La semana pasada llegaron al juzgado las conclusiones de un extenso estudio contable que arrojó que el ex secretario de Transporte y varios de sus testaferros no cuentan con respaldo monetario para explicar el crecimiento patrimonial.
Ricardo Jaime no pudo justificar su enriquecimiento. Así lo determinaron los peritos oficiales que analizaron la documentación existente en la causa en la que se investiga si el crecimiento de su patrimonio y de sus allegados y familiares se hizo de manera legal. El informe pericial al que accedió Infobae consta de más de 300 páginas y fue presentado la semana pasada en el juzgado de Sebastián Casanello quien tiene a su cargo la investigación por enriquecimiento ilícito de uno de los símbolos de la corrupción del kirchnerismo.
La causa judicial fue llevada adelante durante casi cinco años por el juez Norberto Oyarbidequien estuvo al frente de un juzgado vacante. En octubre pasado Casanello se hizo cargo del caso. Desde el comienzo de la causa el fiscal es Carlos Rívolo quien, luego de una exhaustiva investigación determinó que Jaime y su círculo de negocios y su familia obtuvieronbienes por 12 millones de pesos sin justificación. O con una única justificación, el dinero recaudado por Jaime de manera ilegal durante los seis años que fue secretario de Transporte del kirchnerismo.
A pesar de los pedidos de indagatoria que hizo Rívolo porque consideró que Jaime no podía justificar su patrimonio, Oyarbide no lo llamó a indagatoria. Quería esperar el resultado del peritaje. Tampoco llamó a declarar a los familiares que están imputados como testaferros: sus hijas Romina, Julieta y Gimena, su ex esposa Silvia Reyss, las hijas de ella Agostina y Lorena Jayo, y hasta María Filomena Pfaffen, ex suegra de Jaime quien fue beneficiada con la compra de una casa de fin de semana en San isidro, a pesar de que vive en Río Gallegos.Daniel Jaime, uno de los hermanos del ex secretario de Transporte, también fue imputado como testaferro y aún no fue llamado a indagatoria. Las conclusiones del peritaje -adversas para Jaime y sus testaferros- llegaron al juzgado y será Casanello quién las evalúe y decida si llama o no a indagatoria al ex funcionario.
El peritaje lo hicieron cuatro peritos y abarcó desde 2003 cuando Jaime ingresó al Gobierno hasta 2010, un año después de su salida. Estudiaron la documentación, por un lado, el integrante del Cuerpo de Contadores de la Corte Suprema de Justicia Héctor Roccatagliata y la contadora nombrada por la fiscalía de Rívolo, Eleonora Feser. En tanto Martín Solé y Miguel Barca aportaron su visión en nombre de los imputados. En casi todos los casos analizados, los peritos de la Corte y de la fiscalía señalaron que Jaime y sus familiares no pueden justificar el modo en que se enriquecieron. Obviamente, los peritos de los imputados dijeron lo contrario.
En la página 236 se leen las opiniones de Roccatagliata y Feser luego de analizar los ingresos y gastos comprobables de Jaime y su ex esposa Silvia Reyss: “El monto acumulado de orígenes (ingresos) y aplicaciones (gastos) de Silvia Elena Reyss da un total de egresos superiores a ingresos por un valor de $716.995,91, en lo que representa a Ricardo Raúl Jaime, la diferencia en el mismo sentido es de $165.408,59. La suma total acumula un saldo de$882.404,50. Por lo expuesto concluimos que tal nivel de gastos no se condice con los ingresos registrados de manera conjunta”. Por supuesto los otros peritos firmaron en disidencia. Esa cifra es apenas una pequeña parte de todo lo que fue relevado como bienes de sus familiares y círculo de negocios. Porque es solo lo que quedó registrado.
El 11 de febrero de 2011, el fiscal Rívolo le pidió a Jaime que justificara bienes comprados por su entorno familiar y de negocios por la friolera de $6.608.642,76. Lo acusó de enriquecimiento ilícito. Jaime y sus seres queridos y testaferros elegidos tenían que justificar el origen de esos bienes. Más tarde Rívolo amplió la imputación por otros 6 millones más.
