El juez de Instrucción Juan
Andrés Donnola levantó ayer el secreto de sumario que pesaba en la causa
que investiga el triple crimen ocurrido el 1º de enero pasado en la
villa Moreno.
El juez de Instrucción Juan
Andrés Donnola levantó ayer el secreto de sumario que pesaba en la causa
que investiga el triple crimen ocurrido el 1º de enero pasado en la
villa Moreno. Además ordenó una serie de pericias que se irán
concretando en los próximos días y podrán ir echando más luz sobre ese
trágico episodio y también sobre la presunta complicidad policial con
los imputados, algo que allegados a las víctimas ya habían denunciado
públicamente.
Claudio Mono Suárez, Jeremías Jere
Trasante y Adrián Patón Rodríguez fueron acribillados a balazos la
madrugada del 1º de enero mientras esperaban a unas amigas en la
canchita de fútbol de la Agrupación Infantil Oroño, en Presidente
Quintana y Dorrego. Hasta allí llegó un grupo de maleantes buscando
venganza por el ataque a balazos que momentos antes, a varias cuadras de
allí, había sufrido Maximiliano El hijo del quemado Rodríguez. Pero los
tiradores se equivocaron de blanco y mataron a tres jóvenes inocentes.
Por la denominada masacre de villa
Moreno están detenidos Sergio Gustavo El quemado Rodríguez, papá de
Maximiliano, quien ya fue procesado por la Justicia y cuya defensa apeló
el fallo, que está en manos de la Cámara Penal; Daniel Alejandro
Teletubi Delgado, Brian Damiancito Romero y Brian Pescadito Sprío.
Además, está vinculado a la causa pero sigue en libertad Gerardo Jeta
M., quien era menor de edad el primer día del año y por eso declaró ante
un juzgado de Menores antes de volver a su casa.
Sin embargo, los allegados a las
víctimas denunciaron públicamente el pasado jueves, al marchar hacia
Tribunales al cumplirse dos meses del hecho, que "por testimonios
recogidos en el barrio los atacantes de los pibes fueron entre 7 y 10
personas", por lo que requirieron que se profundice la investigación y
se detenga a los presuntos cómplices de los ya apresados. En este
sentido, vale recordar que el juez Donnola también tiene en sus manos
otras pesquisas ligadas a la principal: una por el ataque a tiros contra
Maximiliano Rodríguez y otra por la impericia del policía que estaba a
cargo del Destacamento del Hospital de Emergencias que obvió registrar
en el libro de guardia de esa dependencia policial el ingreso del
muchacho herido a ese centro asistencial.
Al respecto, el magistrado renovó ayer
el pedido al jefe de policía de Rosario, comisario Néstor Arismendi,
para que se procuren todos los medios posibles para detener a Ezequiel
Negro Villalba, quien habría sido el autor de los disparos que hirieron a
Maximiliano Rodríguez y a quien el padre de este muchacho buscaba en la
villa Moreno para vengarse cuando mató a los tres inocentes; y a dos
presuntos cómplices de éste: Danonino, un chico que ya declaró ante el
juzgado de Menores y recuperó la libertad, y un tal Chuky, que también
sería menor y habría participado del ataque a El hijo del quemado.
Medidas. Mientras el
juez Donnola evaluaba ayer solicitar la reconstrucción de la masacre de
villa Moreno, y sumariantes de Seguridad Personal terminaban de dar
forma a 27 declaraciones testimoniales a vecinos del barrio que de una u
otra forma pudieron ver lo ocurrido, desde el despacho del magistrado
se ordenó a la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) la realización de
varios entrecruzamientos de llamados telefónicos para detectar los
contactos entre todos los vinculados al expediente.
La medida comprende el período
comprendido entre el 1º de diciembre de 2011 y el 1º de enero de 2012
inclusive y se hará tanto sobre los teléfonos celulares ya secuestrados a
los detenidos, como sobre los números fijos y de telefonía móvil
registrados en el expediente. Sobre el particular, fuentes judiciales
aseguraron que se trata de unos 40 números en total que serán sometidos
al sistema informático VAIC. Para lograr eso ya se emitieron las
respectivas cédulas a las compañías telefónicas con sede en Capital
Federal a fin de que remitan las sábanas con los listados de llamadas
entrantes y salientes de cada uno de esos números, trámite que demoraría
al menos un mes. Otros 30 días le deparará a los peritos policiales el
examen de los informes que reciban.
Asimismo, fuentes de la fiscalía a
cargo de Nora Marull sostuvieron que la llave que le secuestraron a
Daniel Teletubi Delgado al momento de ser apresado frente al edificio de
Mendoza 623 no pertencía a un departamento del 7º piso, donde dijo que
residía, sino que correspondía a una vivienda del 9º piso que fue
allanada y en la cual se hallaron un kilo de cocaína, una escopeta
calibre 12.70, 25 cartuchos con municiones, una balanza de precisión y
dinero. Por ese motivo, se dio cuenta a la Justicia Federal para que
abra la investigación al respecto por tenencia de estupefacientes.
Complicidades. En
cuanto al presunto encubrimiento policial que habrían tenido los
trágicos hechos del 1º de enero, el juez Donnola trabaja en dos
aspectos. El primero tiene que ver con la falta de registro en el libro
de guardia del destacamento policial del Heca del ingreso de Maximiliano
Rodríguez herido de balas. En ese sentido, hay un agente que fue pasado
a disponibilidad por disposición del gobierno provincial mientras se
sustancia un sumario en la Dirección de Asuntos Internos. Y, en manos
del magistrado, están los videos registrados en el centro asistencial
cuyas imágenes podrían aportar elementos para analizar el comportamiento
del uniformado en cuestión.
Pero también hay un dato que no es
menor y que está ligado al ataque a El hijo del quemado. Consta en el
expediente, más precisamente en la declaración que hizo la novia del
muchacho. Sofía sostuvo que después de que Maximiliano fuera herido y
antes de que se cometiera el triple crimen, el padre de su pareja (El
quemado) le pidió los celulares que tenían y le sugirió que fuera a un
lugar determinado para encontrarse con "policías amigos que te van a
orientar". La joven habría cumplido con el pedido aunque aún esos
uniformados no están identificados.
De comprobarse lo sostenido por Sofía,
se haría palpable la denuncia realizada por los allegados a las víctimas
del triple crimen y que tomó como suya la comisión especial creada en
la Cámara de Diputados santafesina Y es que entre la banda que lideraba
El quemado y un sector de la policía santafesina había vínculos
aceitados.
“Pescadito” fue sobreseído en otra causa
El viernes pasado, el juez Juan Andrés
Donnola remitió el expediente por el triple crimen de villa Moreno al
juzgado de Instrucción número 9, a cargo de su par Javier Beltramone. Lo
hizo ya que Brian Pescadito Sprío, uno de los cuatro detenidos por el
hecho ocurrido el 1º de enero, tenía abierta allí una causa por amenazas
coactivas y resistencia a la autoridad contra efectivos de la comisaría
18ª y eso es lo que marca el procedimiento de la Justicia penal.
Sin embargo, el juez Beltramone analizó
rápidamente el expediente en cuestión, sobreseyó al muchacho y antes de
que terminara el día resolvió el tema y lo devolvió al despacho de
Donnola, donde seguirá la pesquisa de rigor.
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