La viralización de un video de poco más de dos minutos, que expone el miedo e incertidumbre que siente un chico a raíz de la separación de sus progenitores, puso en situación un tema que es necesario debatir. La opinión de la psicóloga social Nancy Francalanza.
Hace unas semanas comenzó a circular por las redes sociales un video, de poco más de dos minutos, donde se puede ver y oír a un niño leer una carta que expresa su miedo e incertidumbre a raíz de la separación de sus progenitores. La filmación –compartido en YouTube en representación de la organización The Child Of Divorce (El Hijo del Divorcio)– se viralizó de tal manera que puso en debate el rol de los pequeños en los momentos de crisis familiar, un tema que muchas veces está escondido o que no se tiene en cuenta.
Para analizarlo y ponerlo en situación un poco más, Ser UN@ dialogó con la psicóloga social diplomada en salud y miembro del Foro de Infancia de la provincia, Nancy Francalanza, quien afirmó que “este video puso en cuestión por un lado el sentimiento de los chicos y por el otro los métodos de expresión que pueden tener, ya que a la mayoría muchas veces les cuesta poner en palabras lo que sienten y en tanto brindarles la posibilidad de expresarse a través de la escritura, el dibujo, la música o también con sus silencios”.
Asimismo, la profesional aseguró que a su entender “el video no quiere culpabilizar a nadie sino que muestra una realidad manifiesta, porque los chicos también tienen un dolor que parte de ellos aun comprendiendo el dolor de los padres y que lo que necesitan en ese nuevo ordenamiento es sentirse escuchados, protegidos, reafirmados en su identidad, amados, amparados y desculpabilizados también, porque muchas veces, y eso es algo que queda manifiesto en el filme, el reclamo de los niños es no quedar con la culpa”.
Y en ese sentido, Francalanza aclaró: “Los chicos no pueden quedar en el medio de esta situación, algo que también Freud enunciaba en lo que llamó el conflicto de lealtad, que puso al descubierto que por quedar dándole la razón a uno de tus padres no se deja de amar al otro, pero eso no es recomendable que esté en esta situación donde se debate el amor de ambos, a no ser que ocurran hechos muy traumáticos que demuestren que uno de los progenitores no sea conveniente para la convivencia con el niño”.
—¿Es distinto el proceso de entendimiento de separación respecto a la edad o sexo del niño?
—Evidentemente esto tendrá que ver con múltiples cuestiones. Cada familia es única y tiene su propia historia; y la aceptación del proceso dependerá de ella. Es decir, dependen mucho las condiciones de existencia del niño, el comportamiento de los padres al momento de tomar la decisión y de comunicación de la misma, la configuración de las matrices de aprendizaje y las formas de maduración vincular las que tendrán incidencia en este proceso. O sea, los chicos deben entender que a pesar de que sus progenitores ya no vivan juntos van a seguir siendo sus padres, y el procesamiento de esa información más que de la edad tendrá incidencia en la historicidad familiar.
De igual forma, y teniendo en cuenta no solo la significancia de la carta viralizada sino también las formas de expresión del niño, la psicóloga social Nancy Francalanza detalló: “Muchas veces los chicos a una temprana edad también mediante síntomas que van configurándose piden que sus padres se separen porque no pueden tolerar el monto de sufrimiento que conlleva el vivir situaciones traumáticas. Lo mismo sucede cuando son jóvenes o adultos y siguen viendo que sus padres han vivido una historia de vínculos que no han favorecido a su crecimiento personal y a la cultura del buen trato, incluso reprochan que sus padres no hayan tomado otras medidas”.
Por último y haciendo eco en que en el video el niño lector afirma “que no es resiliente” –es decir, que aún no tiene la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo–, la profesional detalló: “La resiliencia no es cuestión de magia ni de casualidad, se construye en un proceso histórico donde uno puede hacer frente a las adversidades cuando hubo ciertas figuras representativas y sostenes yoicos que lo ayudaron a encontrarse como sujetos”.
En tanto y para finalizar, Nancy Francalanza dijo: “Sin culpabilizar a nadie creo que la carta sirve de alguna manera para resignificar la responsabilidad adulta, social y familiar actual, donde más que nunca faltan encontrar nuevas estrategias y formas familiares para marcar las diferencias con un respeto por sí mismos pero también por el otro”.
Fuente: Suplemento Ser UN@ - seruno@unosantafe.com.ar.
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