Luis Rubeo acusó al jefe del bloque oficial, Raúl Lamberto, de ser el mentor del operativo "basura" -como lo llamó-, que pretendió involucrarlo en un supuesto atentado con explosivos, a mediados de los '80. "Fue utilizado de manera mal intencionada", dijo el legislador justicialista.
El bloque del Frente Progresista volvió a mostrar ayer las fisuras entre socialistas y radicales ante un descargo del diputado Luis Rubeo por una operación política que intentó sacar rédito electoral con una vieja denuncia mediática de 1993, judicializada en 2005 y desestimada por la justicia, que pretendió involucrarlo en un supuesto atentado con explosivos, a mediados de los '80. "Lo que se hizo con este tema fue una canallada", dijo Rubeo. Y acusó a su colega y jefe del bloque oficial, Raúl Lamberto, de ser el mentor del operativo "basura", como lo llamó. Rubeo pidió que la Cámara le pregunte al juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, si él "está imputado en alguna causa", pero la bancada oficial rechazó el tratamiento sobre tablas y por lo tanto la posibilidad de defenderse. Sin embargo, en medio del debate, el diputado radical Darío Boscarol solicitó un cuarto intermedio y después planteó que la mayoría reconsidere la negativa anterior y apruebe la solicitud de Rubeo. Y así ocurrió. Entonces, los socialistas no tuvieron otra que acompañar con su voto a los radicales, aunque algunos ni siquiera levantaron la mano.
A cuatro días de las elecciones, el clima se caldeó ayer en Diputados, donde Rubeo descargó su bronca por un operativo para difamarlo y atacar a la lista de diputados que encabezó María Eugenia Bielsa. "Durante la campaña, soporté cualquier tipo de barbaridades", afirmó Rubeo en el recinto. Y se remitió a una denuncia judicial presentada en 2005 por Carlos Razzetti, en una causa que investiga el asesinato de su padre, Constantino Razzetti, el 13 de octubre de 1973, "cuando tenía 16 años".
El año pasado, Razzetti mandó a los diputados una carta que involucra a Rubeo "en un supuesto atentado contra el ex diputado (Carlos) Perretta, en 1986. Y mencionaba un video de 1993, donde este asesino Constanzo descalifica a mi padre, a quien no voy a defender en este recinto porque él se tendrá que defender en el ámbito que corresponda, pero sí voy a defender mi buen nombre y honor. Porque es una canallada lo que se hizo con este tema y muchos de los que están en este recinto saben de qué hablo", agregó.
"La denuncia de Razzetti fue desestimada el 25 de abril", insistió Rubeo. Y se permitió leer la resolución del juez Bailaque que rechazó las indagatorias de su padre y del ex ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, entre otros.
Rubeo apuntó entonces a cuatro de sus colegas: los socialistas Joaquín Blanco, Inés Bertero, Nidia Goncebat y Alicia Gutiérrez, del SI, que le pidieron explicaciones sobre el asunto, en un proyecto que presentaron en la Cámara en plena campaña. "Los autores de esta maniobra sabían que esa supuesta prueba que me involucraba en un atentado había sido desestimada por la justicia. ¿Cómo puede ser que en ese proyecto se mezclen hechos como el asesinato de Razzetti (en 1973), el atentado a Perretta (en 1986), y los delitos de lesa humanidad? ¿Cómo no voy a sentirme lesionado?", se defendió.
"Esto fue utilizado de manera mal intencionada y artera. Inundaron la provincia con correos electrónicos (anónimos). Y el diputado Lamberto, presidente de la bancada oficial, llegó a decir que ellos pidieron que en las boletas electorales se colocaran las fotos de los candidatos a diputados que iban en segundo y tercer lugar, pero que el PJ se opuso porque querían esconderme para que la gente no sepa que un asesino integraba la lista del peronismo. Esto lo dijo Lamberto, en un pasquín de Santa Fe".
"Vayamos al fondo del asunto" y "preguntemos el Juzgado Federal si estoy involucrado en estas causas", planteó Rubeo. Presentó entonces un proyecto de comunicación con ese objetivo, pero el Frente Progresista rechazó su tratamiento sobre tablas. "No voy a pedir una reconsideración del voto, pero debe quedar claro cuál es la actitud de la bancada oficialista, que ratifica que esto fue un operativo electoral para perjudicarme a mí y a la lista que yo integraba", retrucó Rubeo.
El contraaque impactó sobre el radicalismo que se despegó de los socialistas. El diputado Boscarol pidió un cuarto intermedio y luego solicitó que se reconsidere la negativa anterior y se apruebe el proyecto de Rubeo.
