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sábado, 23 de junio de 2012

Apresan a una histórica "viuda negra"

Eva Leonor García tiene 54 años y un nombre que, en las últimas tres décadas, fue asociado a estafas, engaños y crímenes, hechos por los cuales muchas veces terminó presa y condenada más allá de los límites de la Rosario que la vio nacer.

 

Eva Leonor García tiene 54 años y un nombre que, en las últimas tres décadas, fue asociado a estafas, engaños y crímenes, hechos por los cuales muchas veces terminó presa y condenada más allá de los límites de la Rosario que la vio nacer.

Estuvo detenida en Holanda y Noruega, y acusada por maniobras delictivas en Brasil y Luxemburo. En 2004 fue arrestada en La Plata por el homicidio de un ferretero porteño que había caído en la telaraña de esta "viuda negra". Fue sentenciada y enviada a la cárcel de Ezeiza. En 2006 fue trasladada a Rosario, donde la condenaron por tres robos a mujeres a las que sedó. Y el año pasado burló una salida transitoria y sus pasos volvieron a perderse. Fue hasta ayer, cuando agentes de la División Judiciales de la policía rosarina la hallaron en un bar céntrico tomando un café.

"Esta bien muchachos, ya no aguantaba más", le dijo Eva a los policías comandados por el comisario Daniel Corbellini el mediodía de ayer en un bar de peatonal Córdoba y Mitre. "Esta mujer tenía un pedido de captura librado por el juzgado de Ejecución Penal Federal 4 porque no había regresado a la cárcel de Ezeiza, donde purgaba condena por un crimen, y de donde había salido con un permiso transitorio", aseguró el jefe policial. Y agregó que "los últimos datos que teníamos indicaban que había regresado a Rosario hace unos meses, por lo que se inició una tarea de inteligencia que ahora dio frutos".

Vestida impecablemente con prendas negras, como su apodo lo sugiere, Eva Leonor García fue reconocida inmediatamente por los pesquisas que habían visto innumerables fotos de ella y que hasta habían aprendido a detectar los delicados modales de quien supo ser azafata. "Primero se sorprendió, pero enseguida se dio cuenta de que no le quedaba mucho por hacer y se la detuvo", contó Corbellini.

La última condena
Eva García estaba purgando en el penal de Ezeiza una condena por el crimen del ferretero Oscar Manti, de 77 años, quien falleció el 30 de julio de 2004 tras compartir una cena en su casa del barrio porteño de Recoleta junto a su esposa y otras personas, entre las cuales estaba la "viuda negra". La autopsia indicó que el comerciante murió envenenado y, cuando lo hallaron, su mujer estaba desvanecida y debió pasar varios días en terapia intensiva.

En el marco de la investigación, la hija del matrimonio anfitrión reveló que junto a sus padres habían compartido la cena una parapsicóloga identificada como Mai Ivana, quien a la postre terminó siendo el travesti Raúl Ramón Silva. La principal hipótesis fue que los Manti fueron envenenados por sus visitas, quienes les robaron 30 mil dólares, alhajas, relojes, dos pasaportes, una carabina, un revólver y dos tapados de piel.

Los pesquisas de la Federal llegaron hasta García a través de escuchas a Mai Ivana, quien también fue detenida, y cuyo teléfono estaba registrado en la agenda de Manti. La apresaron en La Plata en septiembre de aquel año y fue juzagda un tiempo después.

En Rosario
Pero ese no fue el único homicidio que se le imputó a García. En abril de 2000 dos mujeres que dijeron ser empleadas del Pami contactaron al jubilado italiano Gino Iannotti, quien tenía 78 años y residía en el pasaje Morse al 2100 (Riobamba al 5400) de esta ciudad. El día 15 de ese mes el hombre fue hallado estrangulado con un cinturón. Poco después la "viuda negra" fue apresada por ese hecho, pero finalmente fue absuelta. Sin embargo estuvo en la cárcel de mujeres local hasta junio de 2002, cuando protagonizó una sensacional fuga.

Junto a Fanny Rosell, una mujer procesada por el crimen del jubilado italiano Salvador Cubito, escaparon sin despertar la atención de la guardia penitenciaria, sin limar barrotes y sin romper nada. "La forma en que me escapé la dejo para la imaginación de ustedes", le dijo Eva García a UNO Medios en la única entrevista pública que dio en su vida y que fue publicada el 21 de mayo de 2006, cuando volvió tras las rejas al ser condenada por tres robos cometidos tras sedar a sus víctimas, tres mujeres afincadas en departamentos del centro rosarino y cometidos entre 1999 y 2001.

Pero la historia delictiva de esta mujer había empezado mucho antes. Los primeros datos llevan a 1978, cuando se pidió su captura por robos y estafas reiteradas a joyerías porteñas; un año más tarde compró 4.400 dólares en la ciudad holandesa de Amsterdam con un cheque sin fondos; y en el mismo 1979, en Oslo (Noruega) adquirió un reloj de 2 mil dólares con otro cheque sin fondos.

Una vez más, Eva García está presa. Deberá cumplir la condena por el homicidio del ferretero Manti, a quien engañó como una "viuda negra", aunque ella siempre dijo que eso no la afectaba "porque no es verdad".

Buchona
Un comisario ya retirado de la policía rosarina que investigó el crimen de Gino Iannotti fue puesto bajo la lupa judicial por su vínculo con Eva García. Al declarar ante la Justicia, el uniformado dijo conocerla porque había sido informante de la fuerza. Cuando García habló con UNO Medios, en 2006, replicó: "Guardo los mejores conceptos de ese señor y nunca pensé que lo iban a vincular por un llamado telefónico. Yo lo llamé, pero no fue para informar nada. Nunca le pedí a la policía beneficio alguno".

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