Un proyecto propone crear centros de reacondicionamiento pera recuperar material y volcarlo en su reutilización.
La Capital |
El gobierno casildense deberá crear un programa municipal de gestión de basura electrónica si prospera un proyecto de ordenanza para hacer frente a la creciente generación de este tipo de residuos tanto en hogares como empresas y oficinas públicas y privadas.
La iniciativa impulsada por el concejal justicialista Roberto Meli apunta a frenar el impacto ambiental que produce este fenómeno que, según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y estudios internacionales, supera la tasa anual de generación de residuos domiciliarios.
Para Meli "resulta imprescindible legislar sobre el destino final de la denominada basura electrónica", compuesta por rezagos informáticos, computadoras, servidores CPU, monitores, notebooks, laptops, agendas electrónicas o PDAS, periféricos (teclado, mouses, webcams, parlantes), impresoras, centrales telefónicas, routers, juegos electrónicos, intercomunicadores, teléfonos celulares, entre otros.
"El crecimiento —indicó el presidente el deliberativo local— de las ventas de aparatos eléctricos y electrónicos, que tiene su origen en el abaratamiento de costos, la velocidad de recambio tecnológico y el diseño productivo que apunta al recambio de equipos, genera un salto en la generación de este tipo de residuos". Y en ese contexto resaltó que "según estimaciones de diferentes consultoras se puede establecer que Argentina tiene 7,2 millones de unidades de PC acumulados al 2008. Entre 600 y 700 mil unidades de PC quedaron en desuso en el 2009, y una cifra similar o incluso superior se aplica para las impresoras".
Asimismo, puntualizó que "en Argentina hay 50 millones de líneas celulares habilitadas y a esta enorme cantidad, que supera al total de habitantes en el país, hay que considerar la corta vida de los teléfonos: es decir hay una alta rotación de equipos aunque funcionen perfectamente, promovidas por el mercado y la implementación de nuevos diseños y/o tecnologías".
Así, por año se destinan miles de toneladas de residuos electrónicos cuyo contenido en un 90 por ciento de plástico, vidrio y diversos metales que terminan junto a la basura domiciliaria.
Minimizar el daño. Meli sostuvo que "la clasificación, reutilización y disposición final de estos residuos, debe ser cumplida responsablemente a fin de minimizar el daño al medio ambiente, ya que los mismos poseen un alto grado de toxicidad, asimismo, debemos contemplar la apertura de Centros de Reacondicionamiento de Computadoras para recuperar el material desechado y revalorizarlo, generando así fuentes de trabajo, entregando a instituciones de bien público, escuelas, bibliotecas, centros comunitarios y organizaciones sociales todo lo que se recupere. A nivel local podemos desarrollar instrumentos de planificación, inspección y control, que favorezcan la seguridad, eficiencia y efectividad de la gestión de los residuos, con la recolección diferenciada de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso".
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