La diputada Gutiérrez aprovechó para aclarar que ellos no involucraron a Rubeo "en delitos de lesa humanidad". "No estamos haciendo un juicio de valor", dijo. Y negó el trasfondo electoral. Le contestó su colega del FpV, Gerardo Rico: "La diputada Gutiérrez defenestra su historia".
"¡Siguen mintiendo!", reaccionó Rubeo. "Lo que hicieron es una bajeza". ¿O es mentira que Lamberto dijo lo que dijo? Quiero que se hagan cargo de lo que hicieron. Por eso quiero ir a la justicia porque este tema no termina acá. Soy un militante político, pero en mi vida se me hubiera ocurrido esta basura. Y te lo digo a vos", dijo Rubeo. Y apuntó con su índice hacia el bloque oficial. Enfrente, Lamberto se acurrucó en su banca.
A cuatro días de las elecciones, el clima se caldeó ayer en Diputados, donde Rubeo descargó su bronca por un operativo para difamarlo y atacar a la lista de diputados que encabezó María Eugenia Bielsa. "Durante la campaña, soporté cualquier tipo de barbaridades", afirmó Rubeo en el recinto. Y se remitió a una denuncia judicial presentada en 2005 por Carlos Razzetti, en una causa que investiga el asesinato de su padre, Constantino Razzetti, el 13 de octubre de 1973, "cuando tenía 16 años".
El año pasado, Razzetti mandó a los diputados una carta que involucra a Rubeo "en un supuesto atentado contra el ex diputado (Carlos) Perretta, en 1986. Y mencionaba un video de 1993, donde este asesino Constanzo descalifica a mi padre, a quien no voy a defender en este recinto porque él se tendrá que defender en el ámbito que corresponda, pero sí voy a defender mi buen nombre y honor. Porque es una canallada lo que se hizo con este tema y muchos de los que están en este recinto saben de qué hablo", agregó.
"La denuncia de Razzetti fue desestimada el 25 de abril", insistió Rubeo. Y se permitió leer la resolución del juez Bailaque que rechazó las indagatorias de su padre y del ex ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, entre otros.
Rubeo apuntó entonces a cuatro de sus colegas: los socialistas Joaquín Blanco, Inés Bertero, Nidia Goncebat y Alicia Gutiérrez, del SI, que le pidieron explicaciones sobre el asunto, en un proyecto que presentaron en la Cámara en plena campaña. "Los autores de esta maniobra sabían que esa supuesta prueba que me involucraba en un atentado había sido desestimada por la justicia. ¿Cómo puede ser que en ese proyecto se mezclen hechos como el asesinato de Razzetti (en 1973), el atentado a Perretta (en 1986), y los delitos de lesa humanidad? ¿Cómo no voy a sentirme lesionado?", se defendió.
"Esto fue utilizado de manera mal intencionada y artera. Inundaron la provincia con correos electrónicos (anónimos). Y el diputado Lamberto, presidente de la bancada oficial, llegó a decir que ellos pidieron que en las boletas electorales se colocaran las fotos de los candidatos a diputados que iban en segundo y tercer lugar, pero que el PJ se opuso porque querían esconderme para que la gente no sepa que un asesino integraba la lista del peronismo. Esto lo dijo Lamberto, en un pasquín de Santa Fe".
"Vayamos al fondo del asunto" y "preguntemos el Juzgado Federal si estoy involucrado en estas causas", planteó Rubeo. Presentó entonces un proyecto de comunicación con ese objetivo, pero el Frente Progresista rechazó su tratamiento sobre tablas. "No voy a pedir una reconsideración del voto, pero debe quedar claro cuál es la actitud de la bancada oficialista, que ratifica que esto fue un operativo electoral para perjudicarme a mí y a la lista que yo integraba", retrucó Rubeo.
El contraaque impactó sobre el radicalismo que se despegó de los socialistas. El diputado Boscarol pidió un cuarto intermedio y luego solicitó que se reconsidere la negativa anterior y se apruebe el proyecto de Rubeo.
La diputada Gutiérrez aprovechó para aclarar que ellos no involucraron a Rubeo "en delitos de lesa humanidad". "No estamos haciendo un juicio de valor", dijo. Y negó el trasfondo electoral. Le contestó su colega del FpV, Gerardo Rico: "La diputada Gutiérrez defenestra su historia".
"¡Siguen mintiendo!", reaccionó Rubeo. "Lo que hicieron es una bajeza". ¿O es mentira que Lamberto dijo lo que dijo? Quiero que se hagan cargo de lo que hicieron. Por eso quiero ir a la justicia porque este tema no termina acá. Soy un militante político, pero en mi vida se me hubiera ocurrido esta basura. Y te lo digo a vos", dijo Rubeo. Y apuntó con su índice hacia el bloque oficial. Enfrente, Lamberto se acurrucó en su banca.
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