Un cronista y un reportero gráfico de La Capital, que fueron a cubrir un hecho policial a Génova al 8500, fueron atacados por dos delincuentes. El fotógrafo logró guarecerse en el remís que los trasladó al lugar, mientras el periodista, después de ser golpeado por los malvivientes se refugió en una vivienda cercana.
El cronista Leo Graciarena y el reportero gráfico Francisco Guillén, que estaban cubriendo una nota para la sección Policiales, fueron abordados por dos individuos encapuchados que, como los periodistas se negaron a entregarles sus pertenecias, gatillaron varias veces un arma de fuego, sin que salieran las balas. El episodio se produjo hoy, en horas del mediodía, en PasajeToba y García de Cossio, en la zona oeste de la ciudad. Cuando habían finalizado su trabajo y se estaban retirando del lugar, dos sujetos se abalanzaron sobre los periodistas de La Capital en un intento por arrebatarles sus pertenecias. El fotógrafo y el remisero lograron subir al auto en el que habían llegado al lugar y escaparon mientras los ladrones gatillaban sus armas, sin que salieran las balas. "Se encapucharon bien, Leo intentó ingresar al vehículo en la parte de adelante pero no pudo y lo agarraron a golpes", relató Guillén a LaCapital.com.ar, todavía conmovido por el violento incidente que le había tocado protagonizar mientras cumplía con su trabajo. Y remató: "El chofer arrancó, nos disparaban pero no salían las balas". Mientras el fotógrafo y el remisero intentaban darse a la fuga, Graciarena fue atacado a golpes por uno de los delincuentes. Si bien en un primer momento logró defenderse, el cómplice del sujeto que lo estaba atacando le arrojó una piedra y de inmediato se le abalanzó intentando inmovilizarlo. Graciarena consiguió evadirse de los atacantes y rápidamente buscó refugió en una casa vecina, habitada por una mujer que, según relató el periodista, no podía salir de su asombro ante lo que estaba sucediendo. "Estabamos subiendo al auto para irnos, se me vinieron dos encima y en la desesperación me salió enfrentarlo a las piñas", contó Graciarena, un experimentado cronista de la sección Policiales, y añadió: "Pero cuando se me vino encima me dio con un adoquín en la pierna. Entonces me metí en la casa de una mujer y logré quedar a salvo". Graciarena explicó que los delincuentes intentaron arrebatarles la riñonera en la que el periodista guardaba sus elementos de trabajo y el equipo fotográfico de Guillén. El periodista señaló que los asaltantes los atacaron violentamente con un "una especie de fusta como con punta del otro lado mientras el otro con un arma le disparaba al auto". Minutos después ambos lograron encontrarse y salir de la zona de peligro. Ninguno de los dos resultó herido. Personal policial de la comisaría 17ª investiga el hecho.
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