaduras en el 60 por ciento de su cuerpo y perdió a su bebé.
Otro dato que llama la atención es que de los 92 feminicidios, 79 fueron cometidos por varones allegados a las víctimas (parejas, ex o familiares); en el resto de los casos no se cuenta con datos sobre el victimario. En ese sentido, hay que destacar que la mayoría de las víctimas tenían entre 15 y 44 años; cinco eran menores de 14 años, y 11 tenían más de 65 años.
En la provincia las cifras son todavía más alarmantes. De los 12 feminicidios, tres se cometieron con armas blancas, cuatro con armas de fuego, tres con golpes o ahorcamientos y dos con fuego. Las muertes de las mujeres incineradas ocurrieron en las ciudades de Rosario y Granadero Baigorria; el departamento Rosario lidera el ranking provincial con cinco muertes en total. Lo sigue La Capital con dos; y Caseros, Constitución, San Cristóbal, San Jerónimo y San Justo con una en cada uno. En cuanto a los victimarios: cinco eran la pareja, tres los ex, uno era pariente, dos conocidos y uno desconocido.
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