A poco más de cuatro meses de haber iniciado su servicio, el Nochebús –promocionado servicio de transporte alternativo destinado a los chicos y chicas que salen de los boliches– está lejos de pasar por su mejor momento. El servicio brilla por su ausencia jaqueado por las magras ganancias e inconvenientes con las tarifas.
Uno a uno quienes se sumaron con sus combis a esta iniciativa propuesta por el concejal Jorge Boasso y acompañada por el municipio se fueron bajando frente a magras ganancias, viajes largos poco convenientes y principalmente por los problemas que trae aparejada una tarifa no regulada, lo que terminó de complicar de sobremanera la actividad frente a repetidas situaciones de “regateo” por parte de los pasajeros que culminaron, en algunos casos, con jóvenes que directamente se bajaron sin pagar. Si bien desde el área de Fiscalización de Transporte señalaron que la propuesta continúa vigente, los testimonios indican que los viajes directamente dejaron de realizarse o, en el mejor de los casos, son mínimas las frecuencias. Sin poder dar mayores precisiones, el director de Fiscalización de Transporte, José Luis Tournier, dijo a este diario que continúa habiendo vehículos habilitados para realizar los viajes y remarcó que la normativa sigue en vigencia. Igualmente el funcionario no pudo precisar cuántos vehículos siguen brindando el servicio por la noche los fines de semana. “Estamos ante un panorama donde lo que rige todo es el tema de la oferta y la demanda y eso hace que los intervalos de los viajes se sostengan o no. La prestación de este servicio no es obligatoria”, destacó. Por su parte, Omar Calzia –propietario de una combi que supo ser usada como Nochebús – comentó que dejó de realizar los viajes desde antes de las vacaciones de invierno porque “estos dejaron de ser rentables. No nos convenía más salir por una cuestión económica. Hubo una notable falta de información. Los pasajeros no estaban informados y pensaban que se trataba de un servicio municipal. Realmente no nos rendía porque los chicos salen todos a la vez y vos podés salir con un grupo pero cuando volvés a buscar a los que se quedaron ya no están más. Otro problema muy grande era el cobro de las tarifas, ya que al no estar reguladas, cuando les querías cobrar algunos se te terminaban bajando sin pagarte”, subrayó. “Me parece que este fue un manotazo de ahogado que diola Municipalidadpara frenar el tema de la falta de taxis. Las quejas de faltas de taxis en la noche se escuchan en todos lados y esto fue una especie de parche. Hoy por hoy no queda más nadie brindando este servicio por todo los inconvenientes que se fueron presentando”, continuó. Calzia comentó que si bien tuvo que llevar hasta su casa a muchos chicos y chicas “pasados de copas”, no tuvo mayores inconvenientes ni tampoco episodios de violencia que lamentar. “Los viajes que saqué en general fueron bárbaros, lo que pasa es que no nos fueron redituables económicamente. Yo también trabajo para boliches de otras ciudades y ahí la cosa es distinta porque los boliches no nos pagan por cantidad de pasajeros sino que por viaje y además, en muchas ocasiones te arman los grupos. Ahí la cosa es distinta porque uno sabe cuánto va a terminar ganando. Sí puedo decirte que hemos tenido inconvenientes en esos viajes con algunos chicos que estaban muy pasados de rosca pero en el Nochebús no”, afirmó. En sintonía con Omar, Sel Ruiz Brizuela –quien además de haber manejado un Nochebus es presidenta dela Asociaciónde Transportes Escolares de Rosario– también explicó que dejó de brindar este servicio nocturno por falta de rentabilidad. “La cuestión se nos puso bastante complicada ya que se nos volvía muy dificultoso poder coordinarnos para hacer viajes con los chicos dispersos en la calle y todos saliendo al mismo tiempo”, añadió. La mujer sí reconoció que tuvo algunos problemas con chicos transportados recién salidos de los boliches. “Muchas veces no estaban en las mejores condiciones ya que algunos estaban muy borrachos y no había forma de hacerles entender el tema de la tarifa. Al no haber un costo establecido se empezaba a establecer una especie de juego de regateo que nos hacía perder también mucho el tiempo. Muchas veces si les decíamos que eran, por ejemplo, diez pesos, nos terminaban dando ocho cuando llegábamos a la casa; y ¿qué ibamos a hacer nosotros frente a esto? ¿empezar a pelear? Entonces uno terminaba cediendo para poder seguir viaje. Creo que ya no queda nadie realizando el servicio porque estos problemas se repetían en todos los casos. Empezamos siendo un número, con el correr de los fines de semana éste fue disminuyendo hasta llegar a esta situación”, concluyó. Por último, cabe recordar que el servicio de Nochebús comenzó a funcionar el 24 de marzo último. La idea –propuesta por Boasso– era la de trasladar pasajeros desde los locales bailables hacia las viviendas de los mismos, los fines de semana y vísperas de feriados entre las 3 y las 7 con vehículos tipo minibús. La iniciativa previó desde un principio un registro integrado por vehículos debidamente habilitados para el transporte de personas e inscriptos para realizar este servicio. La tarifa nunca fue regulada por lo que se establecía mediante un acuerdo entre el transportador y el transportado.
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