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sábado, 23 de junio de 2012

CENTRAL: EN LA ETAPA FINAL APARECIERON ERRORES MUY COSTOSOS

Generalmente de los errores se aprende, pero en ocasiones hay fallas que resultan difíciles de tomarlas como trampolín para el crecimiento. Central estuvo toda una temporada cometiendo errores y aprendiendo sobre la marcha. Perdiendo terreno, pero siempre reposicionándose.
La Capital | 
No fue lo que pasó en los últimos partidos, en los que esas desatenciones tuvieron como corolario la imposibilidad de mantener la punta del campeonato, algo que tanto le costó conseguir. "Nunca es bueno cometer errores, pero está claro que en la instancia en la que está el torneo el margen de error es mucho menor". Así se expresaba Matías Lequi en la previa del partido contra Chacarita, basándose en los puntos de referencia que habían entregado el choque ante River, pero sobre todo frente a Patronato. ¿Qué pasó en la última presentación? Esos yerros no sólo no se corrigieron, sino que en muchos casos se potenciaron. Hoy las consecuencias no se presentan drásticas, pero sí altamente contraproducentes. Ah, tanto Pizzi como el propio Lequi cuando fueron consultados ayer por Ovación hablaron de la mala pasada que les jugó la "ansiedad" (ver aparte).
Que las chances, disminuidas por cierto, sigan existiendo es todo un aliciente. Ocurre que ese famoso margen de error al que muchas veces se hizo referencia hoy puede no permitir gozar de revancha.
Puede excluirse el encuentro contra River, donde el empate le sirvió a Central para dejar todo como estaba. Pero lo que vino después tuvo un alto costo. Patronato aprovechó uno de los pocos yerros defensivos del equipo canalla y se lo hizo pagar caro. Claro que lo que más fresco está en la retina es lo ocurrido en la última presentación en el Gigante.
Chacarita no es más equipo que este Central. Sin embargo tuvo una gran virtud: valerse de las equivocaciones ajenas para reposicionar su imagen y desgastar la de un equipo que llegaba con el amparo de los números.
Es imposible caer en una sola acción o un solo jugador. Porque los errores fueron muchos. Desde el primer defensor hasta el último delantero. De los que estuvieron desde el arranque hasta los que ingresaron para intentar cambiar la historia.
Así, se perdió la marca de Ereros en el primer gol del funebrero, al mismo delantero se le brindaron todas las ventajas posibles en el segundo, se erraron goles increíbles en el primer tiempo y también en el segundo. Un combo letal.
En este contexto tampoco está de más mencionar la merma en el juego. Lisa y llanamente otro error. Porque fueron varios partidos en los que ese ítem no pudo ser corregido. Los jugadores tienen parte de responsabilidad y el técnico la suya.
Hasta los hinchas tuvieron su parte. La impaciencia, los murmullos, las desaprobaciones en medio del partido cuentan. Y son imposibles de soslayar.
Eso de "lo pasado pisado" esta vez no corre. De nada sirve intentar olvidar las cosas que dañan. Hoy el ejercicio de la memoria es condición sine qua non. Sólo volver la vista atrás ayudará a reforzar la idea de que el acotamiento de las posibilidades es real. Lo marca el escaso trayecto que le queda al torneo. Pero como la lucha puede extenderse algunos días más, ese aprendizaje debe resultar obligatorio.

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