Mirtha Manzur, de la Multisectorial de Mujeres, y Fabián Jerkovich, del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia, analizan lo trabajado en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara baja.
El martes pasado la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación puso en boca de todo el país el debate sobre la despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Mientras cientos de manifestantes se expresaban fuera del recinto a favor y en contra del proyecto, adentro las posturas de los y las legisladoras también representaban ese antagonismo. Durante toda la semana las repercusiones coparon los medios de comunicación y las charlas informales en ámbitos laborales, familiares y de recreación.
Diario UNO consultó a Fabián Jerkovich, director del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia y docente de la Universidad Católica de Santa Fe, y a Mirtha Manzur, abogada integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, quienes expresaron sus posturas sobre la iniciativa y, en particular, sobre el debate que se dio en el Congreso nacional.
Cabe destacar que en los últimos días se conoció que el dictamen de mayoría de la primera comisión que trabajó el tema nunca existió y que el jueves próximo será convocada una reunión de las tres comisiones (Penal, Acción Social y Salud Pública y Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia) que deben evaluar el proyecto para definir un dictamen único de cara al debate en el recinto que será la semana próxima.
Los preparativos en el Congreso
Antes de dar el debate en la comisión, los legisladores convocaron a dos oradoras de organizaciones internacionales a disertar sobre la temática y a exponer los datos con los que cuentan. En esa oportunidad, Marianne Mollmann, especialista en derechos de las mujeres de la organización internacional Human Rights Watch, indicó que en 2008 el 20 por ciento de las muertes por emergencias obstétricas fueron por abortos mal realizados y criticó duramente las condiciones de acceso a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en la Argentina.
En la reunión de la comisión Penal, la diputada Cynthia Hotton criticó que no se haya convocado a representantes de organizaciones provida al debate. Al respecto Manzur analizó: “Nadie expuso formalmente por la parte que sostiene el sector más conservador, de derecha o fundamentalista religioso (catolicismo e iglesias evangélicas) pero hay que considerar que han sido por siglos el pensamiento hegemónico –desde la conquista de América– y la sociedad toda tiene pleno conocimiento de su postura. Pensamiento que hoy se siente y vivencia como injusto e inequitativo, negador de los derechos de las mujeres”.
En relación a las condiciones del debate, Jerkovich manifestó: “La enseñanza de la Iglesia en materia de debate viene desde siempre, sin embargo tenemos mucho todavía que aprender en la manera de debatir. Lo sucedido en estos días con respecto a la situación del despacho, que no fue de la Comisión de Legislación Penal de Diputados nos marca que, en lugar de fundamentos de fe y razón, lo que se intenta hacer primar es la fuerza del número”.
Al respecto, los dos entrevistados destacaron la importancia de dar un debate serio y respetuoso sobre la despenalización y legalización del aborto con el objetivo de que la población se interiorice sobre la temática y pueda expresarse.
“En la Argentina y en el mundo convivimos quienes pensamos distinto y tenemos que aprender a hacerlo sin agredirnos, respetándonos y sin tomar represarías posteriores. Lamentablemente ello no siempre fue así en el mundo, y no lo es todavía”, marcó Jerkovich.
Y siguió: “Los mayoritariamente bautizados argentinos reclamamos el respeto a nuestras creencias y nuestro derecho a opinar sobre las legislaciones que, como la de la despenalización del aborto, atentan contra la protección de la vida”. En ese sentido destacó que esa iniciativa intenta desproteger la vida en sus inicios y que hay un punto de acuerdo entre la ciencia y la religión sobre cuál es el comienzo de la vida, la concepción. A lo que agregó como recordatorio que para los cristianos las leyes son tales si están en orden a la Ley Eterna y a la Ley Natural, sino se convierten en inicuas.
Por otro lado, Manzur destacó que el debate debe ser llevado a todos los ámbitos de la sociedad. “Cuanto más amplio, serio y abierto mejor hace al tema, que de por sí es muy complejo. La comunidad ya está participando y ya se ha posicionado; encuestas recientes han dado que el 60 por ciento de la población adhiere al proyecto de la campaña”, manifestó la militante feminista.
