Más allá de que Diego Osella modificó el esquema y salió a jugar con dos delanteros, a lo largo de los primeros 45’ Colón mostró la habitual postura conservadora achicando espacios hacia atrás e intentando salir de contra. En esa primera etapa el conjunto sabalero nunca tuvo el balón y apenas pateó un tiro al arco a los 10’ por intermedio de Yamil Garnier que obligó a una muy buena intervención del arquero Alejandro Sánchez.
En la previa Osella manifestó que se trataba de un partido que ameritaba arriesgar, sin embargo sus palabras no se reflejaron en la disposición del equipo que en ningún momento se salió de su libreto. De esta manera se consumió un primer tiempo anodino, en donde ninguno de los dos equipos pudo prevalecer sobre el otro, más allá de que Chicago insinuó más que el Sabalero.
Las dos opciones más claras del conjunto local tuvieron como protagonista al carrilero Alejandro Gagliardi. Cuando se disputaban 2’ y desde un lateral, Marcos Galarza llegó al fondo y envió un centro preciso a la cabeza de Gagliardi. El ex-Unión llegó de frente al arco con mucha comodidad para definir pero el balón se fue al lado del caño izquierdo del arco de Jorge Broun.
Y a los 14’ tras una buena asistencia de David Barbona la defensa de Colón marcó mal y Gagliardi quedó mano a mano con el 1 rojinegro. Pero Fatura salió rápido a obstaculizar el remate de el mediocampista que terminó por arriba del travesaño.
En ese primer cuarto de hora se generaron las situaciones más claras, ya que en los 30’ restantes pasó muy poco frente a los arcos. Colón se sintió cómodo esperando y Chicago con la posesión del balón nunca terminó siendo profundo. Por eso el 0-0 parcial se ajustó a las acciones del juego.
En el complemento el desarrollo del juego no varió en un ápice respecto a lo que había sido el primer tiempo ya que Chicago siguió manejando el balón pero sin profundidad y el Sabalero esperando en su propio campo sin sufrir sobresaltos.
Así las cosas el partido se tornó soporífero y tedioso entre la impotencia del elenco local y el conformismo del equipo visitante. Consciente que no perder se trataba de un buen resultado Osella en ningún momento le pidió a sus jugadores que se adelanten.
A los 8’ el defensor Mauricio Escudero ganó en el área rival pero su cabezazo fue débil y terminó en los guantes de Broun que estaba bien ubicado. Con el correr de los minutos Omar Labruna comenzó a mover el banco con el objetivo de refrescar el ataque. Pero esa intención no resultó ya que Chicago nunca pudo ubicar un jugador de cara a Broun.
Promediando los 30’ Osella mandó a la cancha a Gustavo Villarruel en lugar de Telechea con la intención de desnivelar por afuera y pudo lograrlo en tiempo de descuento cuando mandó un centro por derecha pero Raúl Becerra no llegó a conectar.
Fue la única aproximación seria de Colón en el complemento porque el arquero de Chicago fue un mero espectador. En contrapartida y cuando se jugaba tiempo de descuento Broun sacó al córner un cabezazo de David Barbona quien ingresaba por el segundo palo.
Y en la acción siguiente Fatu encontró el remate de Escudero dentro del área. Así se cerró el encuentro en el que lo pudo ganar el Torito de Mataderos pero que tampoco hizo los méritos suficientes. Colón y su habitual mezquindad en calidad de visitante terminaron rescatando un punto importante.
El equipo sabalero sigue mostrando una gran eficacia a la hora de sumar puntos pero enormes problemas para generar juego. El técnico en la semana manifestó que estaba en la búsqueda de variantes para mejorar. Pero nada de eso sucedió ya que se observaron las mismas deficiencias.
En esta carrera por lograr el ascenso siempre es positivo sumar y prolongar la racha de seis partidos sin perder. Además de mantener el arco invicto en los últimos cuatro encuentros. Pragmatismo puro que a muchos no podrá gustarles pero que hoy le alcanza para seguir en las primeras posiciones.
Fuente: Mariano Cassanello / @unosantafe.com.ar
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