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domingo, 6 de noviembre de 2011

CALLES SALVAJES/Casi la matan para robarle la moto

Rodó con su vehículo cuando dos delincuentes la empujaron. Salvó su vida gracias a la intervención de un policía. Ocurrió en Suipacha y Lamadrid.

La intervención de un policía fue clave en la historia. Puso en fuga a los malvivientes y luego asistió a la joven herida.


Se llama María de los Milagros... mucho más que un nombre. Sábado al mediodía, cerca de las 13.
La impresionante columna de humo negro proveniente del incendio de la estación de la EPE, anunciaba a toda la ciudad que un siniestro de magnitud había ocurrido.
Muchos siguieron su día indiferentes al suceso. Otros, buscaron encontrar alguna explicación al hecho.
Entre estos últimos se encontraba María de los Milagros N., de 21 años, quien terminaba de salir de su trabajo de empleada administrativa en un hospital.
Movida por la curiosidad la joven, a bordo de su motocicleta, encaró directamente hacia la zona del desastre. “Quería saber qué había pasado”, dijo hoy en diálogo con este diario.
Claro que buscando ese objetivo ignoraba que se encontraba a escasos segundos de vivir su propia tragedia.
La previa
La mujer circulaba por Lamadrid cuando en cercanías de calle Suipacha (zona también conocida como del Puente Negro) observó a dos sujetos que estaban asaltando a un motociclista.
De los delincuentes se supo que eran dos hombres de unos 25 años. Ambos estaban armados: uno con un arma de fuego y el otro con un cuchillo. Uno de ellos tenía puesta una camiseta de Colón.
El motociclista (a quien luego se lo identificó como Jonatan Stapuski, de 24 años) había sido interceptado y lo tenían acorralado. El malviviente que portaba el arma blanca le estaba asestando algunos puntazos.
Al límite
Aterrada por la situación María tomó una decisión. Acelerar al máximo y tratar de escapar de los malvivientes. “Pensé... no me van a robar a mí si estoy con el vehículo en marcha”, relató.
Pero su pálpito fue erróneo.
“Yo iba cerca de 100 km/h cuando siento que uno de estos tipos se me tiró encima. El empujón me hizo perder la estabilidad y caí al suelo de manera tremenda. Un vecino que se acercó me dijo que no sabía como estaba viva después de semejante golpe.
El que también se acercó fue uno de los asaltantes. Era el que tenía el revólver. Sin más el sujeto encañonó a la mujer y comenzó a reclamar para que le entregue dinero, el teléfono celular y la moto. “¡Dame todo porque te quemo acá nomás!”, gritaba.
Su compinche, al ver todo el alboroto que se armó cuando yo me caí, se dio a la fuga”, comentó María.
Fue entones cuando apareció en escena un personaje que sería crucial en la historia.
Quiso el destino que por el lugar pasara un agente de policía, el que al ver la situación decidió tomar cartas en el asunto.
Tras impartir la voz de alto el agente realizó dos disparos al aire. El caco optó entonces por escapar a la carrera.
Malherida la mujer quedó tendida en el suelo, siendo contenida por los muchos vecinos que se acercaron y por el valiente uniformado.
Poco después María ingresó al hospital Cullen donde se le diagnosticó politraumatismos y quemaduras por fricción en distintas partes de su cuerpo.
Se llama María de los Milagros... mucho más que un nombre.
Como consecuencia de la rodada la joven resultó con quemaduras por fricción (contra el pavimento), en rostro, hombro y piernas. “Además tengo dolores en todo el cuerpo”,
Otro caso
Esta mañana otro hombre resultó con una herida de arma blanca tras sufrir un violento robo callejero, en la zona norte de la ciudad. Juan Gustavo Milessi, de 22 años, se encontraba en la zona de Blas Parera al 7000 cuando fue abordado por un malviviente. A punta de cuchillo el rufián intentó apoderarse de sus pertenencias. En dicha circunstancia el nombrado sufrió un corte en el cuello, motivo por el cual debió recibir asistencia médica de emergencia.

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