Representantes santafesinos
Manzur y Jerkovich se refirieron a las posturas que los legisladores santafesinos han tomado de cara al debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo y destacaron a aquellos que defienden una y otra posición, respectivamente. Además coincidieron en la importancia de que los y las diputadas y senadoras den a conocer cuál es su posición sobre este tema a la sociedad.
La referente de la Campaña Nacional señaló como ejemplos del trabajo de los legisladores santafesinos los proyectos sobre el tema de Rubén Giustiniani y de Silvia Ausburger, que han perdido estado parlamentario. Y remarcó que el diputado Miguel Barrios, también del socialismo, ha apoyado y apoya el proyecto que hoy está en el Congreso. “Hay otro sector que se opone y los diputados (Silvina) Frana y (Mario) Lacava son las caras más visibles aquí en la provincia”, dijo.
Además recordó que en Santa Fe ha habido importantes avances como los protocolos de atención para los abortos no punibles y el Registro de Objetores de Conciencia.
“Es necesario conocer las posturas de los candidatos que se van a votar, sobre todo en temas fundamentales para la población como lo es la salud pública en referencia a la mujer”, destacó Manzur.
Además, en relación a la postura de Cristina Fernández sobre el tema, la abogada feminista indicó que “la Presidenta ha expresado que no comparte la posición de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito pero que, si se debate y el proyecto se transforma en ley, ella respetará el accionar legislativo”. A lo que agregó que la mandataria debe gobernar para toda la población y que, por otra parte, “a ella no le escapa el conocimiento de que esto redunda en un beneficio para los sectores más pobres y excluidos”. Por último marcó que una ley como la que se plantea no obliga a nadie, sólo habilita a las mujeres a ejercer su derecho a decidir y a acceder a una práctica de salud que hoy se les niega.
En ese sentido, Jerkovich hizo hincapié en que los y las legisladoras católicas deberán actuar y votar en función de sus convicciones. “En la provincia algunos legisladores nacionales ya han adelantado opiniones sobre temas como los presentes, sin embargo cabe aclarar que desde nuestra fe, su deber es legislar para el bien de todos los argentinos y que la despenalización del aborto no es para el bien de todos, mucho menos, para los recién concebidos”, dijo.
Y siguió: “En el caso de legisladores católicos, ellos han de oponerse a toda legislación que atente contra la vida, así lo afirma la nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política”. Además señaló que ese documento señala que “para ellos, como para todo católico, vale la imposibilidad de participar en campañas de opinión a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con el propio voto”.
Las expectativas
Por último, los entrevistados dieron cuenta de las expectativas que tienen en relación a la posibilidad de dar el debate a nivel social sobre este tema y recordaron las posturas bien diferenciadas que sostienen.
En primer lugar, Jerkovich mencionó que, “como creyente de la Iglesia Católica, desde siempre y en particular en los últimos 2.000 años en el mundo y desde la llegada de los primeros evangelizadores a nuestras tierras, sostenemos el respeto al Derecho a la Vida, desde la concepción hasta la muerte natural”.
Además mencionó que los cristianos están convencidos de que una ley que no proteja la vida desde la concepción, es una ley que degrada la convivencia humana y abre la puerta a otros males sociales como lo son la eutanasia y la eugenesia. También indicó que una legislación que despenalice el aborto se convierte en una discriminación porque “una discriminación fundada sobre los diversos períodos de la vida no se justifica más que otra discriminación cualquiera (...). Desde el momento de la fecundación del óvulo, queda inaugurada una vida que no es ni la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo”, repitió y agregó: “Por lo expuesto ayer, hoy y siempre despenalizar el aborto no contará con el apoyo de quienes han decidido seguir a Cristo y gracias a Dios a muchos más, que sin ser cristianos por la misma y otras razones ven que la sociedad se haría menos humana con legislaciones como la que se propugna”.
A su turno, Manzur destacó que con el debate “queremos lograr igualdad. Al reconocerse derechos de las mujeres y al acceder éstas a las prácticas de salud – como la interrupción voluntaria del embarazo-, esas mujeres estarán cuidando de su vida y de la calidad de la misma”.
