SANTO TOMÈ: Dos chicos de 9 y 12 años asaltaron un videoclub ante las cámaras de seguridad

Ocurrió en una de las sucursales del video “Líder”, en Candioti y Aristóbulo del Valle. En las imágenes se observa cómo un el menor de 12 años simula ser un cliente y luego amenaza al vendedor con un cuchillo. Luego llega un chico de 9 años, que participa del asalto con una piedra en la mano.

Los dos menores, de 9 y 12 años, en pleno asalto, ante las cámaras de seguridad.

Las imágenes capturadas por una cámara de vigilancia mostraron cómo dos menores, de apenas 9 y 12 años de edad, asaltaron un video club. El episodio ocurrió el domingo pasado en horas de la tarde, en una se las sucursales del video Líder, ubicada en la esquina de calle Mariano Candioti y Aristóbulo del Valle.

Poco después de cometer el asalto, los menores fueron atrapados por la policía, que poco después los entregó a sus progenitores. De todas maneras el episodio ocurrido en nuestra ciudad no deja de sorprender, teniendo en cuenta la edad de los niños que lo protagonizaron.

En las imágenes de video se pudo observar cómo uno de los chicos – el de 12 años- ingresa al local y simula ser un cliente. Seguidamente el menor saca a relucir un arma blanca con la cual increpa al vendedor y en ese momento entra en escena el otro pequeño – de 9 años- , quien también amenaza al muchacho, con una piedra de gran tamaño en su mano.

“Ellos tienen derechos, nosotros no”

Cansada de sufrir hechos de asalto –el del pasado domingo fue el séptimo- la propietaria del videoclub Líder aseguró que se sienten “desprotegidos de todo”, porque considera que para los gobernantes “la seguridad y la educación”.

“Este último asalto fue el que más nos sorprendió, con menores de 9 y 12 años. Nos sentimos mal porque sentimos que nosotros no tenemos derechos, que los menores y las familias de ellos sí, pero no así el comerciante que está trabajando, eso es lo que nos da más bronca”, expuso la mujer.

“Lo que más nos preocupa es la inseguridad en la que estamos, tanto los empleados como los dueños, así no tenemos más ganas de seguir trabajando. Son menores y del barrio, entonces los empleados tienen miedo de trabajar, no pueden hacer nada, si ese día hubieran reaccionado y golpeado a los chicos, se hubiera armado un gran problema”, agregó.

Según comentó la mujer, en la zona hay presencia policial hay: “pasan y cuando los llamamos vienen enseguida, además gracias al sistema de cámaras de seguridad pudieron reconocer a los ladrones y los detuvieron enseguida, pero ¿después? Veo que los policías hacen todo lo posible, pero es la justicia la que está fallando”.
Finalmente, la mujer reclamó: “Estoy pagando tres impuestos, municipal, provincial y nacional, pero nadie se hace cargo de lo que le pasa al comerciante. Siento que solamente tengo obligaciones, más medidas no podemos tomar, porque ya tenemos cámaras, alarmas y no voy a trabajar detrás de las rejas. Si tengo que hacer eso, cierro y me voy a mi casa, porque él que tiene que estar detrás de las rejas es el ladrón”.