Casi un año después de haber aparecido, el adolescente abandonó la casa de sus tíos, en Paraná, y regresó a la ciudad para vivir bajo la tutela de su hermana.
Hace un año todo el país buscaba a Matías Causso, el adolescente santafesino que se escapó de su casa y desapareció por ocho meses. Esta semana, luego de permanecer casi 12 meses en la casa de sus tíos en Paraná, el joven volvió a abandonar su hogar. A diferencia de la vez anterior, partió con un destino decidido. Así arribó anteayer a la casa de su hermana Priscila, en la zona norte de la ciudad de Santa Fe.
Luego de numerosas discusiones y problemas de convivencia con los familiares que oficiaban de tutores, Matías decidió reunirse con Priscila, quien vive con su pareja en la capital provincial desde hace varios meses. En este tiempo, ella aseguró que su intención era obtener la tenencia del menor. En tanto él, también peleaba por estar junto a ella bajo el mismo techo. Su pedido concreto a las autoridades es que su papá no tenga la patria potestad sobre su persona.
De todas maneras, no es competencia del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Santa Fe, sino de un juez de Familia la definición acerca del futuro legal sobre la tenencia del adolescente.
Lo que sí definió el área gubernamental fue una medida excepcional, en agosto del año pasado, para separar al chico de sus progenitores, dadas las manifestaciones del mismo en relación a supuestas situaciones de explotación infantil y violencia doméstica.
En la actualidad, los equipos de trabajo social santafesinos realizan un seguimiento del caso junto al Consejo Provincial de la Niñez de Entre Ríos, que es el órgano encargado de verificar el estado del menor a través de las trabajadoras sociales.
El próximo lunes, autoridades de ambas provincias dialogarán con respecto a la situación de Matías para analizar los pasos a seguir. Más allá de esto, tanto el joven como su hermana ya averiguan el traspaso de escuela –dado que él cursaba el secundario en Paraná– y avanzan en los trámites necesarios para vivir juntos.
Tanto Priscila como su pareja poseen un trabajo estable que aseguran les permitirá brindar una calidad de vida adecuada, después de tantos años de sufrimiento, al adolescente santafesino.
Diario UNO constató ayer que ambos jóvenes se encuentran en excelente estado de salud y felices de haberse reencontrado. En cuanto al padre de los dos, luego de una denuncia policial efectuada por Priscila no volvió a acercarse a su hogar.
Consciente de su responsabilidad, la joven aspira a mantener su actual trabajo y que su hermano finalice con éxito sus estudios secundarios, para tener luego mejores chances a la hora de buscar un futuro profesional.
Con respecto a sus tíos –quienes alojaron a Matías durante casi un año– la relación no se encuentra en buenos términos, pero aseguran que no habrá trabas para que los santafesinos hagan valer su voluntad.
A tres semanas del primer aniversario de su aparición, la vida de estos dos hermanos presenta todavía algunos vaivenes, alejados de lo que afirman fue una penosa infancia, pero siempre en pos de un futuro mejor.
Luego de numerosas discusiones y problemas de convivencia con los familiares que oficiaban de tutores, Matías decidió reunirse con Priscila, quien vive con su pareja en la capital provincial desde hace varios meses. En este tiempo, ella aseguró que su intención era obtener la tenencia del menor. En tanto él, también peleaba por estar junto a ella bajo el mismo techo. Su pedido concreto a las autoridades es que su papá no tenga la patria potestad sobre su persona.
De todas maneras, no es competencia del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Santa Fe, sino de un juez de Familia la definición acerca del futuro legal sobre la tenencia del adolescente.
Lo que sí definió el área gubernamental fue una medida excepcional, en agosto del año pasado, para separar al chico de sus progenitores, dadas las manifestaciones del mismo en relación a supuestas situaciones de explotación infantil y violencia doméstica.
En la actualidad, los equipos de trabajo social santafesinos realizan un seguimiento del caso junto al Consejo Provincial de la Niñez de Entre Ríos, que es el órgano encargado de verificar el estado del menor a través de las trabajadoras sociales.
El próximo lunes, autoridades de ambas provincias dialogarán con respecto a la situación de Matías para analizar los pasos a seguir. Más allá de esto, tanto el joven como su hermana ya averiguan el traspaso de escuela –dado que él cursaba el secundario en Paraná– y avanzan en los trámites necesarios para vivir juntos.
Tanto Priscila como su pareja poseen un trabajo estable que aseguran les permitirá brindar una calidad de vida adecuada, después de tantos años de sufrimiento, al adolescente santafesino.
Diario UNO constató ayer que ambos jóvenes se encuentran en excelente estado de salud y felices de haberse reencontrado. En cuanto al padre de los dos, luego de una denuncia policial efectuada por Priscila no volvió a acercarse a su hogar.
Consciente de su responsabilidad, la joven aspira a mantener su actual trabajo y que su hermano finalice con éxito sus estudios secundarios, para tener luego mejores chances a la hora de buscar un futuro profesional.
Con respecto a sus tíos –quienes alojaron a Matías durante casi un año– la relación no se encuentra en buenos términos, pero aseguran que no habrá trabas para que los santafesinos hagan valer su voluntad.
A tres semanas del primer aniversario de su aparición, la vida de estos dos hermanos presenta todavía algunos vaivenes, alejados de lo que afirman fue una penosa infancia, pero siempre en pos de un futuro mejor.
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