Y destacó que los tres pilares de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito resumen claramente su postura: “Nosotras pedimos: «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir» porque queremos lograr una mayor inclusión integral de jóvenes, adolescentes y adultos varones y mujeres a una vida donde el ejercicio de la ciudadanía sea una realidad. Por eso decimos que el derecho al aborto es una deuda de la democracia”.
Diario UNO consultó a Fabián Jerkovich, director del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia y docente de la Universidad Católica de Santa Fe, y a Mirtha Manzur, abogada integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, quienes expresaron sus posturas sobre la iniciativa y, en particular, sobre el debate que se dio en el Congreso nacional.
Cabe destacar que en los últimos días se conoció que el dictamen de mayoría de la primera comisión que trabajó el tema nunca existió y que el jueves próximo será convocada una reunión de las tres comisiones (Penal, Acción Social y Salud Pública y Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia) que deben evaluar el proyecto para definir un dictamen único de cara al debate en el recinto que será la semana próxima.
Los preparativos en el Congreso
Antes de dar el debate en la comisión, los legisladores convocaron a dos oradoras de organizaciones internacionales a disertar sobre la temática y a exponer los datos con los que cuentan. En esa oportunidad, Marianne Mollmann, especialista en derechos de las mujeres de la organización internacional Human Rights Watch, indicó que en 2008 el 20 por ciento de las muertes por emergencias obstétricas fueron por abortos mal realizados y criticó duramente las condiciones de acceso a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en la Argentina.
En la reunión de la comisión Penal, la diputada Cynthia Hotton criticó que no se haya convocado a representantes de organizaciones provida al debate. Al respecto Manzur analizó: “Nadie expuso formalmente por la parte que sostiene el sector más conservador, de derecha o fundamentalista religioso (catolicismo e iglesias evangélicas) pero hay que considerar que han sido por siglos el pensamiento hegemónico –desde la conquista de América– y la sociedad toda tiene pleno conocimiento de su postura. Pensamiento que hoy se siente y vivencia como injusto e inequitativo, negador de los derechos de las mujeres”.
En relación a las condiciones del debate, Jerkovich manifestó: “La enseñanza de la Iglesia en materia de debate viene desde siempre, sin embargo tenemos mucho todavía que aprender en la manera de debatir. Lo sucedido en estos días con respecto a la situación del despacho, que no fue de la Comisión de Legislación Penal de Diputados nos marca que, en lugar de fundamentos de fe y razón, lo que se intenta hacer primar es la fuerza del número”.
Al respecto, los dos entrevistados destacaron la importancia de dar un debate serio y respetuoso sobre la despenalización y legalización del aborto con el objetivo de que la población se interiorice sobre la temática y pueda expresarse.
“En la Argentina y en el mundo convivimos quienes pensamos distinto y tenemos que aprender a hacerlo sin agredirnos, respetándonos y sin tomar represarías posteriores. Lamentablemente ello no siempre fue así en el mundo, y no lo es todavía”, marcó Jerkovich.
Y siguió: “Los mayoritariamente bautizados argentinos reclamamos el respeto a nuestras creencias y nuestro derecho a opinar sobre las legislaciones que, como la de la despenalización del aborto, atentan contra la protección de la vida”. En ese sentido destacó que esa iniciativa intenta desproteger la vida en sus inicios y que hay un punto de acuerdo entre la ciencia y la religión sobre cuál es el comienzo de la vida, la concepción. A lo que agregó como recordatorio que para los cristianos las leyes son tales si están en orden a la Ley Eterna y a la Ley Natural, sino se convierten en inicuas.
Por otro lado, Manzur destacó que el debate debe ser llevado a todos los ámbitos de la sociedad. “Cuanto más amplio, serio y abierto mejor hace al tema, que de por sí es muy complejo. La comunidad ya está participando y ya se ha posicionado; encuestas recientes han dado que el 60 por ciento de la población adhiere al proyecto de la campaña”, manifestó la militante feminista.
Representantes santafesinos
Manzur y Jerkovich se refirieron a las posturas que los legisladores santafesinos han tomado de cara al debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo y destacaron a aquellos que defienden una y otra posición, respectivamente. Además coincidieron en la importancia de que los y las diputadas y senadoras den a conocer cuál es su posición sobre este tema a la sociedad.
