En la escuela Juan de Garay
falta mobiliario para cerca de 100 alumnos. Desde el Ministerio de
Educación dijeron que el pedido ingresó el miércoles por la tarde. La
solución llegaría el lunes.
El inicio de clases en la escuela Nº 19 Juan de Garay no
fue el ideal. Luego de las dos jornadas de paro que llevó adelante el
gremio docente –en reclamo de mejoras salariales y mejoras estructurales
en las escuelas periféricas–, los chicos volvieron al ciclo lectivo,
pero se encontraron con una sorpresa, la faltante de mesas y sillas para
casi un centenar de alumnos.
Según Graciela Espíndola, directora de la escuela ubicada en Blas Parera al 7.600, este año la institución tuvo un aumento de la matrícula de 100 alumnos y “creemos que va a ser de un poco más porque hay mucha demanda”.
Evidentemente, más allá del notorio incremento de la matrícula, en algún lugar hubo fallas, al menos de comunicación. Voceros del Ministerio de Educación aseguraron a Diario UNO que el pedido de mobiliario recién ingresó el miércoles pasado por la tarde. Además, indicaron que al enterarse de la situación dispusieron las medidas necesarias para solucionar el problema y que el lunes estarían llegando las mesas y sillas a la escuela.
La Juan de Garay este año cuenta con cinco divisiones por grado y el promedio de alumnos es de 30 por división. Ayer por la tarde dos grupos de séptimo grado trabajaron en una de las galerías de la institución realizando actividades que no necesitaban mesa y silla.
Hasta ayer la escuela tenía inscriptos 1.010 alumnos, pero “puede haber más chicos porque esta mañana (por ayer) seguíamos inscribiendo alumnos”, aseguró Espíndola. Mientras que en cuanto al mobiliario “tenemos un faltante de 110 sillas y de mesas es un poco menos, pero deben ser unas 90”.
Para la directora se dio una conjunción de factores. Por un lado, influyó el incremento de la matrícula y, por otro, el deterioro del mobiliario. “No sé si es por el barrio nuevo que se construyó cerca de la escuela y están por entregar, pero este año se sumaron 100 alumnos. A eso hay que sumarle el deterioro del mobiliario que se da por el uso que tiene. Aquí funciona, además de la primaria, un Eempa (Escuela de Enseñanza Media Para Adultos) y el mobiliario se usa todo el día”.
Luego explicó que “lo que más se rompen son las sillas, ése es el mayor problema”. “Cuando se rompe una mesa, los porteros por ahí se dan maña y las arreglan o se hacen mesas más grandes. Pero con las sillas es diferente, porque cuando se quiebran las patas no las podemos soldar”, señaló.
Al ser consultada sobre por qué se llegó a esta situación, Espíndola dijo: “Nosotros no teníamos pensado un incremento tan grande de la matrícula, de hecho uno nunca sabe cuál va a ser la matrícula de cada año. Pero el faltante se dio por esos dos motivos: el incremento de la matrícula y el deterioro del mobiliario por el uso. Esto es lo que le explicábamos a las autoridades de la Regional IV. No es que uno se está enfrentando a las autoridades, sino que simplemente surge esta necesidad y surge en este momento porque no teníamos previsto aumentar tanto la matrícula.
Suponemos que es por el barrio que se construyó cerca de la escuela y que se está por adjudicar en los primeros días de marzo”.
“Nos dimos cuenta de esto –continuó– porque muchos padres vinieron a inscribirlos con la documentación de la adjudicación de la vivienda. Es probable que haya chicos que iban a otras escuelas y ahora los anotaron acá”.
Al ser consultada si el aumento de la matrícula también evidenciaba una faltante de espacio físico, la directora dijo: “No, las aulas están. Tenemos el espacio físico, pero nos falta el mobiliario”.
—¿En cuanto tiempo llegaría el mobiliario?
—Hoy al mediodía (por ayer) estuvo el delegado regional con la supervisora y se comprometieron a que para el día lunes, porque las traerían de Rosario. Serían 80 juegos de sillas. Por eso nosotros por ahora nos vamos a manejar como podamos para que los chicos no pierdan los días de clases.
—¿Cómo están trabajando los chicos que no tienen mobiliario?
—La metodología de trabajo, como son los primeros días, tiene que ver con actividades que no demanden el mobiliario. Hoy séptimo grado está trabajando con afiches sobre la temática de normas de convivencia. Eso es algo que se puede trabajar en la galería. Mañana (por hoy), para evitar que los chicos no puedan venir, que es lo que hablamos con el delegado y la supervisora, vamos a rotar y los chicos de los sextos grados son quienes van a realizar este trabajo. El lunes esperamos que ya tengamos la solución y sino lo tendrán que hacer los chicos de quinto grado.