La investigación patrimonial se hizo de manera minuciosa. A la información de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se sumó la obtenida del relevamiento de todas las cuentas bancarias por gastos de tarjetas de crédito y débito. Se consideraron los pagos de los seguros de los autos, los impuestos, el cable, los celulares y las compras en supermercados. Incluso varias de las más importantes casas de electrodomésticos brindaron información sobre las compras realizadas por el entorno de Jaime. Se examinaron los pasajes en avión que utilizó el grupo familiar, los comprobantes de carga de combustible, los alquileres, las expensas y los informes de una guardería marina por el cuidado de una lancha. Todos los tickets que se encontraron en los allanamientos realizados por Oyarbide y hasta los papelitos anotados con letra manuscrita que revelaban algún gasto –como el de la comida para su lorito – fueron evidencias para la causa. Se sumaron todos los ingresos, y se restaron los gastos cotidianos que hicieron los integrantes del grupo familiar y también las adquisiciones más importantes como casas, autos, departamentos en la Argentina y en Brasil, un hotel y algunos bienes más. Y la cuenta dio resultado negativo: gastaron más de lo que ganaron. La información recogida por el fiscal determinó que en principio, había un agujero negro por 6 millones de pesos. Ricardo Jaime fue, entre los investigados de su familia, quien menos operaciones hizo. Se cuidaba. Así y todo el perito de la Corte dijo que no pudo justificar los gastos. Quienes tuvieron mejor pasar durante los años en que Jaime fue funcionario, fueron Silvia Reyss y sus hijas Agostina y Lorena Jayo. Juntas formaron Alosi S.A. (Agostina- Lorena- Silvia) para explotar el spa Alleviare en Córdoba. Pero además, Agostina compró y luego vendió un Fiat, adquirió la mitad de un terreno en Mendiolaza –Córdoba–, compró acciones de Alosi, ejecutó un plazo fijo y se hizo con un Peugeot. La Justicia le pidió explicaciones por $179.916 pesos. Lorena Jayo le pidieron que demostrara cómo consiguió $ 354.892 pesos, porque entre 2005 y 2009 compró y vendió un Volkswagen Golf, puso dinero en un plazo fijo, adquirió y luego vendió una parte de un departamento de Río Gallegos –Santa Cruz–, compró y luego vendió un Fiat y un Mercedes Benz Sprinter, adquirió la mitad de un terreno en Mendiolaza y también un lote en Santa Rosa de Calamuchita; como si esto fuera poco, también compró una moto BMW –como las que le gustan a Jaime–, acciones de Alosi y dos autos más. Rocattagliata y Feser concluyeron que las hermanas Jayo no pudieron justificar su mejora patrimonial. La abuelita de las Jayo, María Filomena Pfaffen, madre de Reyss, tenía que explicar cómo obtuvo $507.059, porque en 2006 compró una propiedad en un barrio cerrado de San Isidro por $450.000, a lo que se agregan los gastos de mantenimiento de la casa, que usaba Jaime los fines de semana. La ex suegra de Jaime intentó justificar su inversión con lo recaudado por el taxi que explotó durante años su marido Celmiro Reyss en Río Gallegos. El perito de la Corte y la de la fiscalía coincidieron en que la anciana no puede justificar cómo consiguió ese dinero. La respuesta parece ser simple: según se comprobó en la investigación, quién compró esa casa en comisión para Pfaffen se llama Raúl Glories. Glories es nada más y nada menos que el cuñado de Néstor Otero, dueño de la Terminal de ómnibus de Retiro. La compra de la casita de fin de semana para una anciana santacruceña se hizo luego de que Jaime le concediera a Otero la explotación de la Terminal hasta 2015.
La que más dinero tuvo que justificar fue la pareja de Jaime, Silvia Reyss, docente jubilada que adujo tener trabajo en una empresa llamada Idemark S.A. y así pudo explicar algunos ingresos. En 2003, Reyss poseía dos autos y una casa en Río Gallegos. Pero al inicio de la recaudación de su pareja como secretario de Transporte, vendió los dos autos viejos y compró un Peugeot, una embarcación, un departamento en Río Gallegos, una casa en el country cordobés Cuatro Hojas, otro Peugeot más, y suscribió y vendió las acciones de Alosi S.A.; luego, vendió los dos Peugeot y el barquito, y compró un auto Honda y un departamento en Florianópolis, Brasil, por $ 639. 648 –en 2010 señó otro departamento en el mismo edificio de la costa brasileña––. El resultado del peritaje determinó que esas compras se hicieron con dinero que no tiene respaldo.
El peritaje abarcó varias sociedades de prestanombres y testaferros. Y analizó distintas operaciones de compra venta de activos. Una de ellas es la adquisición del diario La Mañana de Córdoba y de la radio LV2. Jaime armó un pequeño multimedios con la intención de hacer política en su provincia natal. El actual senador Luis Juez soportó en 2007 que desde esos medios se hiciera una permanente campaña en su contra. Esa compra no fue para usufructo personal de Jaime sino para ser utilizada por la maquinaria política del kirchnerismo. Jaime, hombre de confianza de Néstor Kirchner, iba a financiar ese multimedios con pauta oficial del Estado nacional. La compra del diario y la radio la hizo una sociedad llamada Delome que tiene como prestanombre a Ignacio Julián Soba Rojo, empleado del principal testaferro de Jaime, Manuel Vázquez (foto), quién sí fue indagado. A pesar de la poca información aportada sobre Delome, el perito de la Corte y la de la fiscalía señalaron que no “los ingresos que se han podido relevar no resultan suficientes para justificar tales adquisiciones”. Esa sociedad fantasma también había comprado un par de autos que usaba Jaime y un departamento en Córdoba además del diario y la radio.
El estudio se extendió a otras compras como la del avión Learjet N786YA- otra vez los aviones y la corrupción- que Jaime usaba como propio. Sobre ese caso los peritos no pudieron analizar mucho porque la compra -que fue financiada por empresarios del transporte- se hizo con sociedades en paraísos fiscales. Jaime y sus testaferros compraron autos, barcos, motos, pasajes en avión, yates, departamentos, casas en countries. Muchos bienes para los escasos 10 mil pesos que Jaime cobraba como secretario de Estado. El peritaje terminó, el resultado no fue favorable –según el perito oficial y la de la fiscalía- para Jaime. Ahora la palabra la tiene el juez del caso.
El estudio se extendió a otras compras como la del avión Learjet N786YA- otra vez los aviones y la corrupción- que Jaime usaba como propio. Sobre ese caso los peritos no pudieron analizar mucho porque la compra -que fue financiada por empresarios del transporte- se hizo con sociedades en paraísos fiscales. Jaime y sus testaferros compraron autos, barcos, motos, pasajes en avión, yates, departamentos, casas en countries. Muchos bienes para los escasos 10 mil pesos que Jaime cobraba como secretario de Estado. El peritaje terminó, el resultado no fue favorable –según el perito oficial y la de la fiscalía- para Jaime. Ahora la palabra la tiene el juez del caso.
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