La referente de la Campaña Nacional señaló como ejemplos del trabajo de los legisladores santafesinos los proyectos sobre el tema de Rubén Giustiniani y de Silvia Ausburger, que han perdido estado parlamentario. Y remarcó que el diputado Miguel Barrios, también del socialismo, ha apoyado y apoya el proyecto que hoy está en el Congreso. “Hay otro sector que se opone y los diputados (Silvina) Frana y (Mario) Lacava son las caras más visibles aquí en la provincia”, dijo.
Además recordó que en Santa Fe ha habido importantes avances como los protocolos de atención para los abortos no punibles y el Registro de Objetores de Conciencia.
“Es necesario conocer las posturas de los candidatos que se van a votar, sobre todo en temas fundamentales para la población como lo es la salud pública en referencia a la mujer”, destacó Manzur.
Además, en relación a la postura de Cristina Fernández sobre el tema, la abogada feminista indicó que “la Presidenta ha expresado que no comparte la posición de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito pero que, si se debate y el proyecto se transforma en ley, ella respetará el accionar legislativo”. A lo que agregó que la mandataria debe gobernar para toda la población y que, por otra parte, “a ella no le escapa el conocimiento de que esto redunda en un beneficio para los sectores más pobres y excluidos”. Por último marcó que una ley como la que se plantea no obliga a nadie, sólo habilita a las mujeres a ejercer su derecho a decidir y a acceder a una práctica de salud que hoy se les niega.
En ese sentido, Jerkovich hizo hincapié en que los y las legisladoras católicas deberán actuar y votar en función de sus convicciones. “En la provincia algunos legisladores nacionales ya han adelantado opiniones sobre temas como los presentes, sin embargo cabe aclarar que desde nuestra fe, su deber es legislar para el bien de todos los argentinos y que la despenalización del aborto no es para el bien de todos, mucho menos, para los recién concebidos”, dijo.
Y siguió: “En el caso de legisladores católicos, ellos han de oponerse a toda legislación que atente contra la vida, así lo afirma la nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política”. Además señaló que ese documento señala que “para ellos, como para todo católico, vale la imposibilidad de participar en campañas de opinión a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con el propio voto”.
Las expectativas
Por último, los entrevistados dieron cuenta de las expectativas que tienen en relación a la posibilidad de dar el debate a nivel social sobre este tema y recordaron las posturas bien diferenciadas que sostienen.
En primer lugar, Jerkovich mencionó que, “como creyente de la Iglesia Católica, desde siempre y en particular en los últimos 2.000 años en el mundo y desde la llegada de los primeros evangelizadores a nuestras tierras, sostenemos el respeto al Derecho a la Vida, desde la concepción hasta la muerte natural”.
Además mencionó que los cristianos están convencidos de que una ley que no proteja la vida desde la concepción, es una ley que degrada la convivencia humana y abre la puerta a otros males sociales como lo son la eutanasia y la eugenesia. También indicó que una legislación que despenalice el aborto se convierte en una discriminación porque “una discriminación fundada sobre los diversos períodos de la vida no se justifica más que otra discriminación cualquiera (...). Desde el momento de la fecundación del óvulo, queda inaugurada una vida que no es ni la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo”, repitió y agregó: “Por lo expuesto ayer, hoy y siempre despenalizar el aborto no contará con el apoyo de quienes han decidido seguir a Cristo y gracias a Dios a muchos más, que sin ser cristianos por la misma y otras razones ven que la sociedad se haría menos humana con legislaciones como la que se propugna”.
A su turno, Manzur destacó que con el debate “queremos lograr igualdad. Al reconocerse derechos de las mujeres y al acceder éstas a las prácticas de salud – como la interrupción voluntaria del embarazo-, esas mujeres estarán cuidando de su vida y de la calidad de la misma”.
Y destacó que los tres pilares de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito resumen claramente su postura: “Nosotras pedimos: «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir» porque queremos lograr una mayor inclusión integral de jóvenes, adolescentes y adultos varones y mujeres a una vida donde el ejercicio de la ciudadanía sea una realidad. Por eso decimos que el derecho al aborto es una deuda de la democracia”.
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