“La idea es ir rotando a los chicos para que realicen un trabajo en el que no necesiten estar con una mesa y una silla. Sé que las maestras les han leído y luego los alumnos hicieron una síntesis que tiene que ver con las normas de convivencia”, concluyó.
Según Graciela Espíndola, directora de la escuela ubicada en Blas Parera al 7.600, este año la institución tuvo un aumento de la matrícula de 100 alumnos y “creemos que va a ser de un poco más porque hay mucha demanda”.
Evidentemente, más allá del notorio incremento de la matrícula, en algún lugar hubo fallas, al menos de comunicación. Voceros del Ministerio de Educación aseguraron a Diario UNO que el pedido de mobiliario recién ingresó el miércoles pasado por la tarde. Además, indicaron que al enterarse de la situación dispusieron las medidas necesarias para solucionar el problema y que el lunes estarían llegando las mesas y sillas a la escuela.
La Juan de Garay este año cuenta con cinco divisiones por grado y el promedio de alumnos es de 30 por división. Ayer por la tarde dos grupos de séptimo grado trabajaron en una de las galerías de la institución realizando actividades que no necesitaban mesa y silla.
Hasta ayer la escuela tenía inscriptos 1.010 alumnos, pero “puede haber más chicos porque esta mañana (por ayer) seguíamos inscribiendo alumnos”, aseguró Espíndola. Mientras que en cuanto al mobiliario “tenemos un faltante de 110 sillas y de mesas es un poco menos, pero deben ser unas 90”.
Para la directora se dio una conjunción de factores. Por un lado, influyó el incremento de la matrícula y, por otro, el deterioro del mobiliario. “No sé si es por el barrio nuevo que se construyó cerca de la escuela y están por entregar, pero este año se sumaron 100 alumnos. A eso hay que sumarle el deterioro del mobiliario que se da por el uso que tiene. Aquí funciona, además de la primaria, un Eempa (Escuela de Enseñanza Media Para Adultos) y el mobiliario se usa todo el día”.
Luego explicó que “lo que más se rompen son las sillas, ése es el mayor problema”. “Cuando se rompe una mesa, los porteros por ahí se dan maña y las arreglan o se hacen mesas más grandes. Pero con las sillas es diferente, porque cuando se quiebran las patas no las podemos soldar”, señaló.
Al ser consultada sobre por qué se llegó a esta situación, Espíndola dijo: “Nosotros no teníamos pensado un incremento tan grande de la matrícula, de hecho uno nunca sabe cuál va a ser la matrícula de cada año. Pero el faltante se dio por esos dos motivos: el incremento de la matrícula y el deterioro del mobiliario por el uso. Esto es lo que le explicábamos a las autoridades de la Regional IV. No es que uno se está enfrentando a las autoridades, sino que simplemente surge esta necesidad y surge en este momento porque no teníamos previsto aumentar tanto la matrícula.
Suponemos que es por el barrio que se construyó cerca de la escuela y que se está por adjudicar en los primeros días de marzo”.
“Nos dimos cuenta de esto –continuó– porque muchos padres vinieron a inscribirlos con la documentación de la adjudicación de la vivienda. Es probable que haya chicos que iban a otras escuelas y ahora los anotaron acá”.
Al ser consultada si el aumento de la matrícula también evidenciaba una faltante de espacio físico, la directora dijo: “No, las aulas están. Tenemos el espacio físico, pero nos falta el mobiliario”.
—¿En cuanto tiempo llegaría el mobiliario?
—Hoy al mediodía (por ayer) estuvo el delegado regional con la supervisora y se comprometieron a que para el día lunes, porque las traerían de Rosario. Serían 80 juegos de sillas. Por eso nosotros por ahora nos vamos a manejar como podamos para que los chicos no pierdan los días de clases.
—¿Cómo están trabajando los chicos que no tienen mobiliario?
—La metodología de trabajo, como son los primeros días, tiene que ver con actividades que no demanden el mobiliario. Hoy séptimo grado está trabajando con afiches sobre la temática de normas de convivencia. Eso es algo que se puede trabajar en la galería. Mañana (por hoy), para evitar que los chicos no puedan venir, que es lo que hablamos con el delegado y la supervisora, vamos a rotar y los chicos de los sextos grados son quienes van a realizar este trabajo. El lunes esperamos que ya tengamos la solución y sino lo tendrán que hacer los chicos de quinto grado.
“La idea es ir rotando a los chicos para que realicen un trabajo en el que no necesiten estar con una mesa y una silla. Sé que las maestras les han leído y luego los alumnos hicieron una síntesis que tiene que ver con las normas de convivencia”, concluyó.
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